Las células CART señalan un nuevo camino en la terapéutica del cáncer y abren nuevas puertas para desarrollar estrategias activas frente a esta enfermedad. Con el objetivo de profundizar en su conocimiento, dado el reciente desarrollo que han tenido, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, con la colaboración de la compañía biotecnológica Celgene, ha organizado el curso ‘Células CART: de la promesa a la realidad’, dirigido por Jesús María Hernández Rivas, especialista en investigación clínica en hematología y hemoterapia en el Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca y catedrático en la Universidad de Salamanca.
El Rector de la UIMP, César Nombela ha destacado el “interés especial en todos los sentidos” que tiene este curso. No solo por la novedad científica que supone el desarrollo de esta nueva vía terapéutica sino porque hace menos de dos semanas se aprobó en Estados Unidos el primer medicamento que utiliza esta tecnología: Kymria, de Novartis.
En la inauguración del curso también estuvo presente la consejera de Sanidad de Navarra, María Luisa Real, que mostró su satisfacción por el desarrollo de esta tecnología, que “abre muchas expectativas pero persisten muchas incertidumbres”. En este sentido, señaló que se requiere de más tiempo para verificar la seguridad y eficacia a largo plazo de este tipo de tratamientos y señaló que “hay que buscar fórmulas que compatibilicen el derecho de los pacientes al tratamiento y la sostenibilidad del SNS”. En este sentido, mencionó la necesidad de alcanzar un ‘precio justo’ que cubra los costes “así como un legítimo beneficio empresarial”.
Por su parte, el director del curso, aseguró que “las CART no son el final de nada; sino que son el inicio de una revolución del tratamiento”. Según detalló, se pasa de utilizar comprimidos o viales, a un tratamiento que se parece más a un concentrado de plaquetas. Por ese motivo, explicó que “estamos en una nueva era de cómo pueden ser los tratamientos médicos del futuro. No sé si se podrán llamar farmacéuticos”.
“Con la modalidad terapéutica CART no se va a acabar el cáncer, pero sí se abren nuevas puertas a tener moléculas mucho más activas para manipular el sistema inmunológico debilitado en el paciente oncológico. Con este tipo de planteamientos estamos logrando estimular y alertar al sistema inmunológico y, por lo tanto, educar a esos linfocitos de nuevo”. Así lo ha confirmado Hernández Rivas.
Es una revolución absoluta por la cual, mediante esta terapia con células del propio enfermo enseñadas y entrenadas en el laboratorio, se puedan matar las células malignas del propio paciente”.