Terapéutica

Un estudio define los cinco pilares en los que se basa el abordaje actual para los pacientes VIH

El estudio ‘Redefinir el éxito terapéutico en pacientes con VIH: la opinión de un experto’, publicado en el Journal of Antimicrobial Chemotherapy, propone nuevos criterios basados en cinco pilares que deben ser tenidos en cuenta: el inicio rápido de tratamiento, la eficacia, la simplicidad, la seguridad y la calidad de vida.

El estudio ‘Redefinir el éxito terapéutico en pacientes con VIH: la opinión de un experto’, publicado en el Journal of Antimicrobial Chemotherapy, propone nuevos criterios basados en cinco pilares que deben ser tenidos en cuenta: el inicio rápido de tratamiento, la eficacia, la simplicidad, la seguridad y la calidad de vida.

El trabajo, basado en la evidencia publicada, subraya la necesidad de ir más allá de la supresión viral en el abordaje de las personas que viven con VIH y así garantizar una calidad de vida global a largo plazo.

Gracias a los avances en los tratamientos antirretrovirales de los últimos años, la infección por VIH ha pasado de ser una enfermedad potencialmente mortal para convertirse en una patología crónica y manejable. Esta mejora ha permitido que los pacientes tengan una mayor esperanza de vida, lo que obliga a replantear el abordaje del paciente VIH y prestar atención a aspectos como su proceso de envejecimiento acelerado o la aparición de comorbilidades, entre otros aspectos, para garantizar una mayor calidad de vida a largo plazo.

Ante este panorama, un grupo de 32 expertos españoles (4 coordinadores y 28 especialistas adicionales) ha analizado la evidencia existente y ha concluido que es necesario ir más allá indetectabilidad del virus para garantizar el éxito terapéutico en estos pacientes.

Según Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, “hoy en día, los pacientes con VIH en países con acceso universal al tratamiento, sin limitaciones de recursos, en su mayoría se encuentran estables y disfrutan de una vida normal. Sin embargo, la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento, requieren que los pacientes tengan acceso a un equipo multidisciplinar para que pueda recibir una atención personalizada, adecuada a sus necesidades”.

Respecto a los cinco pilares, el estudio señala que, una vez que los tratamientos han alcanzado altas tasas de eficacia, ésta debe entenderse como aquellos TAR (tratamiento anti retroviral) que ayudan a conseguir altas tasas de supresión virológica, priorizando aquellos regímenes con barreras más altas a la resistencia y que alcanzan la indetectabilidad más rápidamente.

Sobre el inicio rápido, los expertos indican que es necesario iniciar el TAR lo antes posible y   priorizar regímenes que no requieran resultados de test clínicos previos al inicio del tratamiento. De esta forma se ha asociado el inicio rápido con una mayor retención en el cuidado de la salud, mejor control virológico y mejores resultados generales. Además, y no menos importante, es que las personas que inician rápidamente el TAR han mostrado su satisfacción con la estrategia.

En cuanto a la simplicidad, pasa por implementar regímenes sencillos puesto que los datos actuales muestran los STR (simple tablet régimen) y una frecuencia de dosificación baja, se asocian con una mejor adherencia y un mejor control virológico.

La seguridad, a la hora de elegir el TAR hay que considerar regímenes con baja toxicidad y un bajo nivel de interacciones. Estos puntos son claves para abordar en la persona con VIH el posible impacto del TAR sobre en el sistema óseo, renal, cardiovascular, ganancia de peso, esteatohepatitis no alcohólica, alteraciones psiquiátricas y disfunción sexual. Para concluir, el estudio recomienda utilizar herramientas que posibiliten medir el impacto del tratamiento en la calidad de vida de las personas que viven con VIH como por ejemplo los PROs (patient reported outcomes) e incluir medidas para reducir el estigma asociado al VIH.

Una de las principales conclusiones de este estudio es que el modelo de atención al paciente VIH debe tener un enfoque multidisciplinar con el objetivo de dar una atención centrada en sus necesidades individuales. Este modelo debe estar liderado por el profesional experto en VIH y es necesario seguir trabajando en la introducción de PROs para detectar y corregir los problemas y preocupaciones de los pacientes.

La transformación experimentada en el abordaje y tratamiento del VIH en los últimos 40 años, desde la detección del primer caso de Sida en España, ha permitido mejorar la calidad y esperanza de vida de los pacientes y ofrecerles unas expectativas que hace años eran inimaginables. En la última década, el porcentaje de personas seropositivas con más de 50 años ha pasado del 8% al 50% y se estima que en 2030 la cifra alcanzará el 75%.

Fruto de esta evolución a lo largo de los años, las necesidades de los pacientes también se han transformado y sus prioridades han cambiado. Por ello, la implantación de las recomendaciones de este estudio, elaborado con la colaboración de Gilead dentro de su compromiso durante más de 30 años con el VIH, ayudará en la práctica clínica a la redefinición del éxito terapéutico y a conseguir los objetivos de ONUSIDA de 95-95-95-95 para el año 2030.

Los coordinadores de este estudio han sido Antonio Antela, del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela; Antonio Rivero, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba; Josep María Llibre, del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona; y Santiago Moreno, del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

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