Política

Expertos piden al sistema sanitario “no poner excusas” y apostar por el ‘big data’ para mejorar resultados

aportará ventajas en materia de resultados y eficiencia, por lo que los expertos reclaman apostar e invertir en recursos humanos y materiales para hacerlo realidad.

La incorporación del big data a la gestión del sistema sanitario, así como al desarrollo de medicamentos aportará ventajas en materia de resultados y eficiencia, por lo que los expertos reclaman apostar e invertir en recursos humanos y materiales para hacerlo realidad. Esta ha sido una de las principales conclusiones de un debate que se ha mantenido en el acto de presentación del informe ‘Big Data, Datos de Vida Real y Evaluación de Nuevos Medicamentos’.

La mesa redonda ha estado formada por Giuseppe Fico, profesor de Ingeniería Biomédica y jefe del Área de Salud LifeSTech de la Universidad Politécnica de Madrid; Salvador Peiró, epidemiólogo e investigador senior en Fisabio y Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios de Farmaindustria y ha sido moderada por Marta Trapero, profesora titular e investigadora de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC Barcelona).

Los participantes han coincidido al señalar que aún queda mucho por avanzar, pero no tienen dudas de las ventajas que se puede conseguir del análisis de datos, una vez que la tecnología ya lo permite. A este respecto, Pedro Luis Sánchez ha asegurado que el sector sanitario es “ideal” para poner en marcha modelos de análisis de big data ya que existen “millones de datos de pacientes”. Eso sí, planteó que el análisis podrá llegar a donde se permita por parte de las autoridades y todo el entorno regulatorio.

El representante de Farmaindustria también explicó que la utilización de datos permitiría reducir costes de I+D y desarrollo de nuevos fármacos, pero será sobre todo en el análisis de datos de la vida real donde se podrá extraer todo su valor. Ejemplo de ello sería la farmacovigilancia pero también los resultados en salud, para lo que sería importante avanzar en interconexión de bases de datos para ampliar su número.

Por su parte, Salvador Peiró explicó que con los datos se puede “describir la realidad; establecer asociaciones, realizar predicciones” y confirmó que el análisis de los mismos requiere de equipos multidisciplinares con expertos en manejo de datos e información. Peiró, que criticó el sistema de farmacovigilancia por “primitivo” consideró que con big data se haría mucho mejor.  A este respecto, el investigador de Fisabio explicó que la utilización de los datos no se puede llevar a cabo para procesos o productos nuevos, por la propia escasez de información, por lo que consideró necesario, por ejemplo, reconsiderar el procedimiento de fijación de precios de los medicamentos a un momento en el que ya exista información suficiente para tomar una decisión informada, “uno o dos años después de la comercialización”.

Peiró también puso el acento en las dificultades que existen en nuestro país para acceder a las fuentes de datos. Tal y como explicó, las investigaciones dependende que desde el sistema sanitario se proceda a la anonimización de datos previamente a su entrega y este proceso se demora de forma importante. “Mientras que en Reino Unido publican un estudio al mes de plantearlo, aquí 10 meses después seguimos esperando los datos”, afirmó. Por ese motivo, consideró necesario que la administración dedique recursos a las plataformas de datos, así como impulsar la interoperabilidad para permitir estudios en ámbitos con baja prevalencia. Además, planteó la contradicción entre que nuestro sistema sanitario sea uno de los más informatizados del mundo, pero “no hemos creado la inteligencia para que el sistema tome decisiones basadas en datos”.

El jefe del Área de Salud LifeSTech de la Universidad Politécnica de Madrid explicó que en toda Europa se está avanzando en otorgar a los ingenieros biomédicos más capacidades profesionales para trabajar junto al sector industrial, sanitario y los pacientes. A este respecto, consideró necesario modificar el ámbito educativo para crear más itinerarios en ciencia de datos, así como establecer sistemas similares al MIR para los técnicos de datos.

Marta Trapero también puso el acento en que el big data “es una de las cosas más positivas que existen y no hay que poner excusas para implantarlas”. Por ese motivo reclamó esforzarse ya que “seguramente” es una inversión “eficiente” por lo que llamó a buscar recursos para hacer posible su implantación en el sistema sanitario y pensar “en el largo plazo”.

Presentación del libro

Previamente a la mesa de debate el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, realizó una intervención en la que puso en valor la digitalización y el big data, que supondrá “un antes y después en el entorno médico”. A este respecto, Arnés consideró que su utilización en investigación “disminuirá tiempos, costes y otros riesgos”, mientras que también se aplicará a conocer los resultados en salud, así como para el desarrollo de los ensayos clínicos.

Por su parte, el director general de la Fundación Gaspar Casal, Juan del Llano, entidad que ha elaborado el libro, explicó que el tema es “muy pertinente”. A este respecto, consideró necesario “cualificar a los profesionales de todos los estamentos en estas nuevas tecnologías”, así como “establecer marco normativo que aseguren confidencialidad”.

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