Enrique Ayuso, presidente de Grupo Hefame, ha defendido, en el marco de las jornadas de SEFAC, celebradas en Murcia, que, frente a la amenaza que supondría la exclusión de la farmacia del sistema de salud, la descentralización de la Sanidad constituye una auténtica oportunidad de concertar servicios innovadores con las farmacias, como campañas de vacunación, cribados de enfermedades, servicios de mejora de uso de medicamentos, seguimiento de pacientes crónicos y frágiles etc, que le permitirían optimizar recursos públicos, generando ahorros en estructuras y personal.
Ayuso ha ofrecido, de este modo, un argumento de interés sanitario en su defensa de los vigentes modelos cooperativo de distribución y mediterráneo de farmacia, al tiempo que ha desgranado las que considera principales amenazas del sector y las claves para hacerles frente. Así lo ha hecho durante su intervención en la mesa DAFO de la farmacia de hoy, donde también han participado presidenta de SEFAC en Murcia, Modesta Inmaculada Gil; la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Murcia, Paula Payá y el consultor farmacéutico Ángel Sanz.
Durante su intervención, Ayuso ha calificado la universalización de la tecnología como una “oportunidad histórica” que está haciendo avanzar la atención farmacéutica y transformando el modelo tradicional de farmacia en un espacio sanitario de vanguardia. Sin embargo, en su opinión, el ritmo de implantación de las nuevas tecnologías y la rapidez con la que se producen los cambios en el ámbito digital podrían suponer una amenaza si, por cualquier motivo, las farmacias se quedaran atrás en su transformación digital. Para sortear esta amenaza es necesario, ha dicho, “que las cooperativas asuman su compromiso de ayudar a las farmacias a mantenerse a la vanguardia en la atención a sus pacientes, como ha hecho Hefame, impulsando desarrollos y avances que les permitan estar a la altura de las demandas de sus pacientes manteniendo a la farmacia en el centro de la actividad de nuestra cooperativa”.
Sobre el cambio en los hábitos de consumo, el presidente ha subrayado el perfil tecnológico del paciente de hoy, que le lleva a estar permanentemente informado sobre productos y precios a través de internet y a realizar buena parte de sus compras por canales digitales. En su opinión, el hecho de que convivan en el mercado tantas plataformas de venta de productos de parafarmacia es una amenaza que puede tornarse en oportunidad si el profesional sanitario es capaz de seguir trasladando el valor de su profesionalidad al consumidor.
El paciente, ha dicho, “además de ahorrar, quiere comprar bien; quiere garantía para sus productos y valora el consejo profesional, y quien mejor puede ofrecer esto, ha dicho, es un farmacéutico”. En este sentido, ha precisado que el consumidor de hoy es un híbrido entre digital y físico, que busca la comodidad de hacer sus búsquedas por internet y tener un lugar físico en el que interrelacionar con el producto y con el profesional sanitario.
Entre las amenazas Ayuso ha señalado una posible modificación de la regulación de la farmacia que pudiera ir en la dirección de flexibilizar la actual, señalando que “basta con mirar a los países de nuestro entorno para comprobar que no existe un modelo como el mediterráneo de farmacia” y que ningún otro garantiza como este que todos los ciudadanos dispongan de una oficina de farmacia cerca de su casa y tengan sus medicamentos, en caso de que la farmacia tuviera que pedirlos, en cuestión de horas y en condiciones de equidad y universalidad, “vivan donde vivan”.
En este punto ha añadido que, “si bien hay que dar importancia a la amenaza que constituye el avance de las grandes empresas de distribución de productos de consumo, lo cierto es que en estos momentos no pueden competir en capilaridad con la distribución farmacéutica y el modelo regulado de farmacia”.
Enrique Ayuso ha insistido, por último, en que la farmacia es un espacio de salud que debe ampliar sus servicios sanitarios “por el bien de toda la población”, y ha llamado a la reflexión a quienes se oponen, diciéndoles que “nuestra disposición a colaborar, lejos de ser vista como una amenaza, debería ser entendida como un reflejo de nuestra vocación común de servicio”.