Terapéutica

La relación entre pacientes y sanitarios, clave en la mejora de las tasas de vacunación

Los profesionales sanitarios son la fuente número uno en la que los adultos confían para obtener información sobre vacunación, según una encuesta

Los resultados de una nueva encuesta realizada por Kantar y patrocinada por GSK revelan que la mayoría de los adultos a partir de los 50 años se hace revisiones rutinarias. El 81% de los encuestados aseguraron haberse hecho esa revisión en los últimos 5 años, lo que supone un ligero descenso con respecto a la encuesta llevada a cabo en 2021 (84%). En el caso de España, este año la cifra se sitúa por encima de la media, con un 84% de los encuestados que afirman haberse realizado chequeos periódicos.

Elaborada durante los meses de julio y agosto de 2022, en esta encuesta han participado un total de 9.900 adultos con edades a partir de 50 años y procedentes de nueve países (Reino Unido, Estados Unidos, Italia, España, Alemania, Francia, Brasil, Canadá y Japón). Éstos fueron encuestados sobre sus actitudes en torno a la salud y el papel de los profesionales sanitarios en la mejora de las tasas de la vacunación. Se trata de una actualización de la encuesta realizada en 2021 a 16.000 adultos mayores de 50 años de los mismos países, excepto de Reino Unido, que se une este año al análisis.

Los encuestados también revelaron que buscan y confían en el consejo de los profesionales sanitarios por encima de otras fuentes. En el estudio de 2021, que se llevó a cabo durante la primera campaña de vacunación frente a la Covid-19 se expuso que los profesionales sanitarios eran la fuente más importante de información fiable sobre las vacunas para los encuestados y, a pesar de una ligera disminución en 2022, éstos siguen siendo la principal fuente en la que confían los pacientes.

Sobre la vacunación, en 2021, 8 de cada 10 de los encuestados refirieron estar vacunados frente a la Covid-19 y solo el 19,8% creía que estaban al día con las vacunas recomendadas para adultos. En la encuesta elaborada este año los pacientes con más de dos comorbilidades se han vacunado más en los últimos cinco años que los que no presentan comorbilidades (90% frente a 84% en Covid-19, 62% frente a 42% en gripe, 17% frente a 7% en neumococo y 12% frente a 7% en herpes zóster). Protegerse siguió siendo, un año más, la razón principal que llevó a los encuestados a vacunarse. Sin embargo, en 2022 se incrementó la necesidad de estar vacunado para viajar y trabajar, lo que sugiere que estamos aprendiendo a vivir con la Covid-19.

En esta segunda encuesta han participado también profesionales sanitarios. Entre éstos, sólo el 44% informó sobre haber hablado de la vacunación con sus pacientes de 50 años o más en el último mes. Los adultos buscan más apoyo y orientación, y los profesionales sanitarios pueden estar subestimando la importancia de su propio papel. Sin embargo, los profesionales sanitarios involucrados en la encuesta han indicado una barrera importante que podría interponerse en su camino: la falta de tiempo para que se lleven a cabo estas conversaciones con sus pacientes. En este sentido, el 65% de los profesionales afirman que la falta de tiempo en la consulta les impide hablar proactivamente de vacunas con sus pacientes adultos.

Sin el tiempo adecuado, los profesionales sanitarios no pueden brindar la orientación que buscan sus pacientes.

Sin embargo, el 41% de los pacientes encuestados en España consideran que la tasa de vacunación mejoraría entre los adultos mayores de 50 años si tuviesen más y mejor información sobre las vacunas que están recomendadas y por qué lo están. Por su parte, un 40% cree que para ello sería importante tener más y mejor información sobre las vacunas y sus potenciales efectos secundarios. Esta falta de información conduce potencialmente a vacunas no inoculadas, más carga de algunas enfermedades y, por lo tanto, más citas con el médico. Un círculo vicioso que la mejora de las tasas de vacunación puede ayudar a romper.

Si bien los profesionales sanitarios están bastante familiarizados con los conocidos beneficios de las vacunas (por ejemplo, la prevención de las consecuencias a largo plazo de la infección, la inmunidad colectiva o el control de brotes de enfermedades), muy pocos son conscientes del beneficio que las vacunas pueden tener en su carga de trabajo y, por lo tanto, en su tiempo. Al ayudar a prevenir esas infecciones que llevan a las citas con los profesionales, la vacunación puede ayudar a interrumpir el ciclo, liberando tiempo para brindar a los pacientes más información sobre vacunas, lo que a su vez conducirá a mayores tasas de vacunación; lo que ayuda a crear comunidades más saludables.

En palabras de Eduardo de Gomensoro, director médico del área de vacunas de GSK en España, “la esperanza de vida ha aumentado en las últimas décadas, lo que hace que las personas vivamos más años y queramos tener una mejor calidad de vida para lo que es clave mantener una buena salud. Esta encuesta nos ha demostrado que la contribución de la vacunación a la buena salud es bien conocida tanto por los profesionales sanitarios como por sus pacientes adultos, pero desafortunadamente, aparte de las vacunas contra la COovid-19, las tasas de vacunación de adultos siguen siendo bastante bajas. Por eso, es importante mejorar el diálogo entre los pacientes y los profesionales sanitarios sobre qué vacunas se necesitan y por qué éstas pueden ayudarnos a sentirnos mejor. A su vez, el reducir el impacto que producen las enfermedades que se pueden prevenir mediante la vacunación también puede ayudar a liberar tiempo para que se lleven a cabo esas conversaciones sobre vacunas entre profesionales sanitarios y pacientes”.

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