Con la publicación este miércoles de la nueva regulación del uso de mascarillas aprobada por el Consejo de Ministros, España pondrá fin a la única medida de prevención obligatoria que se ha mantenido inalterable a lo largo de prácticamente los dos últimos años, desde el pasado 20 de mayo de 2020.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunciada el fin de una medida obligatoria que ahora queda reducida a tres ámbitos muy concretos (centros sanitarios, sociosanitarios y transporte público) y que sigue la senda marcada por la mayoría de los países europeos.
La ministra en su intervención ante los medios ha justificado la decisión en los dos factores que ha reiterado en numerosas ocasiones: el alto porcentaje de vacunación (92% en mayores de 12 años) y en la disminución de la gravedad de la enfermedad.
A partir de ahora, como ya se anunció por parte del Gobierno el uso obligatorio de mascarillas queda delimitado en tres casos. Los centros y establecimientos sanitarios, donde deberán ser portadas por trabajadores y visitantes y que abarca a las oficinas de farmacias, cuestión que ha sido bien valorada desde el CGCOF; en los centros sociosanitarios, que obligará solamente a los visitantes, al entender que los residentes viven en ellas y a los medios de transporte público.
En el caso del uso de mascarillas en las empresas, el uso queda en manos de los departamentos de prevención de riesgos laborales de cada empresa, que serán los que tengan que evaluar el riesgo en función del puesto de trabajo, algo que ha provocado las críticas en algunos sectores laborales al entender que las normas de prevención de una pandemia, no se pueden encasillar en el ámbito de la prevención de riesgos laborales y que la diferencia de valoración pueden crear situaciones diferentes en cada empresa. Igualmente en los ámbitos escolares tampoco será obligatorio su uso.
Por otro lado, desde el Gobierno de España se ha insistido en hacer “un uso razonable” de la protección, con independencia de la situación de gravedad y por ello se recomienda su uso en presencia de personas vulnerables, pacientes inmunodeprimidos, o en lugares pequeños y mal ventilados donde puedan ocurrir aglomeraciones.
La aprobación de la nueva regulación llega sin conocer los últimos datos sobre la evolución de la pandemia en la Semana Santa, si bien los datos para la ministra de Sanidad resultan evidentes: “Hace un año en estas mismas fechas teníamos un 21% de ocupación de UCI, hoy es de un 4%”. Darias reconoce que el periodo festivo puede haber provocado alguna oscilación en la incidencia, pero esta no ha provocado un incremento de la ocupación hospitalaria.
La ministra Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que ha participado junto a Darias en la comparecencia ante los medios tras la reunión del Ejecutivo, ha asegurado que “hoy es un día muy especial para el Gobierno y el conjunto de los españoles en la lucha contra el virus”. En su valoración “estamos avanzando en la normalidad” y podremos volver a mostrar nuestros rostros y nuestras sonrisas”, ha asegurado
La postura de España se asemeja a la que ha realizado el resto de la UE en relación con el uso de los cubrebocas. Actualmente solamente hay tres países que mantienen la obligatoriedad de su uso en interiores: Portugal, Eslovaquia y Malta. La desescalada ha sido progresiva, con el Reino Unido como primer país que abandono su uso el 27 de enero y prácticamente unos días después tuvo que hacer frente a un incremento en los casos de contagio. A partir del mes de febrero, casi toda la lista de Estados miembros de la UE fue derogando sus normativas en esta materia, para que ya en el mes de abril, la mascarilla obligatoria en interiores sea para los ciudadanos que casi toda la Unión, un mero recuerdo.
La medida aprobada por el Gobierno y que este miércoles se convertirá en una realidad, cuenta con un apoyo generalizado, si bien se siguen manteniendo voces que abogan por la prudencia y por apelar al sentido común de los ciudadanos.
En las CC.AA. la situación en diversa. Mientras Cataluña iniciaba el lunes el abandono de las mascarillas en los colegios, un día antes de que el Gobierno aprobada la nueva regulación, en Andalucía, que ha anunciado que acata la decisión del Gobierno, sigue recomendando prudencia y califica la medida de “algo precipitada”, sin esperar a conocer el peso que la Semana Santa ha tenido en la evolución de la pandemia. El mensaje de la Junta de Andalucía encuentra su eco también en la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores que ha asegurado que “no compartimos las prisas por gripalizar el covid”.
El Instituto Balmis también ha insistido en la importancia de proteger a los colectivos más vulnerables y su director, Francisco Giménez explica que “hay que ser prudentes especialmente en sitios poco ventilados y con aglomeraciones, al menos hasta que las cifras estén en niveles bajos”. Giménez Sánchez, recuerda que la decisión es “una medida programada con independencia de las cifras de incidencia que en la actualidad todavía se encuentra en niveles altos, a pesar de que hace semanas que la vigilancia epidemiológica se relajó y se abandonaron las cuarentenas y los estudios de casos sin gravedad”.
Por su parte, la viróloga del CSIC, Margarita del Val avisaba también esta mañana, que en el caso de los interiores, cuestiones como lograr una adecuada ventilación y el control de la calidad del aire son “más importantes” que el uso de las mascarillas.
Otras entidades de pacientes, como es el caso de Alcer, han recomendado que los pacientes renales sigan haciendo uso de las mascarillas en interiores, especialmente en el caso de personas que están en tratamiento renal sustitutivo (diálisis y trasplante), al ser un colectivo especialmente vulnerable.
Esa idea de prevención y de precaución también ha sido respaldada por la mayoría de las autoridades sanitarias en las CC.AA.. Así, desde el anuncio del Consejo de Ministros, diversos líderes regionales han manifestado su apoyo tanto a la medida, como a la responsabilidad ciudadana.
Es el caso del presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, que, por un lado celebraba la medida y por otro pedía responsabilidad a la sociedad para seguir llevando mascarilla en interiores donde haya riesgo. El presidente levantino aseguraba que la norma actual será mejorada a partir de las lecciones de que deja la pandemia.
Por su parte, la Comunidad de Madrid aseguraba que el momento “es favorable”, para proceder a la nueva situación aunque reclamaba que “nos mantengamos pendientes en la evolución” de la pandemia.
Pese a las dudas sobre la evolución, el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que el lunes demandaba sentido común a la sociedad y que auguraba que “muchas personas” seguirían usando las mascarillas una vez que entre en vigor la nueva medida, afirmaba este martes a través de las redes sociales que con esta medida “avanzamos en la vuelta a la normalidad previa a la pandemia”