Veinte años después del proceso de transferencias sanitarias a las comunidades autónomas en España, los expertos concluyen que “ha sido un éxito de todos los que han contribuido en el proceso”. Para hacer balance de todo este periodo se ha elaborado el libro ‘20 años de la culminación del proceso de las transferencias sanitarias en España’, que recoge, de la mano de algunos de sus protagonistas, reflexiones y aprendizajes de este periodo.
La presentación de la obra se ha celebrado este lunes en el Congreso de los Diputados en un acto presidido por el vicepresidente del Congreso de los Diputados, Alfonso Rodríguez, y han participado la ex ministra de Sanidad y actual vicepresidenta segunda del Congreso y vicesecretaria de Política Social del Partido Popular, Ana Pastor, el ex ministro de Sanidad, Julián García Vargas, el senador y ex secretario general de Sanidad, Rubén Moreno; el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y ex secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos y el presidente de AstraZeneca España, Rick Rafael Suárez.
El vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez que inauguró la sesión, resaltó que este ha sido uno de los procesos políticos más apasionantes y relevantes que se han vivido en la construcción del estado autonómico, con el traspaso de las competencias que suponen los pilares del Estado del bienestar. Según Rodríguez han sido 20 años que han significado “la modernización del sistema sanitario en España”.
Según el vicepresidente primero del Congreso, la cesión de competencias a las autonomías no debe suponer ningún tipo de desigualdad para el conjunto de la ciudadanía ya que el Estado sigue manteniendo un rol clave en la configuración del sistema adoptando normas y principios comunes. De este modo, el Estado asume un “rol garante” para el acceso así como para la financiación del sistema mediante la definición del modelo de financiación autonómica en el cual la sanidad tiene un peso fundamental.
Para Rodríguez, todo el sistema plantea retos, necesidades y mejoras pero debemos enfrentarnos a ellos desde “la confianza plena que merece lo hasta ahora conseguido”, ya que, según Rodríguez, el modelo sanitario “es una historia de éxito compartido”, concluyó.
Defensa de la descentralización
Por su parte, Ana Pastor ha señalado que “es una defensora del estado autonómico, a pesar de sus ineficiencias”, ya que vivió de cerca lo que era la sanidad no transferida y la transferida. Pastor destacó que efectivamente “hay cosas que tienen que ser el core de los derechos de los ciudadanos y de la cohesión del sistema sanitario, pero hay elementos como la gestión cercana que facilitan el mejor conocimiento de la prestación del servicio sanitario”.
Para Pastor, el diseño inicial era idóneo, pero “los errores han venido después”, aseguró. Por ese motivo, destacó que “hay que trabajar en la gobernanza del sistema, qué es lo que hay que aportar y las necesidades que tendrá, todo ello, para que entre todos se pueda construir el mejor sistema en el futuro”. De este modo, según la ex ministra, “es necesario no perder las señas de identidad del SNS, como son la cohesión, la equidad y la calidad”.
Pastor también hizo hincapié en que no se han conseguido todos los objetivos, sino que sigue habiendo problemas de cohesión, de equidad, de vertebración y sobre todo de reformas permanentes que permitan adaptarnos a los tiempos en los que vivimos.
Por ese motivo, consideró que “es necesario hacer balance”, y, dentro de este, “no se puede obviar nunca al Parlamento” ya que el gobierno del sistema sanitario no solo depende del Consejo Interterritorial, de los consejeros autonómicos y del Ministerio de Sanidad, “el futuro del sistema sanitario también depende del poder legislativo” y por ello, Pastor destacó la importancia del diálogo y de los acuerdos en el ámbito político.
En este contexto, la vicepresidenta segunda del Congreso señaló que uno de los aspectos claves es que al sistema sanitario “le falta medir los resultados en salud”. Además, aprovechó para hacer referencia a la reivindicación histórica que algunos expertos reclaman en relación con la creación de una Agencia de Salud Pública a la que se incorpore la evaluación de la calidad. Para ello, es esencial, según dijo, contar con un buen sistema de información sanitaria, pero actualmente “contamos con 17 sistemas de información, de tal manera que no es intercambiable ni la historia clínica y en muchos casos ni siquiera dentro de la propia comunidad autónoma”, por tanto, consideró la digitalización integral del sistema como “esencial”.
Un sistema interautonómico
Por su parte, Julián García Vargas celebró, al igual que el resto de los asistentes, este vigésimo aniversario. En este contexto, quiso destacar que en la actualidad, “no tenemos un auténtico SNS”, sino que en muchos aspectos puede parecer que hay “un sistema interautonómico, 17 modelos coordinados deficientemente” ya que no existen mecanismos al efecto que, no obstante, dan origen a una buena asistencia de calidad, “gracias sobre todo a sus profesionales y gracias a las inversiones que se han hecho estos últimos años”.
Respecto de la coordinación, García Vargas destacó que se podría haber contado con “mecanismos que se pusieron en marcha como la alta inspección” y de la cual, “no se han tenido noticias porque no se ha aplicado casi nunca”, lamentó Vargas. En un tono crítico expuso que esta situación da lugar a una falta de liderazgo del Ministerio de Sanidad, ya que “no parece” que nadie dirija el sistema. Según él, el SNS funciona “más bien por la inercia que da la demanda de asistencia y la oferta de los profesionales que van añadiendo prestaciones y calidad al conjunto de manera regular”.
El ex ministro también quiso poner de manifiesto que el Consejo Interterritorial del SNS (CISNS) “funciona muy bien a nivel técnico, pero no a nivel político”, ya que, según dijo, “cuando se han tenido que poner en marcha medidas idénticas en las diferentes comunidades autónomas, han surgido algunas discrepancias”, como se ha puesto de manifiesto durante la pandemia. Además, Vargas también hizo referencia a la “muy notable” variabilidad existente en el acceso y calidad de las prestaciones y aseguró que “el acceso a los ciudadanos, como por ejemplo, a cuidados paliativos “es completamente desigual”. Por ello, aseguró que “hace falta un sistema de tratamiento unificado de datos”.
Con su visión amplia, Vargas también hizo referencia y criticó “la ausencia de reformas en las comunidades autónomas de los puntos esenciales heredados del Insalud” en relación al personal funcionario y personal interino, entre otras cuestiones. Pese a esas críticas, también aseguró que las comunidades autónomas han hecho “un buen papel dentro del marco que recibieron y decidieron seguir del Insalud, pero podrían haberlo hecho mucho mejor si se hubieran optado por la reformas y por un enfoque más flexible del sistema, sobre todo en personal y gestión”.
La sanidad ha sido una historia de éxito
Por su parte, Rubén Moreno, autor del capítulo ‘las transferencias sanitarias. Del fin de un gigante el inicio de un mecano”, abordó el proceso de transferencias y señaló que fue “intensísimo y realmente fue un hito”. Según dijo, “afortunadamente entre todos se sacó adelante y contamos con un gran sistema sanitario gracias a todos”. Moreno añadió que “hay que seguir trabajando, pero sin duda podemos estar orgullosos del sistema que tenemos”.
Además, señaló que uno de los aprendizajes más importantes que ha hecho latente la pandemia es la necesidad de “preparar el SNS para nuevas tensiones y hacer reformas en el modelo de coordinación interterritorial, el modelo organizativo y asistencial, su financiación y sus recursos humanos”, para mejorar, sobre todo, en las diferencias entre los servicios ofrecidos en las comunidades autónomas, que “podrán ser lícitas, pero no legítimas, especialmente cuando las prestaciones se pagan con los impuestos de todos”.
Los autores del libro coincidieron que, aunque el proceso de las transferencias tenga muchos retos que sobrepasar, ha sido un “proceso de éxito”, y así ha sido puesto en valor por Martínez Olmos, autor del capítulo ‘Veinte años de transferencias sanitarias en el SNS español. Crónica de un proceso espectacular y claves para el futuro’. El ex secretario general de Sanidad aseguró que la construcción del sistema sanitario ha sido tal éxito que permite que todo el mundo pueda estar satisfecho de su participación en el proceso. Un logro que para él “ha sido una de las mayores hazañas más relevantes de la Constitución Española”.
Martínez Olmos hizo hincapié en destacar que hay que seguir perfeccionando el SNS. Además, consideró que “se ha acertado por apostar por un sistema sanitario público, universal y gratuito”. Según detalló, la construcción del sistema sanitario ha tenido resultados positivos en muy diferentes ámbitos. “Nos podemos sentir muy satisfechos por la contribución que ha hecho a la salud de los ciudadanos, a la economía del país y a la cohesión de la sociedad, ya que ha igualado a los españoles, al menos en derechos”. No obstante, según dijo, existen cuestiones que no se han resuelto bien y, entre ellas, destacó “la necesidad de mejorar el sistema de gobernanza del SNS” y que se deben superar otro tipo de desafíos como los que suponen los cambios disruptivos, demográficos o tecnológicos actuales y que “son tareas que tendrán que afrontar los gobernantes para poder dar un salto que permita consolidar el sistema a las necesidades que la sociedad va a tener en los próximos años”.
Hacia la excelencia sanitaria y farmacéutica
Por su parte, el presidente de AstraZeneca en España, Rick Rafael Suárez detalló que esta obra es una “reflexión pausada pero necesaria”, y señaló que es “esencial” reflexionar sobre de dónde venimos, dónde estamos y hacía dónde nos dirigimos y “analizar si coincide con lo que la sociedad espera”. Suárez añadió que esta “es la base para asegurar unos procesos de mejora continua que nos llevará a la excelencia de la asistencia sanitaria y farmacéutica”.
El responsable de AstraZeneca aseguró que son necesarios unos procesos de mejora continua que nos lleven a la excelencia de la asistencia sanitaria y farmacéutica de todos los españoles. Según dijo, el proceso de las transferencias en España fue complejo y no exento de dificultades. En relación con la pandemia ha considerado que “ha facilitado tener una fotografía fidedigna del SNS” ya que lo vivido “no puede paralizarnos y esperar que los retos encuentren soluciones por sí solos, ya que la paralización lleva al deterioro de cualquier institución”, destacó el presidente de AstraZeneca.
En este sentido, resaltó que por ello, es necesario “trabajar conjuntamente para formar ecosistemas sanitarios que anticipen y desarrollen modelos organizativos y de gestión cuyo resultado sea el aseguramiento de una asistencia sanitaria excelente a todos los ciudadanos”. Además, señaló que los acuerdos multilaterales entre los agentes del sector, públicos o privados “son necesarios” al igual que los acuerdos y pactos políticos, que despolitizan las soluciones a esos retos. Igualmente, expuso el compromiso de AstraZeneca basado en una corresponsabilidad con las autoridades sanitarias en aras de “asegurar esa excelencia tan reclamada por unos ciudadanos empoderados y cada vez más formados”. Como máximo responsable de AZ trasladó la necesidad de “un reconocimiento a todos los esfuerzos realizados, de manera diferencial y positiva, para que sirvan como incentivo y motivación para continuar en esa línea de cocreación de un sistema eficiente y de mejora continua”.
Suárez hizo hincapié en este aspecto y aseguró el compromiso de su compañía de seguir investigando e invirtiendo “para que este ciclo no se ralentice ni se pare”. Pero, también dejó claro que este esfuerzo privado “debe venir acompañado de un reconocimiento y apoyo a toda esta innovación aportada al SNS”. Sin este reconocimiento, según dijo, “cada vez se irá haciendo más difícil atraer inversiones” y estas “se irán alejando de Europa”.
La obra presentada ha sido elaborada por BioInnova Consulting, con el patrocinio de la compañía farmacéutica AstraZeneca y, entre los expertos que conforman el índice de autores, se encuentran parlamentarios de las comisiones de sanidad como José Ignacio Echániz, Ana Prieto, Antonio Román o Juan Luis Steegmann; exministros y altos cargos del Ministerio como Julián García Vargas, Ana Pastor, Rubén Moreno, José Martínez Olmos, Lluis Bohigas, Faustino Blanco, Julio Sánchez Fierro o Juan Carlos Martínez; autoridades de las comunidades autónomas como Alberto Núñez Feijoo, Guillermo Fernández Vara, Iñaki Betolaza, o Isabel Baena; exconsejeros de Sanidad como Boi Ruiz, Santiago Cervera o Jaime del Barrio; representantes de colegios profesionales y pacientes como Tomás Cobo, Jesús Aguilar o Andoni Lorenzo; profesionales y gestores sanitarios como Ignacio Riesgo, José Luis Poveda, José Manuel Martínez Sesmero o Alfonso Suárez; y la periodista María Rey, encargada del prólogo.