La Asociación Española de Bioempresas (Asebio) ha presentado su Informe Asebio 2016 donde se recogen los datos más importantes del sector, entre los que destaca que el 8,6% del Producto Interior Bruto de la economía española está relacionado con la biotecnología, si bien solo el 0,8% corresponde a empresas estrictamente biotech.
Durante el acto, que ha contado con la participación del ministro de Economía, Luis de Guindos, la asociación ha mostrado las características de este dinámico sector. Según su presidente, Jordi Martí, “la Biotecnología tendrá un papel decisivo en el futuro, resolviendo problemas, creando empleo e inspirando a la sociedad”, por ese motivo, ha reclamado de las autoridades “atención especial y cuidado a la medida”, así como que se tengan en cuenta las “peculiares necesidades de financiación un diálogo sincero y de calidad” que requiere este sector. En este sentido, ha agradecido la “comprensión y compromiso” que el sector siempre ha encontrado en la secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela.
Por su parte, el ministro ha reconocido el valor de este sector que “no existía en los años 80 y hoy es uno de los que más contribuyen en la economía en los sectores intensivos en conocimiento”. En este sentido, ha asegurado que “es básico contar con la investigación como palanca de desarrollo de la economía” y ha agradecido a las empresas biotecnológicas su papel en la responsabilidad de apostar por la I+D+i. Según De Guindos, “la contribución de la I+D a un país es doble: por un lado, el importante apoyo a un crecimiento económico robusto basado en el valor añadido de sus productos y servicios; y por otro por la aportación que hace a la resolución de los retos sociales”. Para el ministro, esta doble responsabilidad “está siendo asumida con claridad por las empresas biotecnológicas españolas”.
Pese a esas buenas palabras, el ministro alertó de un mal que afecta tanto a las compañías biotecnológicas como a gran parte del tejido productivo de España. Se refería al tamaño de las empresas, que es “uno de los aspectos críticos, en los que hay que seguir trabajando”. Según explicó, el reducido tamaño de las pymes “es un freno para el desarrollo e internacionalización de las empresas o la financiación e incluso la productividad”.
Informe Asebio 2016
Entrando en sí en los datos más relevantes del Informe, previamente a la intervención del ministro, Ion Arocena, director general de la asociación, expuso las principales claves del mismo. El informe destaca el impacto en la economía de las empresas biotecnológicas en 2015, que han contribuido de forma directa, indirecta e inducida a la generación de 90.000 millones de euros de renta en 2015, lo que supone en torno al 8,6% del PIB total. De esta cantidad, las entidades con dedicación principal a la biotecnología contribuyeron en un 0,8%, es decir, el 10% del total.
Además, la aportación del sector al empleo nacional fue de más de 930.000 empleos (5,4% del total) en 2015, mientras que las Administraciones Públicas recaudaron 26.000 millones de euros de su actividad, el 2,5% del PIB. En lo que se refiere a los empleos de empresas con la biotecnología como dedicación principal, el número de empleos alcanzó los 130.453.
Encuesta sobre la Innovación de las Empresas
E Instituto Nacional de Estadística (INE), como cada año, desglosa en el Informe Asebio 2016 los datos recogidos en el Módulo de Biotecnología perteneciente a la Encuesta sobre Innovación de las Empresas 2016. En el mismo, se recoge que en 2015, existían 2.981 empresas que realizaban actividades relacionadas con la biotecnología (+8,72%), de las que 654 son estrictamente biotech (+4,17%). El 58,8% de las compañías biotech dedican su negocio a la salud humana, mientras que el 33% lo desarrollan en el ámbito de la alimentación. En cuanto a las compañías que utilizan la biotecnología como herramienta de producción se concentran en el sector de la alimentación (83,3%) principalmente, y un 9,6% en la salud humana.
Como hechos destacables, en el momento actual, realizan actividades relacionadas con la biotecnología dos de cada 1.000 empresas; que además, cuentan con unos niveles de productividad significativamente más altos que el conjunto de la economía y con ratios de crecimiento medios anuales en empleo (2,6%), superiores a los registrados en el conjunto de la economía española (2,1%).
Distribución territorial
La comunidad autónoma con una mayor concentración de empresas usuarias de la biotecnología es Cataluña, con un 17,3% del total, seguida de Andalucía (14,7%) y Madrid (10,1%). En cuando a empresas con dedicación principal a la biotecnología, también la mayor parte se registra en Cataluña (27,6%), Madrid (16,1%) y Andalucía (12,3%).
En 2016 se crearon 43 nuevas empresas biotecnológicas, siendo Andalucía, la que mayor número ha creado, con 10, seguida de Cataluña, con nueve, País Vasco con cinco y la Comunidad de Madrid, con cuatro.
En el Índice sobre la temperatura del sector que elaboramos cada año desde la Asociación, las empresas consideran que disponen del acceso a capital humano cualificado, así como a proveedores especializados que cubran sus necesidades. En cuanto al apoyo de las Administraciones Públicas y la normativa que afecta al sector, siguen siendo factores facilitadores con una valoración mejorable, si bien el factor de Apoyo de la Administración Pública es el factor que presenta una mayor mejoría. Por último, dos características consustanciales a los desarrollos de nuestro sector como son el elevado coste de la innovación y los largos periodos de rentabilidad, son los factores dificultadores peor valorados.