La diferenciación en dermocosmética, respecto a otros canales de venta, debe buscarse en el servicio profesional de calidad, según se puso de manifiesto durante la mesa redonda dedicada a la Atención Farmacéutica de la III Jornada Profesional de Dermofarmacia celebrada el 24 de noviembre por el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos.
El mercado de la dermocosmética ha aumentado un 3% en oficina de farmacia durante el último año, según datos de la patronal Stanpa, lo que significa que es un segmento por el que apostar. Gema Herrerías, vocal de Dermofarmacia del COF de Sevilla, considera que este incremento ha sido posible porque medio millón de consumidores han preferido ir a la farmacia, y si lo han hecho es por el consejo profesional que en ella encuentran. “Tenemos que pasar de vender productos cosméticos a hacer Atención Farmacéutica en dermofarmacia”, apuntó.
Un servicio de Atención Farmacéutica puede ser desarrollado en cualquier farmacia, según demuestra un estudio realizado en farmacias de distinta tipología de Sevilla. Aunque es importante ser realista, es posible implantar un servicio con pocos recursos, sin ser imprescindible contar con un dermoanalizador, según esta experta. “Es más importante la actitud que los medios”, subrayó.
A su parecer, las claves para un servicio profesional de dermofarmacia son, en primer lugar, tener al equipo formado y motivado. En segundo lugar, un espacio diferenciado para atender al paciente. También ve fundamental realizar una gestión de los productos, por categorías. Finalmente, hay que ofrecer el servicio al paciente y realizar un seguimiento. Para el desarrollo de estos puntos, la vocal de Demofarmacia del COF de Sevilla aconseja la implantación de un Plan Normalizado de Trabajo. Éste debe incluir el consentimiento firmado por el paciente del tratamiento de sus datos, el registro de la información relativa a la medicación que toma y posibles problemas de salud y una ficha para el paciente con el consejo realizado y los productos indicados.
El vocal de Dermofarmacia del COF de Baleares, Tomás Muret, participante en la mesa redonda, coincidió con Herrerías en que los requisitos indispensables para implantar un servicio en esta área son la formación, trabajar bien el mostrador, disponer de una zona de atención personalizada y la implicación del personal. Para conseguir esto último, es necesario contar con un protocolo para el desarrollo del servicio, puesto que aportará seguridad al equipo y ofrecerá una imagen de profesionalidad, desembocando todo ello en un aumento de la rentabilidad.
La conferencia impartida por María Jesús Lucero, profesora titular de Demorfarmacia de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla, también puso de manifiesto que tener conocimientos es un elemento diferenciador para la oficina de farmacia. Tal como explicó, las fórmulas de los productos dermocosméticos no varían demasiado, por lo que la diferencia se encuentra sobre todo en los ingredientes y la combinación de los mismos. A su parecer, el farmacéutico debería poder interpretar los mensajes publicitarios y saber comprobar la eficacia de un producto a través del análisis de la declaración de ingredientes.
Estos conocimientos y la Atención Farmacéutica es lo que diferencia la oficina de farmacia de otros establecimientos. “En otros sectores, el profesional dice lo que le han dicho que tiene que decir, mientras que en la oficina de farmacia hay que tener criterio y saber diferenciar entre un producto y otro”, apunta esta profesora.