Artículo de opinión de Mª Pilar Jiménez Molina, Farmacéutica, Account Executive en Ene life, agencia perteneciente a AEAPS (www.aeapsalud.es).
Primero fue internet y luego las Apps de salud. No cabe duda de que las aplicaciones sanitarias están revolucionando sorprendentemente la Sanidad a nivel mundial.
Existen más de 100.000 Apps vinculadas a la salud y el bienestar. Son innumerables las ventajas que estas presentan, pero ¿corremos el riesgo de que el usuario crea que sustituyen al médico?
Gracias a este tipo de aplicaciones el paciente participa de forma más activa en el cuidado de su salud (lo que conocemos como empowerment o empoderamiento del paciente) y consigue modificar su estilo de vida, desarrollando unos hábitos saludables. También es posible que monitorice distintos parámetros corporales con un simple clic. O que consulte información actualizada sobre una patología. No podemos negar que algunas de ellas, incluso, mejoran la adherencia terapéutica. Pero no hay que olvidar que una App de salud no nos convierte en médicos, al menos por ahora.
Al igual que el paciente del siglo XXI puede acudir a consulta sobreinformado e incluso malinformado, un mal uso de este tipo de Apps puede ser peligroso. De ahí que unos mínimos de calidad y seguridad en este campo son cruciales para no convertir a estas App en un enemigo.
La regulación de las Apps sanitarias es compleja, además de costosa (no solo a nivel directo sino también de forma indirecta por el riesgo de frenar el desarrollo de la m-health). En la Unión Europea se aplica la regulación que se corresponde a dispositivos médicos y el marcado CE, aunque existe una zona gris en cuanto a su aplicación al mundo de las Apps. En España, ya hay dos comunidades que han establecido sellos oficiales de acreditación para este tipo de Apps (Andalucía y Cataluña).
Nos encontramos ante una sociedad que avanza hacia una población con mayor media de edad y con más enfermedades crónicas. Asimismo, tanto a nivel rural como urbano, cada vez es más frecuente que personas de edad avanzada (> 70 años) manejen smartphones. Todos estos factores nos hacen predecir que en un futuro cercano las Apps de salud jugarán (juegan por ser más precisos) un papel importante en la Sanidad, formando parte de la vida diaria de las personas y facilitando la labor del médico.
Una vez más, la tecnología se ha puesto al servicio de la salud, así que aprovechémoslo, desarrollemos y usemos este tipo de Apps, siempre desde el sentido común.
Mª Pilar Jiménez Molina, Farmacéutica, Account Executive en Ene life, agencia perteneciente a AEAPS (www.aeapsalud.es), asociación que reúne las principales agencias especializadas en comunicación y publicidad en Salud.
Nicolas Gonzalez Casares: