El Hospital Gregorio Marañón es uno de los centros más conocidos del panorama nacional en poner en marcha iniciativas de salud móvil nacidas de la colaboración de los servicios clínicos y la Farmacia Hospitalaria. El objetivo de todas ellas es evidente, facilitar el seguimiento a un paciente al que no se puede ver todos los días y a la vez aportar a su tratamiento una versión integral.
FarmCuida llego como proyecto hace dos años y actualmente atiende las necesidades de más de 200 personas con VIH. “Aunque la idea inicial era incluir a todos aquellos pacientes con patologías crónicas, decidimos comenzar con aquellos que recibían tratamiento antirretroviral. Teníamos claro que las personas que viven con VIH podían beneficiarse de nuestra aplicación., explica María Ferris, farmacéutica del servicio del hospital madrileño.
“Nuestro objetivo es no perder el contacto y seguir prestando atención tanto a los pacientes que acuden al Servicio de Farmacia como a aquellos que reciben tratamiento ambulatorio. La llegada del tratamiento intramuscular de acción prolongada nos exige cambiar el modelo clásico de atención farmacéutica a la persona que vive con VIH. En resumen, necesitábamos que contaran con un fácil acceso a su farmacéutico de referencia”, indica la farmacéutica.
Según explica Ferris, esta herramienta “es de gran utilidad para nuestros pacientes”. El nivel de satisfacción es muy alto, indica la farmacéutica para quien el principal valor que aporta es “la tranquilidad”. “Saber que pueden contactar con su farmacéutico de manera inmediata a tiempo real es a lo que más valor le dan”.
No obstante, explica, la aplicación, además de ser un excelente canal de comunicación con el profesional, es válida para realizar un seguimiento de los efectos adversos y adherencia al tratamiento. “El usuario nos puede transmitir tanto los registros de medicamentos, si los ha tomado o no, y los efectos adversos que tienen”. “Incluso hemos llegado a adelantarnos al paciente, evitando que tenga que venir urgencia porque directamente le hemos detectado alguna anomalía para en los registros”, explica Ferris, quien recuerda además que esta previsión difícilmente se podía realizar de otra manera, puesto que son pacientes a los acuden al Servicio de Farmacia de forma bimestral.
Junto a estas cuestiones, la farmacéutica pone de relevancia también otras cuestiones que no inciden directamente en el tratamiento pero que sí afectan al día a día de los usuarios y se han convertido en recursos de gran utilidad. “Tenemos un módulo muy interesante que los usuarios lo están valorando muchísimo que se llama Consejo; ahí estamos subiendo información que consideramos relevante y que resuelven algunas preguntas frecuentes, por ejemplo, cómo viajar con el tratamiento antirretroviral”.
“Lo que más valoran es sin duda la comunicación inmediata”, indica la farmacéutica. “Nos preguntan de todo y mucho”, asegura, recordando que muchos de los usuarios son jóvenes “que toman suplementos vitamínicos, plantas medicinales o productos de gimnasio”. “Prestamos mucha atención a las posibles interacciones que a veces no se identifican con el simple nombre del producto”.
Igualmente, el apoyo de esta herramienta es también muy valorado por el resto de profesionales clínicos. “Obviamente nosotros trabajamos en conjunto con los con los médicos del Servicio de Enfermedades Infecciosas y con ellos, todo lo que sea el trabajo en equipo, el poder ayudar, identificar problemas de eficacia y seguridad, es muy importante”. Sin contar además que a través de esta aplicación “se obtiene mucha información relevante”; una información que según aclara Ferris, siempre es compartida con el médico del paciente.
“Les hacemos cuestionarios sobre calidad de vida pues ya no solo basta con valorar cómo está la analítica, cómo están los CD4, o cómo está la carga viral; también nos interesan saber cómo afecta la enfermedad y el tratamiento en el día a día de nuestros pacientes. Hemos querido ir más allá y además de los clásicos parámetros analíticos intentamos tener en cuenta aquella información que nos da el paciente sobre su calidad de vida como por ejemplo su estado de ánimo, la satisfacción con el tratamiento, etc…“A este tipo de datos, cada vez les damos más valor ya que a partir de ellos puede guiarnos en la selección del fármaco perfecto para cada paciente el fármaco perfecto para cada paciente”.
María Ferris asegura que el proyecto “sin duda es portable tanto a otros hospitales como a otras patologías; es más, ya estamos trabajando en ello”. De hecho, este proyecto se encuentra dentro del programa de salud móvil en el que está trabajando la SEFH.
“A través de la app podemos ofrecer una mejor atención farmacéutica más allá de la consulta presencial, la vía telefónica o el correo electrónico, que a veces encuentran desbordados. La app nos está permitiendo acercarnos a nuestros pacientes, mejorar el seguimiento y la humanización de la atención farmacéutica, hecho que ellos agradecen y valoran de forma continua. Es un privilegio poder contar con esta prestación y es que, sin duda, a través de estas herramientas aun encontrándonos lejos podemos sentirnos un poco más cerca.”, explica Ferris, quien concluye afirmando que “a través de este tipo de herramientas que tenemos a mano podemos estar más cerca estando lejos”.
Nicolas Gonzalez Casares: