Gestión

Del Barrio: “La incorporación de la IA implica un cambio cultural en la profesión sanitaria”

El presidente de la Asociación Salud Digital, Jaime del Barrio, aboga por superar las resistencias y asegura que “ya no es cuestión de más herramientas, es cuestión de que las herramientas con las que venimos trabajando desde hace décadas nos permitan dar el salto cualitativo”
Jaime del Barrio durante la IX Jornada de la Asociación Salud Digital.

España no es precisamente uno de los países en los que se esté generando una mayor agilidad en la aplicación de los procesos de Inteligencia Artificial (IA). “No porque no tengamos capacidades”, sino porque aún estamos “discutiendo la propiedad del dato”. Jaime del Barrio, presidente de la Asociación Salud Digital, plantea trabajar por el cambio cultural dentro de las profesiones sanitarias y disfrutar de los beneficios que aporta este nueva forma de trabajar. “La ética está por encima de cualquier cuestión, pero habría que preguntarse también si es ético dejar de proponer soluciones que beneficien al paciente una vez que se ha demostrado que lo son así”, asegura.

PREGUNTA.- En el inicio de la IX Jornada de Salud Digital, usted mismo ha indicado que en la aplicación de la IA existe un exceso de información, ¿Exactamente, qué quiere decir con eso?

RESPUESTA.- Me refiero a que cuando hablamos de inteligencia artificial aplicada a la salud, ponemos mucho el foco la tecnología, como si todo esto, la transformación digital fuese una cuestión de meramente tecnológica. Sin embargo, no es así. Realmente de lo que estamos hablando es de la gestión del conocimiento que ahora mismo toda esa tecnología nos está aportando. Necesitamos la alianza de la inteligencia artificial para que nos ayude a gestionar toda esta información. Ocurre en todos los campos, pero en salud todavía es mucho más importante y mucho más decisivo. En general se tienen muchos datos, se tiene mucha información, pero el reto que es que todo esto sirva realmente para aportar valor. No es cuestión solamente de tener mucha información, sino de tener información que sirva; que sirva para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades.

P.- ¿Existen herramientas suficientes?

R.- Creo que no es cuestión de más herramientas. Es cuestión de que las herramientas que venimos trabajando con ellas desde hace ya unas décadas nos permitan dar el salto cualitativo. Me refiero a que las tecnologías lo único que hacen es acortar los tiempos, optimizar los procesos, hacer que las cosas puedan hacerse mucho más rápidas, mucho mejor, con mucha mayor calidad, con mucha mayor certeza, pero después, siempre que diseñamos un algoritmo basado en un problema de salud tenemos que ver que la resolución que nos propone el algoritmo sea validada por una sociedad científica o un organismo independiente. Nunca podremos aplicar una solución digital a un paciente si previamente no ha sido validada por un organismo autorizado capacitado. No es tanto cuestión de nuevas tecnologías, como ir poco a poco validando aquellas que tenemos.

P.- ¿Estamos hablando de un cambio cultural en las profesiones sanitarias?

R.- Sí, por supuesto. Tenemos que trabajar con nuevos profesionales, con nuevos perfiles como pueden ser arquitectos de datos, diseñadores… a los que los profesionales sanitarios les trasladamos un problema de salud y ellos nos proponen un algoritmo. Luego los sanitarios deberemos ver, mediante ensayos clínicos que eso que nos proponen realmente produce beneficios para el paciente. Los equipos ya tienen que ser multidisciplinares. Los médicos no tenemos que saber matemáticas, programación, etcétera, pero si tenemos que entender que estos nuevos profesionales que estarán con nosotros, no tienen un lenguaje como el que tenemos los profesionales sanitarios y tendremos que establecer un una comunicación fluida y entendible por las dos partes. Los profesionales sanitarios tenemos pendiente el pensamiento de los cálculos probabilísticos, de los riesgos de hacer o no hacer algo… Ahí es donde la inteligencia artificial nos puede ayudar y son estos nuevos compañeros de viaje los que nos pueden ayudar.

P.- ¿Los nuevos perfiles pueden ser un reto para las profesiones sanitarias?

R.- El mayor reto que vamos a tener es que estos nuevos perfiles profesionales es que son muy demandados en el mercado. Esto significa que no será fácil incorporarlos porque otros sectores los van a buscar también. Tendremos, de alguna manera que traerlos al sector de la salud, que sigue siendo un sector muy atractivo para trabajar, para investigar, para aprender.

P.- ¿Y qué me dice de la resistencia al cambio dentro de la propia organización sanitaria?

R.- Rotundamente sí hay resistencia al campo en las organizaciones sanitarias. Primero, por incertidumbre. Todavía mucho está aún pendiente de llegar y pendiente de validar. Sin embargo la IA aporta beneficios para todos, para el paciente, primero para los profesionales también. El mero hecho de cambiar siempre nos sume en incertidumbre. Otra segunda cuestión de la resistencia a cambio es que tenemos que ser más transparentes. Esto no nos tendría que preocupar. Sigue habiendo, en mi opinión, un mensaje que equívoco: Es que todo esto nos va a quitar puestos de trabajo. Yo, sinceramente creo que todo lo contrario. Esto está ahora mismo aumentando las probabilidades de trabajo, como decía, de nuevos perfiles profesionales, pero incluso los que venimos trabajando determinada manera se nos estaban ofertando ahora mismo otras posibilidades de trabajo. La tercera cuestión de la resistencia al cambio es que seguimos desde hace ya demasiados años, hablo de décadas, con modelos asistenciales de otras épocas, modelos muy hospitalocéntricos. Muy centrados en enfermedades agudas. Hoy en día ya el paciente quiere estar en su domicilio el tiempo el mayor tiempo posible, vive 20 años más de media, son pacientes crónicos. Es decir, el modelo asistencial tiene que cambiar. Hay razones más que suficientes para que ahora mismo la resistencia al cambio sea una realidad, pero superarla no es tanto tecnológica como un cambio cultural.

P.- ¿Desde el punto de vista de la ética, es el sanitario un sector especialmente vulnerable?

R.- La ética está por encima de cualquier cuestión, pero habría que preguntarse también si es ético  dejar de proponer soluciones que beneficien al paciente una vez que se ha demostrado que lo son así. Claro que hay muchas cuestiones éticas que tendremos que tener en cuenta, pero hoy por hoy yo creo que son más los beneficios que podemos tener con la aplicación de la inteligencia que los retos que tenemos ahora mismo en el punto de vista ético, insisto, sin perder de vista que tenemos que tenerlo siempre en cuenta.

P.- En la aplicación de los procesos de inteligencia artificial, viendo la evolución de los sistemas sanitarios, da la impresión de que existen como dos velocidades. ¿Cómo valora la situación de España en estos procesos?

R.-  En España existe la impresión de que vamos más lentos que otros países, no porque no tenemos capacidades, no porque no haya herramientas, no porque no sea posible, sino porque todavía seguimos discutiendo mucho la propiedad del dato.  Una cosa es que a nivel individual del paciente y otra a nivel del centro de investigación que un centro hospitalario tenga un determinado tipo de datos ligados a una información y otra cosa es que para hacer un algoritmo yo trabajo con datos totalmente anonimizados. Nunca habrá una traslación de mi trabajo a la identidad del paciente. Y es en eso en lo que hoy en día todavía sigue habiendo mucha resistencia de la administración pública. Sobre todo era compartición de datos, insisto, a pesar de que uno garantice anonimización, seguridad, etcétera, sigue habiendo mucha resistencia. Los que trabajamos con datos no conocemos la identidad del origen de esos datos. Y luego lo que una vez que realizamos el algoritmo se lo devolvemos a la institución para aquellos, y solamente aquellos que tengan acceso a los datos del paciente lo puedan utilizar. En España todavía estamos discutiendo sobre la propiedad del dato, cosa que otros países ya han resuelto.

P.- ¿Y qué les decimos de todo esto a los pacientes?

R.- La mayoría de los pacientes ya son digitales. Los pacientes nos están buscando ya porque conocen de soluciones digitales aplicadas a su enfermedad. Los pacientes son globales, tienen acceso a la información de todo el mundo y no se explican por qué los beneficios ligados a la transformación digital no están ya a su alcance. Lo vivimos con la pandemia, cuando, por ejemplo, hubo un crecimiento muy importante de la telemedicina. Sin embargo, pasó la pandemia y se ha retrocedido. El paciente no entiende por qué si era beneficioso para el paciente, si era beneficioso para el sistema sanitario, que ahora mismo está colapsado, no entiende porque eso no se sigue haciendo. Creo que más que un mensaje al paciente, yo le pediría al paciente que siga liderando este cambio, porque ahora mismo este cambio que tendrían que estar haciendo los profesionales sanitarios, lo le están haciendo los pacientes  exigiendo y buscando soluciones a sus problemas de salud. Los pacientes tienen información de que se pueden hacer las cosas de otra manera. Nos están buscando y muchas veces no nos encuentran.

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