La jornada de debate organizada por el equipo de la eurodiputada por Ciudadanos en el grupo Renovar Europa, Susana Solís, ha contado en su segunda sesión con la participación de representantes de diferentes actores que han hecho hincapié en el potencial integrador del Espacio Digital Europeo.
Durante la misma, Juan Fernández, del Foro Europeo de Pacientes, ha destacado que en lo tocante a salud digital, la confianza es un elemento clave, añadiendo que la de los pacientes se construirá incorporándolos como parte del proceso de creación del Espacio Digital Europeo (EEDS en la nomenclatura de la UE).
Fernández comparte la visión de la pandemia como acicate de un sentido de unidad en los temas de salud, sobre lo cual ha puntualizado que “hay que seguir trabajando en esa dirección”.
El ponente ha lamentado la inequidad en el acceso a la innovación en Europa y ha asegurado que “la diferencia en los plazos de acceso a nuevos medicamentos es enorme”. Su grupo propone estrechar la colaboración en lo tocante a suministros y reembolso, y una mayor transparencia en los costes de desarrollo de nuevas terapias para proporcionar a los países miembro un mayor poder de negociación con las compañías farmacéuticas”. También insistió en que es necesario incorporar la visión de los pacientes en todo el ciclo de vida de los medicamentos.
Por su parte, Andrea Fumicelli, responsable del Grupo Dedalus, que representa a más de 7.000 profesionales en el campo de la salud digital, advertía en la jornada sobre la gran expectación que despierta la salud digital proponiendo que no se olvide que es imprescindible mantener la claridad sobre sus objetivos como instrumento para el bienestar y la atención sanitaria en beneficio de la ciudadanía.
Sobre la accesibilidad, razonaba que los instrumentos digitales pueden reducir las diferencias en los diferentes territorios de Europa, algo que se ha visto con el empleo de la telemedicina: “El acceso es particularmente importante para las personas más frágiles, como los pacientes con condiciones médicas complejas, en etapas avanzadas de la vida o quienes viven con enfermedades raras. La salud digital puede facilitar el acceso para todos ellos”.
Asimismo, apuntó cuánto puede contribuir la telemedicina al cuidado del medio ambiente reduciendo la necesidad de transportar mercancías y personas. Las políticas a debate durante la jornada le parecen “grandes oportunidades” tanto para la ciudadanía como para la industria de la UE. También tuvo palabras de advertencia sobre la posibilidad de que esas políticas se solapen, “lo cual es una receta para un exceso de complejidad”. A su modo de ver, la armonización es crucial para evitar diferencias de interpretación que conducirían a un mercado fragmentado.
Sobre la interoperabilidad, razonó que no se trata de un problema técnico “porque hay experiencia para gestionarlo en la industria”.
Ataques a la propiedad intelectual
A lo largo de la jornada también intervino Alexandra Tamas, responsable de relaciones públicas de la patronal europea del medicamento (Efpia), quien declaró que la industria está orientada al desarrollo de nuevos medicamentos para los pacientes y como motor de la economía y la sociedad en general, pero recordó que “hay responsabilidad ante los inversores” y que “la propiedad intelectual está siendo atacada”.
Sugirió que el debate se centre en las ideas y la innovación, y en las contribuciones que el sistema de propiedad intelectual ha hecho en Europa, además del análisis sobre cómo incrementar su competitividad, asegurando que la UE es un mercado en el cual seguirán investigándose y desarrollándose nuevas terapias en el futuro.
“Estamos viendo cada vez más ensayos clínicos en China, lo cual significa que nuestros pacientes no tienen acceso a ellos, y que corremos un riesgo en términos de ventaja competitiva”, indicaba.
Entre sus sugerencias está buscar ejemplos alrededor del mundo para modernizar el marco normativo europeo en este campo y, “tratándose de un tema complejo”, invitaba a un debate colaborativo. “La industria está dispuesta a trabajar con la UE y con las autoridades nacionales para abordar todos estos asuntos, incluyendo la desigualdad en el acceso, la revisión de la regulación europea es una oportunidad que debemos aprovechar”, concluía.