El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado que va a “reforzar el papel del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, la gran herramienta que nos permite promover la cohesión de nuestro sistema sanitario” con el objetivo de “fortalecer la cooperación y coordinación con las comunidades autónomas”. Tal y como ha explicado el Ministerio de Sanidad, tras la comparecencia de Illa en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, este fortalecimiento del CISNS se realizará con su formulación como ‘Conferencia Sectorial’ .
Esta figura jurídica, incluida en la Ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público, fue objeto de grandes debates y desencuentros en el seno del Consejo Interterritorial durante la XII legislatura, de 2016 a 2018. Esta fue la vía por la que el Ministerio de Sanidad, liderado por Dolors Montserrat y con José Javier Castrodeza como secretario general de Sanidad, trató de incluir en el reglamento del CISNS para hacer vinculantes algunas de las decisiones del Consejo. No llegó a fraguar. Se encontraron con la oposición de bastantes, no todas, comunidades socialistas, así como las gobernadas por nacionalistas.
Ahora parece que el ministro está dispuesto a impulsar esta reforma del reglamento del CISNS que quedó paralizada por la moción de censura de mayo de 2018 y de la que no se había vuelto a saber. Cabe recordar que, en este tiempo, el Partido Popular ha estado insistiendo, a través de diversas mociones presentadas en el Parlamento, para convertir a este organismo de coordinación en una Conferencia Sectorial en la que algunas de las decisiones, que hayan sido tramitadas como acuerdos.
Eso sí, el camino no será fácil. Ahora que desde el Ministerio se quiere impulsar esta figura es de suponer que la beligerancia mostrada por algunas comunidades autónomas gobernadas por socialistas se reduzca. Igualmente, sería de esperar que las comunidades populares, que apoyaron el cambio entonces, sigan haciéndolo. Donde seguirá habiendo rechazo será en País Vasco y Cataluña que defenderán a capa y espada la preminencia de los estatutos de autonomía, leyes orgánicas, frente a una ley ordinaria como es la 40/2015.
¿Cómo funcionaría el CISNS como conferencia sectorial?
Las decisiones del Interterritorial serían de dos tipos: Acuerdos y recomendaciones. En cuanto a los primeros, se considerarían como un compromiso de actuación en el ejercicio de las respectivas competencias. Estos acuerdos serían de obligado cumplimiento y directamente exigibles, de acuerdo con lo previsto en la Ley 29/1998, del contencioso-administrativo, salvo para quienes, a lo largo de la reunión, hubieran votado en contra.
No obstante, cuando estos acuerdos se tomen con el Ministerio de Sanidad ejerciendo funciones de coordinación, de acuerdo con el orden constitucional de distribución de competencias, serán de obligado cumplimiento para todos. Su cumplimiento sería exigible conforme a lo establecido en la Ley 29/1998, de 13 de julio.
Para que un acuerdo sea tomado como coordinación, debería estar recogido así en el orden del día de convocatoria del CISNS. Y como es el Ministerio el órgano que dicta el orden del día, al respecto de esta materia hubo conflicto durante los debates en relación con el nuevo reglamento hace dos años.
Según el texto que se debatió sobre el reglamento, los acuerdos se adoptarían por mayoría simple y siempre que se trate de ámbitos de coordinación deberían contar con una mayoría de apoyos entre las comunidades autónomas y Ceuta y Melilla.