Política

Los retos de la priorización en salud en el futuro, en un libro

Un libro recoge el estado actual del establecimiento de prioridades por parte de los responsables de la política y la gestión sanitarias.

La priorización en la toma de decisiones es algo necesario en el ámbito sanitario. Hacerlo de forma reglada, transparente y justa es uno de los retos más relevantes que se presentan en el futuro. Con el objetivo de analizar el estado actual del establecimiento de prioridades por parte de los responsables de la política y la gestión sanitarias se ha elaborado el libro “¿Priorizar Servicios Sanitarios o salir del paso?”, que forma parte de la Colección "Economía de la Salud y Gestión Sanitaria", dirigida por el profesor Vicente Ortún (Universidad Pompeu Fabra) y que ha contado con la coordinación de la Asociación Española de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AEETS) y el patrocinio de Celgene.

En la presentación han participado algunos de los autores de la obra junto al codirector de la misma, Salvador Peiro. Previamente, la inauguración del acto fue llevada a cabo por el director de la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial, José Ramón Repullo, y José Soto, director gerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que actuaba en representación de la Sociedad Española de Directivos de Salud (Sedisa).
Repullo explicó que la toma de decisiones colectiva “exige algún tipo de justificación” para lo que es necesario integrar distintas disciplinas y abrir el debate de la gobernanza. Para este experto, es “casi imposible tomar decisiones sin incertidumbres”, pese a que es necesario avanzar en priorización, palabra que, aseguró, no está en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE).

Por su parte, Soto consideró que actualmente “los actos asistenciales se enmarcan en organizaciones de tipo empresarial con retos de eficacia y eficiencia” por lo que “hay que elegir entre alternativas”. Para este experto hay que tener claro que “no podemos utilizar todas las tecnologías disponibles en el mundo”. Siempre hay que decidir “qué hacemos y qué no, qué hacemos antes y qué hacemos después”, explicó.

Los autores que participaron en el acto fueron María Callejón (catedrática del Departamento de Política Económica y Estructura Económica Mundial de la Universidad de Barcelona), Ángel Puyol (profesor del Departamento de Filosofía Moral y Política de la Universidad Autónoma de Barcelona), Beatriz González Lopez-Valcárcel (catedrática del Departamento de Métodos Cuantitativos en Economía de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria). Callejón puso de manifiesto que en política no se suelen realizar estudios de coste-efectividad, no solo en sanidad sino en infraestructuras y llamó la atención sobre que los “problemas de salud del futuro ya se están gestando delante de nuestros ojos: desempleo juvenil y abandono escolar”. Además, esta catedrática aseguró que “muchas veces no se logran poner en marcha los programas elaborados”.

¿Priorización o racionamiento?

Por su parte, Puyol aseguró que la priorización “es inevitable”. Para él esa situación es “incómoda” ya que hace ver que “no vivimos en el paraíso”. Además, la situación actual de necesidad de elegir es para este filósofo consecuencia “un reflejo de que estamos muriendo de éxito”. En relación a la cuestión de la priorización este experto consideró que la palabra no es la adecuada ya que es “neutral” ya que no introduce la necesidad de razones para elegir, se puede hacer en base a sentimientos. Para él, el término racionamiento refleja de mejor manera lo que se quiere decir y transmitir. “Tiene una carga normativa que nos dice tres cosas: que hay escasez, que hay que tomar decisiones eficientes y justas”, aseguró.

Este experto también quiso abordar en términos de justicia la priorización de decisiones. “Hagamos no significa que seamos justos. Las injusticias relacionadas con la salud tienen que ver con el acceso, pero la mayor parte de ellas son anteriores a entrar en el sistema sanitario”. Por eso, según él, “hay que tener en cuenta lo que sucede fuera del sistema sanitario”.

Por último, la economista Beatriz González enumeró una serie de aspectos a tener en cuenta cuando se habla de priorización. Entre otras cuestiones puso de manifiesto que en nuestro país “no se practica” la priorización ya que resta grados de libertad a los políticos. Una situación que, no obstante, solo se realiza en el capital humano y puso como ejemplo las ofertas públicas de empleo (OPE) o las pruebas de la formación de especialistas MIR.

González aseguró que hay que trabajar y difundir la priorización ya que “aumenta la cultura de priorización en la sociedad” y eso “es sano”. En este sentido, recordó que hace pocos años los médicos veían como inmoral el coste-efectividad, “hoy lo inmoral es no tenerlo en cuenta y despilfarrar”. Además, destacó que cuanto más genérico es el marco, más difícil es priorizar, por lo que animó a empezar en las cuestiones más concretas. Además, destacó que en el ámbito de la salud pública se suelen priorizar los problemas y no las soluciones.

Planes de salud

Otro de los aspectos que puso de manifiesto es que no se realiza un seguimiento para poner en práctica lo que se ha escrito en un papel y a este respecto recordó la cantidad de planes de salud que “acabaron desfigurados” y que no han sido ni siquiera evaluados o lo han sido “mal y tarde”. Por ese motivo, esta economista consideró necesario “aprender de los errores del pasado” cuando se vuelvan a realizar planes de este tipo.

En la clausura del acto el director de la Fundación Gaspar Casal, Juan del Llano explicó que es necesario “escuchar a los ciudadanos” y valorar el coste-oportunidad, basándose en “juicios de valor social”.

Por su parte, Juan José Polledo, director de Government Affairs, Pricing y Market Access de Celgene, explicó que para una compañía como la suya es importante “saber cómo se toman las decisiones” para luego adaptarse a las reglas del juego y “hacerlo con lealtad”. A este respecto, puso de manifiesto que en un futuro no muy lejano, el sistema va a tener que tomar decisiones es porque va a haber “productos irrenunciables moralmente, no ya convenientes o no”, de modo que “habrá que tomar decisiones y queremos saber cómo se hará”, explicó.

Además, en relación a los planes de salud, Polledo se mostró convencido de que su impulso volverá próximamente. Eso sí, reclamó analizar las causas por las que algunos de estos planes, buenos desde el punto de vista técnico, “están inéditos en cuanto a su capacidad de influencia”.

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