Los enfermeros han vuelto a criticar a la farmacia comunitaria y los servicios que estas tratan de concertar con los servicios de salud de las comunidades autónomas con el objetivo de prestar una mejor asistencia a los pacientes no ingresados, acusando de que, con estos servicios, se realiza una “privatización encubierta de la sanidad”.
Lejos de relajar el enfrentamiento, provocado hace ya más de un año y recrudecido en los últimos meses tanto por los colegios como por los sindicatos enfermeros por separado, ahora, ambos conjuntamente, es decir, la Mesa de la Profesión Enfermera formada por el Consejo General de Enfermería y el sindicato Satse, ha dado un paso más y ha involucrado a los pacientes y sus cuidadores en la guerra de competencias que tienen planteada contra los farmacéuticos.
La actuación, el lenguaje y el enfrentamiento entre profesionales buscado por los enfermeros contrasta con la actitud demostrada por los farmacéuticos. En este sentido, cabe destacar que hace unas semanas cuando presentaron la ‘Declaración de la profesión farmacéutica: Farmacia Comunitaria’, se realizó sin mencionar, criticar o realizar cualquier reproche a la enfermería. Los representantes farmacéuticos presentaron únicamente los hechos “históricos, académicos y legales” que avalan la actuación asistencial del farmacéutico.
Ni en el fondo, ni en las formas tienen razón los enfermeros
Los enfermeros han elegido otro camino y han encargado la elaboración de una encuesta para obtener la percepción de los pacientes, algo que, según critican, ni farmacias ni comunidades autónomas “se habían planteado”. Este órgano de representación de los enfermeros asegura que la encuesta realizada a 800 pacientes crónicos o sus cuidadores se ha elaborado con “absoluta independencia” por parte de Análisis e Investigación, “primera empresa española en investigación sociológica” con el objetivo de que el estudio tenga “plenas garantías de rigor científico”. No obstante, algunas de las preguntas realizadas parecen enrevesadas y algunas de las respuestas parecen denigrar a los farmacéuticos.
El dato principal de la encuesta con la que los enfermeros concluyen que el 90,3% de los pacientes y sus cuidadores prefieren a un médico o un enfermero frente a un farmacéutico para visitar sus casas de cara a comprobar el correcto seguimiento de los tratamientos. Tras un largo planteamiento de la pregunta, de más de 70 palabras, el paciente debe elegir entre “creo que el control sólo debe estar en manos de médicos y enfermeros, que son los que conocen las enfermedades” o “me parece bien que lo hagan los farmacéuticos ya que son los que despachan y conocen los medicamentos”. La primera es seleccionada por el 90,3%, mientras que solo el 9,8% elige la segunda, la que hace referencia a quienes “despachan los medicamentos”.
“Las personas de las farmacias”
Otra pregunta analiza la preferencia del entrevistado sobre quién debería hacer esas visitas si de él dependiera. El 74,3% considera que deben ser los enfermeros, el 24,5% no cree necesarias esas visitas,de forma habitual, mientras que solo el 1,3% elige que les visiten “las personas de las farmacias”. Literal.
Los enfermeros, en la misma línea de desprecio a todo lo relacionado con la farmacia que en los últimos meses, critican “la mal llamada ‘farmacia comunitaria’” asegurando que se trata de una privatización encubierta. A este respecto y, en relación a los fondos que podría costar la prestación de Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, ha preguntado en la encuesta si estaría de acuerdo en que “en vez de que la sanidad pública pague el servicio a las farmacias se deberían contratar más enfermeras/os para atender mejor a los enfermos”. Otra pregunta que podría haber sido redactada de otra forma más neutral. El 82% se muestran de acuerdo con la afirmación, mientras que solo un 2% están en contra, como es lógico: ¿quien no va a querer que se le atienda mejor?
La única mínima concesión que la encuesta da a los farmacéuticos obedece al conocimiento de los pacientes por parte de los profesionales. Aún así, solo el 26% de los encuestados considera que la farmacia conoce mejor a los enfermos que los médicos y enfermeros; el 45% considera que no.
Valoraciones de los enfermeros
Durante la presentación del estudio, los presidentes de Satse, Manuel Cascos, y del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, han subrayado que la encuesta “deja muy claro” que mayores y enfermos crónicos están muy satisfechos de la atención que reciben de las enfermeras y médicos y no quieren que el control y seguimiento de sus tratamientos lo realicen otros profesionales. “Enfermeros y médicos somos profesionales con absoluta libertad e independencia terapéutica y tomamos decisiones basadas únicamente en la salud de los pacientes, sin criterio economicista alguno”, según los representantes de la profesión.
Además, según los representantes de los enfermeros, el hecho de que la encuesta solo avale en un 9,3% la actividad domiciliaria de la farmacia y un 90,3% avale la activdad por parte de médicos o enfermeros, constituye “un reto para los responsables políticos, encargados de dotar de suficiente número de profesionales a los centros de salud para que puedan responder a la demanda de los pacientes.
La Mesa Enfermera ha aprovechado para insistir en que “la mal llamada ‘farmacia comunitaria’ es una privatización encubierta que supone una clara estafa al Sistema Nacional de Salud y a los ciudadanos, al querer ofrecer unos servicios asistenciales que ya realizan médicos y enfermeros en Atención Primaria”. Además, consideran que “los farmacéuticos no tienen respaldo legal ni competencias propias y les mueve un claro interés de lucro empresarial”. Por ello, reclaman de los Gobiernos estatal y autonómicos que “no propicien acuerdos que dejen en manos de establecimientos comerciales, las oficinas de farmacia, unos servicios que ya prestan enfermeras y médicos en Atención Primaria y que, por tanto, no suponen ningún coste añadido al Sistema Sanitario y, mucho menos, un desembolso directo por parte del ciudadano”.
Más allá, los enfermeros aseguran que “actuaciones como el seguimiento de los pacientes crónicos o polimedicados, la revisión de botiquines familiares y visitas a domicilio o la administración de inyectables como vacunas, antibióticos, insulinas o heparinas, son competencia de los profesionales sanitarios de Atención Primaria (enfermeras y médicos), según establece la normativa al respecto”, señalan desde la Mesa.
La encuesta sobre “las visitas del personal de las farmacias a los domicilios de personas mayores con enfermedades crónicas” ha sido realizada a 800 personas mayores de 55 años en tratamiento por una enfermedad crónica y personas que los cuidan y apoyan en su enfermedad.
Reacción de los farmacéuticos
Los farmacéuticos han ignorado la encuesta, ya que probablemente podían intuir gran parte de los resultados antes de que se hicieran públicos. La única referencia ha sido realizada por el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, lamentando que una “institución hermana” dedique recursos a tratar de poner freno a la farmacia asistencial, seguiremos trabajando porque es un proceso que no demandamos los farmacéuticos sino que demandan los pacientes”.
¿Personas de las farmacias? FARMACEUTICOS también llamados, con más años de estudios universitarios que las "personas de la enfermeria" y los profesionales y responsables de los medicamentos y tratamientos farmacológicos