La Asociación Española de Empresas Biotcnológicas (Asebio) ha reclamado este viernes, con motivo de celebración de del Día Mundial de la Ciencia, “un compromiso firme y expreso, compartido por las diferentes fuerzas políticas, administraciones y agentes económicos y sociales, que dote a nuestro país de un marco regulatorio claro y de respaldo a la industria biotecnológica con inversiones a largo plazo”.
La asociación defiende que “las innovaciones biotecnológicas decidirán el bienestar de las próximas generaciones, pero para que esto ocurra y para que España pueda aprovechar todo su potencial, es necesario que exista una voluntad política y social que dote a la industria de medidas y recursos que garanticen su pleno desarrollo”.
“La Comisión Europea ha clasificado la biotecnología como una de las cuatro áreas”, aseguran desde Asebio, “trascendentales para el futuro de Europa y reducir así nuestra dependencia en estos campos para avanzar en su autonomía estratégica”. Además, el organismo europeo ha destacado la biotecnología en su agenda de trabajo para el año 2024 “debido a su alto potencial de crecimiento y productividad laboral”.
En el caso de España, cuya economía se ha basado tradicionalmente en sectores muy sujetos a factores externos, el apoyo a la industria biotecnológica, afirman, “ofrece una ventana de oportunidad única para impulsar un cambio hacia un modelo productivo basado en el I+D+I que genere un mayor valor añadido, estabilidad y contribución socioeconómica y laboral”. La apuesta por el sector biotecnológico en España “es clave” para responder a las demandas de la Comisión Europea y avanzar en la autonomía estratégica tanto de España como de Europa.
En ese nuevo paradigma económico que España pretende protagonizar, las empresas biotecnológicas “pueden y deben ocupar un papel central por diferentes motivos: En primer lugar, por la gran capacidad que han demostrado para atraer inversión, con un crecimiento del 50% y del 20% en los años 2020 y 2021; en segundo lugar, porque su estrategia empresarial tiene como eje el I+D+I, que superó los 1.000 millones de euros de inversión en 2021, un 62% de la cifra total de inversión en I+D que se realizó en España ese año y en tercer lugar, por su papel tractor en la generación y protección de las innovaciones ‘made in Spain’ a nivel internacional, como muestra el lanzamiento de 109 productos y servicios al mercado el año pasado por parte de empresas biotech españolas, que además firmaron importantes acuerdos de licencia”.
Desde Asebio, recuerdan también que los progresos más significativos en salud humana están siendo liderados por la investigación biotecnológica. Como ejemplo elocuente, basta señalar que el 68% de los medicamentos en fase de desarrollo son de origen biotecnológico.
Además, la innovación biotecnológica está detrás del impulso extraordinario que en los últimos años ha vivido la medicina personalizada de precisión, que permite adelantar el diagnóstico y adaptar los tratamientos a las características genéticas y biomoleculares individuales de cada persona. Esta adaptación no sólo aumenta la eficacia de los tratamientos, sino que también reduce los efectos secundarios y mejora la calidad de vida del paciente.
Otras áreas de innovación prometedoras en el ámbito de la biotecnología son el diseño de terapias avanzadas, la lucha contra la resistencia a los antibióticos, las investigaciones sobre el microbioma o el desarrollo de vacunas como las basadas en ARN, que constituyen alternativas a los antibióticos convencionales.