Profesión

“La SEFH tiene ahora más socios, más comprometidos, más visibilidad y una marca que nos posiciona”

Entrevista a José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) en la que hace balance de sus ocho años al frente de la sociedad científica.

Se cumplen ocho años, dos legislaturas, desde que José Luis Poveda accedió a la presidencia de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y, en este tiempo, mucho ha cambiado esta sociedad científica, el papel del farmacéutico de hospital e incluso el propio sistema sanitario. Para hacer balance de estos ocho años, Poveda concedió una entrevista a Diariofarma en la que hace repaso de este periodo y adelanta que, aunque sale por la puerta de la presidencia de la SEFH, esta sociedad "es su vida" y tiene preparado su próximo  truco en el entorno asistencial, que se verá en los próximos meses.

Pregunta. ¿Qué balance haces de estos ocho años de presidencia de la SEFH que ahora finalizan?

Respuesta. Hay tres elementos clave de estos ocho años. Primero, somos más socios, 1.072 socios nuevos, un 45% más. Y parece lógico, pero en realidad había una tendencia bastante clara antes de mi incorporación y no sólo no se incorporaban socios sino que se perdían. Pero quizá lo más importante no es sólo este capital humano que hemos incorporado, sino el compromiso de colaboración con la sociedad.

P. ¿A qué se refiere?

R. Cuando cogimos la sociedad había cuatro grupos de trabajo que hacía tiempo que no se ponían en activo. Ahora hay 22 y más de 600 profesionales colaboran en el desarrollo de las actividades tanto formativas como de investigación y la elaboración de documentos que mejoran la calidad asistencial de la farmacia de hospital. Este compromiso se ha visto reflejado también con lo que ha salido del plan desarrollo de competencias y todo el tema de formación. A largo de estos ocho años han participado 6.835 socios en cursos presenciales y 5.447 en cursos virtuales de esta sociedad.

P. La sociedad también ha ganado presencia, ¿no?

R. Otro de los aspectos que yo resaltaría, es que hemos hecho visible lo invisible. El farmacéutico siempre estaba en los hospitales fuera del entorno asistencial, en los sótanos, y desde la participación del cuarto año de especialidad, pero sobre todo con el impulso que se ha dado en determinadas áreas, como oncología, críticos, urgencias ha hecho que el farmacéutico sea visto como parte del resto del equipo asistencial y que cada vez se exija su presencia en estos equipos. Pero no sólo lo hemos visto hecho visible dentro del hospital sino también fuera. El número de pacientes que venían a ser dispensados se ha incrementado en más de un 500% en estos ocho años. Para mucha población nosotros no existíamos y ahora somos visibles y también en las áreas de hospitalización de oncología donde somos cada vez más visibles. Otra visibilidad muy importante es en los centros socio-sanitarios. Ya hay un 20% de centro que están vinculados hospitales, por lo que ahora ya nos conocen.

P. También han ganado presencia en Atención Primaria….

R. Así es. También hemos tenido más visibilidad con los pasos que hemos dado con el desarrollo de la nueva especialidad de Atención Primaria, que nos amplía los horizontes profesionales y nos facilita la posibilidad de una especialización que, por cierto, con el Real Decreto de troncalidad, el farmacéutico de hospital adquirió. Con nuestra formación previa, el Ministerio consideró que teníamos las capacidades para realizar las actividades en primaria, cosa que no hizo al revés y los farmacéuticos de Atención  Primaria tendrán que examinarse para demostrar su capacitación para ejercer en el hospital.

P. ¿Cómo vió esa fusión de especialidades, un espaldarazo o una dilución de funciones?

R. Cuando te otorgan una especialidad que no tenías, cuando te amplían tus competencias desde el hospital a la Atención Primaria y cuando se exige su especialización para el ejercicio profesional, es que estamos creciendo profesionalmente. Pero más allá de ese crecimiento, creo que había una necesidad de que los farmacéuticos que estaban ejerciendo en primaria tuvieran reglado su periodo formativo. Y, por lo tanto, la variabilidad y el nivel de formación que existe entre los farmacéuticos de primaria es muy diferente entre los que vienen de hospital y los que no. Y eso lo va a arreglar el Real Decreto de troncalidad. Por lo tanto, es una oportunidad para dar continuidad asistencial con los mismos criterios, la misma capacidad, a la misma formación y las mismas competencias.

P. Otro aspecto de visibilidad es el que le da los acuerdos que están firmando con otras sociedades científicas, ¿no cree?

R. Así es, también es importante la proyección que le hemos querido dar a la continuidad asistencial. No sólo en la Atención Primaria, sino también con los acuerdos que estamos haciendo con la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) para darle una continuidad asistencial a toda nuestra actividad. Entendemos que somos el 0,45% de todos los profesionales sanitarios con grado y, por tanto, podemos liderar procesos, pero tenemos que ir de la mano de mucha gente para que esto de la continuidad asistencial y la prestación farmacéutica en diferentes ámbitos, adquiera la mayor calidad.

P. Todo lo que comenta ha hecho crecer a la SEFH como sociedad en estos años...

R. Sí. El tercer hito es que hemos convertido la SEFH en una imagen de marca. La gente se siente comprometida desde el punto de vista profesional con esta sociedad, se siente orgulloso de pertenecer a ella. Yo tengo la sensación de que esto ha aumentado de forma importante. Cada vez tenemos más alianzas con diferentes sociedades científicas y entidades de pacientes o universidades e instituciones, lo que nos da una proyección y desarrollo. Mucha gente considera que somos unos agentes activos en el sistema y que es interesante crear alianzas con nosotros. Por tanto, yo creo que tenemos más socios, más comprometidos, más visibilidad y una imagen de marca creada entre todos y que nos da un posicionamiento estratégico dentro del sistema.

P. Por todo lo que ha dicho, entonces, hay un balance positivo para la sociedad y la profesión tras ocho años

R. Si miramos los datos, es así. Si miramos la encuesta de satisfacción de los socios que publicaremos en la asamblea, un porcentaje altísimo de ellos, cerca del 85% está de acuerdo con toda la labor que se ha realizado por la SEFH. En ocho años todo el mundo tiene oportunidad de crecer, pero creo que lo hemos hecho de forma exponencial en comparación con otras sociedades científicas. Es un hecho anecdótico, pero hoy estamos en el congreso de la SEOM, hace ocho años no sé si hubiera sido posible. Estamos aquí como parte de la administración en el mismo foro en el que están los oncólogos y Agustín Rivero. Por tanto, esa visibilidad que tenemos y esa credibilidad nos lo hemos ganado en estos ocho años. La junta directiva canaliza el talento de la gente pero estamos bastante mejor como profesión de lo que estábamos hace ocho años.

P. ¿Qué momentos se te han quedado grabados en estos últimos ocho años como el más amargo y el más dulce?

R. El más amargo, que después se convirtió en dulce, fue cuando se anunció por parte del Ministerio que no iba a haber convocatoria del FIR. Fue un periodo bastante duro y al final lo que hizo fue cohesionarnos más como grupo. Cuando tienes adversidades, el colectivo se une más y se hace menos permeable a ellas. Ha sido de los momentos más duros pero, por otra parte, tuvo la recompensa de ver que este trabajo que habíamos desarrollado, para generar colectivo, esa imagen de marca, se vinculara para que fuera posible parar algo que no era fácil.

P. Dulce y amargo en pocos días y sucedió hace muy poco… Ha comentado también que la SEFH ha ganado en visibilidad, pero también en notoriedad, influencia y credibilidad… ¿no cree?

R. La credibilidad que hemos ganado ha hecho que el número de farmacéuticos que participan en los grupos de coordinación de posicionamiento terapéutico de los IPT sea muy elevado, en la elaboración de la guía de buenas prácticas de elaboración de medicamentos, en todas las actividades institucionales que han hecho avanzar a la profesión. Y creo que desde el punto de vista del Ministerio y de la Agencia, la consideración que tienen del farmacéutico de hospital es muy diferente de la que tenían hace ocho años, probablemente porque hemos trabajado para que eso fuera posible.

P. ¿La necesidad de la búsqueda de eficiencia también ayudo a ese cambio de percepción?

R. Evidentemente, porque la actividad del farmacéutico de hospital no sólo ha buscado la eficacia, efectividad y seguridad de los tratamientos, también ha buscado la eficiencia. Así que, cuando los momentos han sido los más difíciles, otros que no hablaban tanto de la eficiencia, han tenido que asumir que el farmacéutico de hospital haya sido un agente que ha vertebrado la farmacoterapia sobre criterios de optimización de uso.

P. Ahí se han hecho hueco…

R. Yo creo que ha consolidado un modelo profesional que venía cimentándose desde hace mucho tiempo, pero claro, cuando hay adversidades es cuando se demuestra el perfil profesional y el valor que aportamos a la organización. Y creo que en estos momentos difíciles de la crisis se ha visto el valor que aportábamos al sistema sanitario, a los profesionales y a los pacientes. No olvidemos que la optimización de recursos da más valor a la  farmacoterapéutico, según las necesidades de los pacientes.

P. Al año de llegar a la presidencia de la SEFH lanzaron un proyecto estratégico, SEFH 2020, con una treintena de propuestas para el desarrollo de la sociedad y la profesión hasta 2020. ¿Qué balance hace ahora que se ha pasado el ecuador del mismo?

R. Lo que hicimos fue diseñar un objetivo, un plan, porque lo importante saber a dónde quieres llegar. En ese proyecto 2020, un conjunto de profesionales de distintas áreas definieron cuáles eran los objetivos y las líneas estratégicas a tener en un futuro y establecieron los indicadores a medir. Hemos hecho algunas encuestas en 2010 y 2013 y vemos que estamos avanzando. Lo importante es que tenemos esa hoja de ruta, que lo estamos midiendo y en un proceso tan complejo como es un avance de las organizaciones, en poco tiempo, se han visto avances importantes.

P. Sigue habiendo retos por cumplir, ¿pero, se han cumplido muchos?

R. Nos fijamos objetivos muy ambiciosos sabiendo que eran complicados de cumplir, pero preferimos tener metas altas que resignarnos al cumplimiento de algunas cuestiones básicas. Creo que teníamos que aspirar a cotas más altas.

P. Ha comentado antes que los farmacéuticos de hospital están participando en los IPT, pero Vd. y la sociedad han sido críticos con ellos. ¿Cómo los ve ahora?

R. Una cosa no quita la otra. La idea es buena, el desarrollo ha sido lento, la implementación por las comunidades autónomas ha sido escasa y todavía necesita un proceso de mejora importante. Desde luego, el proceso fundamental es la incorporación de la valoración económica y posicionar los fármacos primero dentro de cada indicación y en el conjunto comparado con otras indicaciones.

P. ¿No cree que se siguen perdiendo recursos con evaluaciones múltiples de los medicamentos, IPT, Génesis, las comunidades autónomas?

R. Nosotros seguiremos haciendo evaluaciones mientras que los socios consideren que la evaluación que realiza Génesis aporta un valor incremental sobre la del IPT. Ya nos gustaría estar conformes con toda la metodología y el resultado del IPT y que la valoración del posicionamiento fuera más explícita desde el punto de vista de la incorporación de la información económica. Pero mientras que no se produzca eso y mientras que los socios consideren que la evaluación de Génesis sigue aportando valor, seguiremos apoyando esa valoración, que no tiene por qué ser contradictoria con la del IPT porque ya sabemos que muchos de los participantes del Grupo de Coordinación los utilizan y sabemos que le está sirviendo al propio Ministerio y Agencia.

P. En los últimos años ha vivido cómo muchos medicamentos que se dispensaban en la farmacia comunitaria se llevaban al hospital y ahora se está demandando por la farmacia comunitaria el regreso de muchos de esos medicamentos. ¿Cómo vivió esa llegada?

R. Bueno, esto se inicia con el Prosereme V, sobre el año 1997 con una serie de fármacos que se consideraban de especial control. Eran fármacos para pacientes hemofílicos y también pacientes con VIH. Yo nunca vi al Consejo de Farmacéuticos reivindicando que los pacientes con VIH fueran a recoger esos medicamentos a la oficina de farmacia. Hay que ser justos y ver dónde estamos porque hemos estado donde teníamos que estar en el momento en que teníamos que estar. La diatriba sobre dónde tiene que ir un medicamento es una simplificación del sistema. El seguimiento de los pacientes no tiene que ser en función de si el tratamiento es innovador o no. Un antihipertensivo puede ser tan innovador como otro fármaco y no por eso lo vamos a dejar en uno u otro sitio.

P. ¿Y entonces, qué hay que hacer?

R. Lo importante es que tengamos definido cuáles son los elementos para mejorar el uso del medicamento desde el punto de vista de la participación en equipos multidisciplinares, cuál es tu posibilidad de acceso a la información para ese seguimiento y control de los fármacos, y después, se puede hablar absolutamente de todo para mejorar el acceso. Pero desde luego el acceso no es un tema relacionado con la innovación. El acceso tiene que ver con el proceso que nosotros hacemos. Y tan importante es el seguimiento del paciente hipertensivo o con colesterol o glucemia en la farmacia, como puede ser en un producto innovador. Por eso, hay que preguntarse cuáles son los mecanismos de seguimiento que está teniendo la farmacia con los pacientes hipertensos desde el punto de vista de su integración en los centros de salud, su valoración de resultados y su aportación en términos de optimización de los recursos.

P. Entonces, de cara a una posible vuelta como reclama el CGCOF, ¿tendría que empezar por esa actividad con esos otros medicamentos?

R. Cuando tú quieres dispensar un determinado fármaco, que tiene una complejidad diferente, que exige una especialización, que se prescribe en el entorno especializado y que la contribución de equipos multidisciplinares se plantea como un trabajo fundamental para la organización de la terapia, necesariamente tienes que empezar a demostrar el valor que aportas a la organización. Y el valor no es sólo la accesibilidad. Ese es un parámetro de calidad pero hay otros muchos más valores.

P. Se caracteriza por decir cosas que le pueden traer problemas pero ¿se calla más de lo que dice?

R. Me callo algunas cosas, no digo que no. Pero cuando uno asume el papel de representante de una sociedad tiene que ser consecuente con esa responsabilidad que adquiere. Por eso creo que hay que manifestar la opinión de la sociedad o al menos la tuya personal cuando te lo piden y entender que no les va gustar a todos. Creo que mejoramos muy poco con la famosa frase de lo políticamente correcto.

P. ¿Tiene preparado un último truco de magia para ser presentado en el congreso de la SEFH, alguna sorpresa?

R. Sí, habrá, habrá sorpresas, pero nunca se pueden revelar. Habrá sorpresas.

P. ¿Y qué mensaje le envía a su sucesor?

R. Creo que va a tener todo el respaldo de la sociedad. No entra nuevo, ha sido director de formación, ha sido vicepresidente, por lo que todo el mundo le conoce. Va a contar con todo el apoyo de la sociedad. Es un privilegio y un honor dirigir esta sociedad y, sobre todo, una responsabilidad muy importante. Le animo a seguir la senda que él considere adecuada. Las líneas maestras, más o menos, están marcadas, pero creo que es bueno que haya renovación de cargos y que nueva gente con nuevo espíritu vaya a la sociedad para modificar las cosas que sean modificables y mejorar las que lo necesiten.

P. ¿A qué va a dedicar José Luis Poveda el tiempo libre que tendrá a partir de ahora?

R. No voy a tener mucho. Habrá truco de magia y, seguramente, alguna sorpresa los próximos meses también. Tengo proyectos muy interesantes en el entorno asistencial, del cuidado de los pacientes. Uno no se va de la vida, y mi vida y mi pasión es la farmacia de hospital. Estaré donde se necesite que esté. A veces liderando proyectos, otras apoyando su desarrollo, pero esta sociedad forma parte de mi vida, soy vocacional para la farmacia de hospital y esta es mi sociedad y la siento como mi vida.

Esperaremos a ver ese último truco…


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