El Grupo Parlamentario Socialista del Parlamento de Andalucía ha presentado una proposición no de ley (PNL) relativa al gasto farmacéutico en la que realiza hasta seis propuestas de actuación, entre las que destaca la recuperación de las subastas de medicamentos.
“El Parlamento de Andalucía insta al Consejo de Gobierno a seguir potenciando la prescripción por principio activo en el Servicio Andaluz de Salud y volver a convocar concursos públicos para la selección del medicamento que, por ser el más eficiente, debe ser el que dispense la farmacia cuando se prescriba el principio activo correspondiente”, señala la PNL que se debatirá próximamente en el Pleno del Parlamento.
Según la exposición de motivos, la supresión de las subastas por parte del Gobierno de Juanma Moreno, se ve por el PSOE como parte del debilitamiento y desaparición de “algunas de las estrategias existentes en Andalucía respecto a la calidad y control de la prescripción, a favor de los intereses de la industria farmacéutica”.
No obstante, la PNL peca erróneamente de atribuir a las subastas la consecución de “precios más bajos al generar competencia entre proveedores de fármacos”. Esta afirmación no es correcta ya que el ahorro cifrado en la proposición de más de 560 millones entre 2012 y 2017 no se trasladó al precio de los medicamentos porque habría supuesto una invasión de competencias del Estado, sino que se producía un ingreso a la Consejería de Hacienda por parte de los laboratorios seleccionados. Por ese motivo, no es posible atribuir a la eliminación de las subastas el incremento de gasto farmacéutico que se ha observado en Andalucía en los últimos años.
Este incremento del gasto farmacéutico por recetas ha sido cifrado por el PSOE en un 9,4% entre 2019 y 2020, siendo “la comunidad autónoma con mayor incremento”. En lo que se refiere al gasto farmacéutico total, la PNL señala que supone “un 19% del total del presupuesto sanitario, más de 2.566 millones de euros” y que esta cantidad “se ha incrementado en 321 millones respecto al año anterior”, habiéndose registrado un crecimiento entre 2018 y 2023 de un 34%.
Calidad de la prescripción y PPA
Otras de las propuestas que realizan los socialistas se refieren a la calidad de prescripción y, a este respecto, reclaman “fortalecer la estrategia de uso racional del medicamento, manteniendo actualizadas las guías farmacológicas y protocolos de práctica clínica en base a la evidencia científica” con participación de profesionales expertos y “total independencia de la industria farmacéutica, almacenes de distribución y oficinas de farmacia”.
La proposición también asegura que existe una “presión de las farmacéuticas sobre los profesionales”, por lo que reclaman que se “revierta la situación actual”. Igualmente, consideran necesario “seguir potenciando la prescripción por principio activo (PPA)”. Además, también se reclama un sistema de compras centralizadas a nivel regional para la licitación de medicamentos bioequivalentes (genéricos) y biosimilares de uso hospitalario.
Por último, también se considera necesario “mejorar las ratios de profesionales en atención primaria: médicos y médicas, enfermeros y enfermeras, fisioterapeutas, trabajadores y trabajadoras sociales y personal administrativo para eliminar las demoras, prestar una asistencia personalizada e integral al paciente y recuperar el papel de eje vertebrador de la asistencia sanitaria de la atención primaria, así como a incorporar en los equipos otros perfiles profesionales: psicólogos y psicólogas, podólogos y podólogas, terapeutas ocupacionales..., para abordar necesidades susceptibles de solución sin el recurso farmacológico”.
Nicolas Gonzalez Casares: