A falta de menos de tres meses para la celebración de elecciones en Cataluña, el próximo 27 de septiembre, el gerente de Farmacia y del Medicamento del Servicio Catalán de Salud (CatSalut), Antoni Gilabert, ha hecho balance de la legislatura y ha analizado la política farmacéutica para Diariofarma en una entrevista en profundidad.
Pregunta. Estamos casi al final de la legislatura en Cataluña, ¿Cuál es tu balance en el ámbito farmacéutico
Respuesta. Nosotros hacemos un balance positivo. Se ha desarrollado una política de continuidad en la que vamos poniendo fichas que se adaptan a la realidad. En estos años nos hemos centrado en cuatro ámbitos. Los programas de armonización terapéutica, la política orientada a resultados, la extensión global de receta electrónica y la cronicidad.
P. ¿Qué puede decir respecto a la armonización?
R. Estamos satisfechos de los programas de armonización terapéutica, que nos ha permitido garantizar el acceso a los nuevos medicamentos con un procedimiento. Hay quien dice que es una barrera, pero creo que es una garantía de acceso para que todos tengan las mismas oportunidades, aunque sea con un procedimiento. Se garantiza de este modo la equidad.
P. ¿Y con respecto a la política orientada a resultados?
R. También estamos contentos de poner las bases de una política orientada a resultados que tiene su recorrido final en el pago por resultados. Pero no tenemos que confundir el instrumento con la visión. El instrumento es el pago por resultado pero la estrategia es la orientación del sistema sanitario a los resultados. Empezamos con los registros de tratamientos hace unos años. Llevamos 17 acuerdos de riesgo compartido con 9 laboratorios, 9 medicamentos, 22 hospitales.
“Queremos es orientarnos a resultados y llegar a un acuerdo con los productores de medicamentos sobre cuál es el endpoint y qué vamos a pagar por él”
“Para ahorrar se me ocurren 20 cosas diferentes, el objetivo es lograr una alineación por el beneficio del paciente e incentivos por hacer las cosas bien, no por vender más”
P. ¿Y la receta electrónica?
R. En esta legislatura hemos consolidado la extensión global de la receta electrónica, integrando a todos los hospitales. Ahora el 96% de todas las recetas son electrónicas. También se ha dotado a la receta electrónica de módulos de seguridad clínica con alertas que se ofrecen al clínico y mensajería entre profesionales de modo que médicos y farmacéuticos puedan interaccionar. Además, hemos incorporado toda la medicación no financiada con la finalidad de que se incorpore al Plan Terapéutico Integral.
P. También comentaba de la cronicidad…
R. En el ámbito de la cronicidad hemos iniciado bastantes experiencias tanto con los pacientes como con los clínicos. El paradigma es la reciente prueba piloto entre oficinas de farmacia y centros de salud en seguimiento de pacientes crónicos complejos. El médico inicia la prescripción de un seguimiento terapéutico que va a realizar la oficina de farmacia con una entrevista, tests de calidad de vida y, de forma aleatoria y de forma ciega, unos pacientes se les hace dispensación individualizada con Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD) y a otros no. Después al cabo de un tiempo vamos a ver la diferencia entre ambas ramas. Esto está funcionando desde el 15 de este mes.
“Me cuesta creer que la falta de transparencia traiga algo positivo”
“Antes de final de año vamos a poner un acuerdo de riesgo compartido en casi todo el sistema”
P. Con respecto a la armonización terapéutica se consigue una equidad interna, pero qué ocurre con respecto a los pacientes de otras comunidades no. ¿Lo han analizado?
R. Bueno, yo creo que esto también tiene que contribuir a la equidad. Primero porque a través de este programa colaboramos con los IPT españoles que intentan unificar. Y después porque para generar equidad y un uso razonado de los medicamentos se necesita generar un método confiable, reproductible, transparente y predecible global. Lo que es imposible es generar equidad entre las comunidades autónomas sin un procedimiento. Cada uno de una forma, sin saber cómo, toma sus decisiones. Pero si se pone una metodología, cada vez más las regiones van incorporando mecanismos y cada vez vamos a converger más. Cada vez hay menos diferencias, especialmente dentro de cada comunidad.
P. ¿Cómo se compatibilizan con los IPT los informes y dictámenes del programa de armonización del Catsalut?
R. Nosotros lo compatibilizamos bien. Si no hay Informe de Posicionamiento Terapéutico está este informe. Además, cuando nosotros tenemos el dictamen de un IPT respetamos lo que dice el IPT: Otra cosa es que los IPT no bajen al terreno y cuanto más próximo estás hay que hilar más fino. Si el IPT lo abarcara todo ya nadie evaluaría nada más, pero hay veces que hay que desarrollar alguna parte. Además, yo necesito además estos informes para que cuando participe en un IPT tenga algo que aportar.
“Lo que no sabemos es qué habría pasado con transparencia. [Los precios de los medicamentos de la hepatitis C] Podrían haber bajado más”
“Si los compradores se ponen de acuerdo, seguramente maximizaría costes
P. Entonces el IPT nunca va a impedir evaluaciones autonómicas…
R. Es complicado. La única manera es que los IPT se utilicen, de verdad, para las decisiones de financiación y precio. Lo que no puede ser es que la financiación y precio vaya por un lado y luego el IPT limite la financiación y precio. El IPT debe utilizarse para decidir financiación y precio y si el IPT dice que la financiación sea para solo para un subgrupo, pues que se haga así. Estamos aún en proceso…
P. Pero, ¿qué balance hace de los IPT después de dos años?
R. Positivo como idea y voluntad de hacer cosas. Pero no tan optimista en lo que se refiere a tratar de hacer este balance sólido. Creo que debe haber más cohesión y ganas de liderar las cosas con las comunidades autónomas y no para las comunidades autónomas. A nosotros en Cataluña no se nos ocurre enviar a nuestros proveedores una carta para decirles lo que tienen que hacer el día antes de tener que hacerlo.
P. Eso lo lleva diciendo mucho tiempo… ¿no le escuchan?
R. Creo que sí, todos escuchamos, pero está claro que decir las cosas es más fácil que hacerlas. Primero hay que creérselas, después verbalizarlas y luego hacerlas, aunque es complicado. Pero yo siempre digo que en este país en el ámbito de Farmacia en las comisiones, a nivel de Consejo Interterritorial hay un ambiente propicio para avanzar. Otra cosa es que después, las agendas lo permitan.
“Cuando se dice: “es que estamos un 20% por debajo de Alemania…”. ¡Si nadie sabe a qué precio se vende el medicamento a Alemania!.”
“No creo que sea favorable para el Sistema Nacional de Salud de cualquier país evitar la transparencia de precios”
P. Es un ámbito poco politizado, más técnico, ¿no?
R. Creo que hay que introducir metodología. La decisión de precios tiene que tener una metodología. Tiene que ser una decisión mucho más técnica que de negociación. Ha mejorado, porque antes estábamos bastante lejos. Hay que continuar mejorando y para ello hay que poner mucho empeño y respetar todas las sensibilidades.
P. ¿Ha renunciado a que los IPT tengan la información económica?
R. Insisto e insistiré. Cuando se hace un posicionamiento no se puede entender al margen de los costes. Igual que a nadie se le ocurre saltarse la relación beneficio-riesgo, creo que no se puede obviar la relación coste-beneficio. Las innovaciones incrementarles se debe valorar y comparar a cambio de cuánto se pide. Esa sería la manera de definir el precio del medicamento con un procedimiento técnico y no diciendo que está por debajo de tal o cual, algo que se ha demostrado que es una falacia.
P. ¿Habla de hepatitis C?
R. No, hablo de cualquier medicamento. Cuando se dice: “es que estamos un 20% por debajo de Alemania…”. ¡Si nadie sabe a qué precio se vende el medicamento a Alemania! Otra cosa es el precio que se publicita. No creo que sea favorable para el Sistema Nacional de Salud de cualquier país evitar la transparencia de precios. La no transparencia normalmente se ejerce para que yo sea diferente del otro y además que tengo las mejores condiciones. Pero claro, puede ser que no sea cierto e incluso puede ser injusto para otros ciudadanos del mundo.
“La decisión de precios tiene que tener una metodología. Tiene que ser una decisión mucho más técnica que de negociación”
“Cuando se hace un posicionamiento no se puede entender al margen de los costes”
P. ¿Pero no cree que esos precios opacos son los que han permitido en el caso de la hepatitis que los precios de los medicamentos hayan bajado tanto?
R. Lo que no sabemos es qué habría pasado con transparencia. Podrían haber bajado más. Una de las formas de maximizar los precios es la segmentación del mercado. Nadie maximiza precios con una estrategia global. Si los compradores se ponen de acuerdo, seguramente maximizaría costes. Pero esto habría que hacerlo bien. No estoy proponiendo una revolución del sistema, pero creo que al sistema le iría mejor con transparencia. Al menos académicamente hay que plantearlo porque me cuesta creer que la falta de transparencia traiga algo positivo.
P. Volviendo a los acuerdos de riesgo compartido. Comentas que lleváis 17 acuerdos y parece como si siguieran siendo proyectos piloto. ¿Cuándo van a dejar de serlo para tratarse de algo ordinario?
R. Muy pronto. Seguramente, antes de final de año vamos a poner un acuerdo de estos en casi todo el sistema. Nos hemos orientado a oncología. Esto es como un puzzle, vas poniendo piezas y de repente un día te das cuenta de que lo tienes completo. En oncología nuestros acuerdos afectan a la mitad de la población de Cataluña al realizarse en el Instituto Catalán de Oncología (ICO). Para generalizarlo hay que ir convenciendo… Ahora tenemos contratos de riesgo compartido para los cuatro medicamentos para el cáncer colorrectal metastásico y tenemos todo el mercado en la mitad de Cataluña. Lo mismo para cáncer de pulmón. Ahora falta incrementar el número de hospitales.
“Si el IPT lo abarcara todo ya nadie evaluaría nada más, pero hay veces que hay que desarrollar alguna parte”
“no puede ser que la financiación y precio vaya por un lado y luego el IPT limite la financiación y precio”
P.¿Cada acuerdo, por ejemplo de cáncer colorrectal es diferente, con metodologías distintas o no?
R. Todos los acuerdos tienen denominadores comunes. Cada acuerdo llega a un mismo endpoint, las medidas de resultado son similares, pero pueden cambiar las condiciones de retorno, si es en cash o en producto, pero se van mimetizando. Al final, lo único que queremos es orientarnos a resultados y llegar a un acuerdo con los productores sobre cuál es el endpoint y qué vamos a pagar por él. Y cada medicamento puede tener su propio pago y descuentos diferentes
P. Pero sin transparencia…
R. Si, también incluso cada hospital. En teoría cada descuento debería estar en los concursos pero…. Lo importante es que esto no es una medida de ahorro, para ahorrar se me ocurren 20 cosas diferentes. Es para pagar por resultados y lograr una alineación por el beneficio del paciente. Los incentivos van a favor de hacer las cosas bien, no por vender más.
“La armonización terapéutica es una garantía de acceso para que todos tengan las mismas oportunidades”
“Es imposible generar equidad entre las comunidades autónomas sin un procedimiento“
P. Los contratos de riesgo compartido requieren de registros de pacientes. ¿Cómo los están gestionado?
R. Nosotros registramos diferentes datos de los tratamientos, diferentes variables a lo largo de la enfermedad. Lo hacemos en la base de datos RPT (Registro de Pacientes y Tratamientos) y esta base de datos se puede tratar de forma colectiva analizando los resultados de una cohorte para hacer benchmarking o individualmente para analizar resultados o para desarrollar un método de pago.
P. ¿Estos registros son del CatSalut o son pagados por alguna compañía farmacéutica?
R. No, son nuestros. Solo tenemos un acuerdo con Roche que nos facilitaron el soporte de una consultora para ayudarnos a definir el sistema. Roche quería que avanzáramos en este ámbito porque ellos estaban también interesados en sistemas de medir resultados.
Cada prestación disruptiva tiene que ir con financiación o bajar el precio de otras prestaciones para compensa”
“Llevamos 17 acuerdos de riesgo compartido con 9 laboratorios, 9 medicamentos, 22 hospitales”