Los responsables de Sanidad de la UE se han comprometido en la reunión informal ministerial de Las Palmas de Gran Canaria a” dar un impulso a la Unión Europea de la Salud, que busca hacer frente de una forma más unitaria e integrada a las crisis futuras y al cuidado de la salud de la población”.
Así lo han asegurado la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides y el ministro español en funciones, José Miñones, tras la conclusión de la reunión informal de ministros de Salud, que se ha celebrado en Las Palmas de Gran Canaria.
Los delegaciones participantes han analizado diversos aspectos de la estrategia sanitaria de los 27, entre los cuales la necesidad de aumentar la producción de medicamentos se ha fijado como uno de los objetivos clave para todos los Estados miembro.
Según han explicado Kyriakides y Miñones, la pandemia de la Comvid ha demostrado “la importancia de contar con cadenas de suministro sólidas y ubicadas en la UE que permitan a los Estados miembros disponer de medicamentos y productos sanitarios estratégicos y, de ese modo, reducir la dependencia de terceros países”.
En ese sentido, el fortalecimiento de la autonomía de la UE en sectores clave como la energía o la salud se aborda en el plan Open Strategic Autonomy (OSA). La Presidencia Española ultima el borrador que se presentará en octubre y que buscará un acuerdo para que las cadenas de suministro de medicamentos estén diversificadas y sean seguras para que Europa pueda cubrir sus necesidades, ha explicado el ministro de Sanidad en funciones.
También la comisaria ha destacado que el paquete de reformas busca un mercado único de los medicamentos en el que todos los ciudadanos y todos los pacientes, independientemente de dónde vivan en la UE, tengan acceso a los fármacos que necesitan.
El objetivo es reducir la escasez de medicamentos y asegurar productos sanitarios disponibles para todos los ciudadanos europeos.
Miñones y Kyriakides, han destacado también en su intervención “el consenso alcanzado entre todos los Estados miembros para impulsar la coordinación y avanzar frente a los retos futuros”.
El ministro en funciones ha destacado que “los ministros y ministras se han comprometido a cooperar en esta idea de construir esta Unión Europea de la salud, expandiendo la cultura de la prevención y de la promoción y reforzando también las capacidades de los sistemas sanitarios”.
La digitalización de la sanidad, la autonomía estratégica abierta frente a alertas sanitarias, y la prevención, el tratamiento y el seguimiento de las enfermedades más prevalentes en Europa, así como el cuidado de la salud mental son aspectos cruciales de esa estrategia de Salud en la que trabajan conjuntamente todos los países.
La digitalización de la atención sanitaria es uno de los grandes retos para la Presidencia española. Los titulares de Sanidad coinciden en que se deben proteger los derechos de las personas sobre sus datos de salud y garantizar el uso ético de esa información.
No obstante, las tecnologías digitales tienen la capacidad de generar un cambio de paradigma en la gestión sanitaria de la UE y de mejorar la asistencia sanitaria a los ciudadanos, ha dicho Miñones, en referencia a que manejar datos sanitarios a gran escala permitirá el desarrollo de nuevos servicios y productos para la prevención y el tratamiento de enfermedades.
Por su parte Kyiriakides ha destacado también que la propuesta del Espacio de Datos Europeos pretende que los beneficios de la salud digital y la telemedicina lleguen a todos los ciudadanos de la Unión Europea.
“Va a ofrecer a los ciudadanos un mayor acceso y control de sus datos de salud. Va a permitir a los médicos acceder globalmente a la salud de sus pacientes, incluso más allá de las fronteras cuando un ciudadano viaje, y va a permitir una mejor atención sanitaria”, ha destacado Miñones.
La Presidencia española ha encontrado apoyo a su interés por impulsar el cuidado de la salud mental. Durante la reunión, se han expuesto los avances y se han analizado las propuestas presentadas recientemente por la Comisión Europea. Los ministros han concluido que la atención a la salud mental y la lucha frente al estigma asociado es prioritaria en Europa.
“Hemos estado de acuerdo en que hay que trabajar en la modificación de esa percepción de las enfermedades mentales y del estigma”, ha destacado el ministro acerca de un problema o agravado con circunstancias como la crisis ocasionada por la Covid-19, el incremento del coste de la vida o las consecuencias de la guerra provocada por la agresión de Rusia a Ucrania.
“La salud mental es una cuestión de voluntad política porque, si no actuamos ya, llegaremos tarde”, ha afirmado Miñones. Los responsables de Sanidad han concordado en la necesidad de generar nuevos mecanismos para proteger a los colectivos más vulnerables, así como la importancia de desarrollar herramientas de apoyo.
“Tenemos que decir claramente que no es ningún problema tener problemas de salud mental”, ha dicho por su parte la comisaria europea, que ha pedido abordar la salud como el conjunto del bienestar físico y mental”, ha concludo.
Nicolas Gonzalez Casares: