La directora general de Efpia, Nathalie Moll ha asegurado este martes que aunque “acogemos con gran satisfacción” el plantamiendo de la Comisión Europea sobre la competitividad a largo plazo que de la nueva política farmacéutica europea, el organismo que preside considera “muy preocupante que aún no se haya realizado una verificación completa de la competitividad para evaluar el impacto real que tendrán las propuestas de legislación farmacéutica en el acceso a la última tratamientos, empleos, inversión en I+D, academia, fabricación y crecimiento en toda Europa”.
En ese sentido la Efpia ha pedido a la Comisión Europea que acelere su compromiso sobre establecer un control de competitividad, que incluirá una metodología para evaluar el impacto acumulativo y realice una evaluación completa del impacto de la legislación farmacéutica propuesta en la competitividad europea. .
Moll asegura que “la evaluación de impacto de la legislación estima un ahorro de costes de 662 millones de euros para las administraciones de los Estados Miembros, a un coste de 640 millones de euros para la industria innovadora, mientras que la industria de genéricos gana 88 millones de euros”. Sin embargo, asegura “no existe una evaluación del coste para Europa”. El modelo de datos de Charles Rivers Associates, basado en el informe Factores que afectan la ubicación de las inversiones biofarmacéuticas y las implicaciones para las prioridades políticas europeas, “muestra que para 2030, las propuestas de la Comisión podrían reducir a la mitad el número de personas en papeles de I + D farmacéutico en Europa y perder Europa alrededor 15.000 millones de euros en inversión empresarial en I+D cada año”, asegura Moll.
La directora general segura que “teniendo en cuenta que la industria genera 2,5 millones de puestos de trabajo en la UE, invierte 42 000 millones de euros al año en I+D europea y contribuye más a la balanza comercial de la UE que cualquier otro sector, creemos firmemente que es lo mejor para los ciudadanos europeos, los Estados miembros y la economía europea es garantizar que se lleve a cabo un análisis completo del impacto que tendrán las propuestas en la competitividad europea antes de que se publique la legislación”.
Los líderes de los Estados miembros han pedido a la UE que actúe con decisión para garantizar su competitividad, prosperidad y papel a largo plazo en el escenario mundial. Sin embargo, en los últimos meses, “hemos visto una serie de declaraciones de los directores ejecutivos de algunas de las principales empresas de Europa, que señalan las dificultades de innovar en Europa y su intención de centrar la investigación y el desarrollo en EE. UU. y Asia”. Estas, asegura Moll, “no son reacciones instintivas”. Reflejan, en su valoración “la creciente preocupación de que las propuestas legislativas de la Comisión perjudiquen gravemente a la competitividad de la industria europea”.
“Ahora es el momento de decidir en qué tipo de Europa queremos vivir: un centro mundial para la investigación, el desarrollo y la fabricación de las últimas vacunas y tratamientos o un consumidor que depende de las innovaciones médicas de otras regiones”. Como mínimo, “necesitamos comprender completamente el impacto que tendrá esta legislación propuesta. Es demasiado importante avanzar a ciegas sin comprender completamente las consecuencias para Europa”. “Nos gustaría pedir a la Comisión que mantenga su compromiso con la competitividad a largo plazo de la UE y realice una verificación exhaustiva de la competitividad de la revisión farmacéutica antes de que se publique una legislación tan importante”, concluye la directora general.