La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha presentado este jueves sus demandas y reivindicaciones ante la Comisión de Sanidad del Senado, en las que abogan por replantear las estrategias de salud para atender la covid-19 y las enfermedades no covid que permitan hacer frente con garantías a importantes desafíos de salud pública para el SNS como lo es la cronicidad y la pluripatología y la cada vez mayor carga de comorbilidad, así como la preocupación de Medicina Interna en relación a la falta de relevo generacional en la especialidad u otros temas de actualidad.
Jesús Díez Manglano, presidente de la SEMI ha puesto de manifiesto que Medicina Interna, como especialidad generalista, transversal y con visión global del paciente, ha ejercido un rol clave durante la pandemia, atendiendo al 80% de los pacientes covid no críticos hospitalizados, además de su importante labor en la atención al paciente no covid complejo, crónico, pluripatológico o con patologías de carácter sistémico, cuya atención “urge retomar con celeridad” tras el parón ocasionado por la pandemia, después de hacer mención al impacto de la pandemia sobre el colectivo de pacientes crónicos y con multimorbilidad.
En relación a la pandemia, tras analizar la evolución comparativa de la incidencia acumulada en España por olas (con 430,10 casos ahora en marzo de 2022 notificados en cada fecha con diagnóstico en 14 días por cada 100.000 habitantes frente a los 3.418 alcanzados en el pico de la sexta ola), así como la vacunación por países (83,65% de la población con vacunación completa en España y 87,89% con al menos una dosis a fecha 3 de marzo), Díez Manglano ha hecho mención al Long Covid y al nuevo desafío que supone para el conjunto del SNS, campo en el que Medicina Interna y los internistas están también desempeñando una importante labor con consultas específicas.
También ha reiterado el compromiso de los médicos internistas con la investigación, poniendo como ejemplo el Registro SEMI-COVID-19, uno de los mayores repositorios de datos clínicos sobre el SARS-CoV-2 de Europa y del mundo, con participación de más de 700 investigadores de 137 hospitales, datos de más de 25.000 pacientes y con 41 publicaciones en revistas de impacto nacionales e internacionales sobre el coronavirus.
“Parece evidente que si queremos cambiar el sistema sanitario y adaptarlo a la realidad actual, hay que potenciar aquellas figuras profesionales que sean más versátiles y que tengan una visión global del paciente, como es el caso del médico especialista en Medicina Interna”, ha asegurado.
Manglano también ha señalado el problema que supone la falta de relevo generacional en la especialidad, circunstancia que preocupa a la SEMI. “Tenemos plazas vacantes que no se llegan a cubrir en los hospitales, porque no hay profesionales que las cubran, y esto tenemos que replantearlo y abordarlo con garantías”, ha insistido el presidente de SEMI.
Según datos del Ministerio de Sanidad, los servicios de Medicina Interna atienden al 54% de los pacientes que son hospitalizados por infecciones en España, y al 95,3% si son mayores de 65 años. En relación a la posibilidad de crear nuevas especialidades (como la de Infecciosas) ahora en el centro del debate público, a juicio de SEMI, “esto supondría una mayor fragmentación y atomización del SNS que iría en detrimento de la necesaria visión global y abordaje integral del paciente”, máxime en un contexto de incremento del envejecimiento poblacional, cronicidad, pluripatología y carga de comorbilidad. “Esa fragmentación y atomización tiene poco sentido si, tal y como constatamos en nuestras consultas día a día, avanzamos hacia un perfil de paciente que precisa, cada vez más, de un abordaje global, holístico e integrador, en colaboración con el resto de especialidades y niveles asistenciales”, ha remarcado el presidente de SEMI, tras analizar y realizar una comparativa sobre la situación de los servicios y facultativos en España y en el resto de países de Europa en los campos de la microbiología clínica y las enfermedades infecciosas.
Por último, también ha puesto de relieve que “la Medicina Interna quiere ser escuchada, en mayor medida, en las esferas de decisión en materia de política sanitaria, con el fin de poder configurar y avanzar más hacia un mejor SNS para profesionales y pacientes y hacia una Medicina Interna con mayúsculas centrada en el paciente y en sus necesidades”. También para “replantear cómo debe ser y cómo se debe configurar la atención hospitalaria del futuro y para reestructurar el SNS con garantías. Es imposible hacerlo sin contar con Medicina Interna”, ha remarcado al término de la comparecencia.