Política

Genéricos, ¿víctimas colaterales del convenio de Farmaindustria-Estado?

La interpretación que algunas comunidades autónomas han podido hacer sobre el convenio de Farmaindustria ha podido propiciar un daño colateral a los genéricos a causa de un impulso de las marcas con el objetivo de obtener mayores ahorros o en la creencia de la obligación de incrementar su uso.

A las puertas de la negociación de la firma de un nuevo Convenio entre Farmaindustria y los Ministerios de Sanidad y de Hacienda y Administraciones públicas, las críticas al mismo, especialmente por parte de las comunidades socialistas, han desvelado un efecto secundario que ha tenido el convenio en estos últimos años y que ha provocado como víctima colateral a los medicamentos genéricos.

En no pocas comunidades autónomas adheridas al Convenio ha calado la idea de que, en el ámbito del sistema de precios de referencia y las agrupaciones homogéneas, utilizar marcas en vez de genéricos podría ser positivo para las arcas autonómicas. En algunos casos, incluso se ha podido llegar a creer en que el convenio traía consigo la obligatoriedad de alcanzar una cuota mínima de uso de marcas frente a genéricos.

Algunas regiones podrían haber considerado que con la utilización de marcas en precios de referencia, si se alcanza el tope de crecimiento vinculado a la tasa de referencia del PIB a medio plazo o incluso el PIB real, las devoluciones que tendría que hacer la industria compensarían esos gastos y, por este motivo, sería ‘positivo’ para las cuentas de la región. De este modo, estarían propiciando un deslizamiento de la prescripción desde genéricos a marcas en el Sistema de Precios de Referencia, manteniendo el mismo coste pero haciendo crecer el mercado de marcas y, por tanto, el sometido al Convenio de Farmaindustria. Si ese mercado creciera por encima de lo que lo hace la economía, las comunidades obtendrían el beneficio del retorno por parte de las compañías de Farmaindustria habiendo gastado lo mismo que si hubieran utilizado genéricos al tener ambos medicamentos el mismo precio.

Esta podría ser la explicación al comportamiento del mercado de genéricos a lo largo de los últimos meses, que presenta una evolución bastante por debajo de las marcas según los datos de Iqvia, y que incluso está en negativo en unidades, perdiendo en los últimos doce meses un 2,1% de sus dispensaciones y en valores crece un mínimo 0,1%.

 

 

En este sentido, cabe destacar que la consejera de Sanidad Universal de la Comunidad Valenciana, Carmen Montón, ha asegurado en una entrevista en El Diario que con el Convenio "se desincentiva la adquisición de otros fármacos y, por tanto, la búsqueda de otros mecanismos que puedan servir para abaratar el gasto, con lo que se actúa contra la eficiencia". Es decir, que se reduce el consumo de genéricos o biosimilares dado que no están incluidos en el convenio de Farmaindustria. Podría no ser el único caso.

Según un análisis realizado por Diariofarma en relación a la evolución del mercado de medicamentos de marca y genéricos en las distintas comunidades autónomas agrupadas en función de si están sometidas al FLA o no (ver tabla superior) salen unas conclusiones interesantes. De forma general, las comunidades en las que hay FLA, el mercado de marcas crece de forma más importante que el de genéricos. Y al revés. En las comunidades 'no FLA', los genéricos suelen tener un comportamiento mejor. En las regiones con FLA, todas menos Extremadura presentaron un comportamiento mejor del mercado para las marcas en unidades y en valores las excepciones fueron Cataluña y Extremadura. Por el contrario, en las regiones no sometidas al FLA, solo en tres de las ocho comunidades las unidades de las marcas crecieron más que los genéricos, mientras que en valores fueron cuatro.

La cuestión, sería llegar a saber si verdaderamente están relacionadas ambas situaciones o es una coincidencia en bastante casos particulares y en las medias de los crecimientos según su necesidad de financiación desde el Ejecutivo Central.

Fuentes de la industria consultadas por Diariofarma aseguran no haber detectado cambios en los sistemas de prescripción o en relación a la dispensación desde las comunidades autónomas para impulsar a las marcas en detrimento de los genéricos. No obstante, explican, si no se hace pedagogía continua en relación a la necesidad de impulsar los genéricos, la dinámica del día a día y las acciones comerciales derivan hacia un crecimiento de la marca. "Eso es lo que podría haber estado ocurriendo en estos meses", explican.

Rechazo por parte de Aeseg

Ante esta situación, el director general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, ha confirmado a Diariofarma que se ha dirigido al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para solicitar una cita con el objetivo de que se explicite que “el convenio de Farmaindustria solo afecta a las innovaciones” y no a los productos con la patente caducada. Para Rodríguez de la Cuerda, cualquier otra interpretación “iría en contra del espíritu del convenio” dado que se firma con Farmaindustria, la representante de los fabricantes de medicamentos innovadores.

Su opinión ha sido corroborada por la propia Farmaindustria en un comunicado que ha realizado en relación a toda la polémica acerca de su convenio con la Administración General del Estado. En este sentido, la patronal de la industria farmacéutica innovadora ha explicado que es “erróneo” creer que el Convenio pueda obligar a las comunidades autónomas a “realizar un consumo determinado en medicamentos innovadores en detrimento de otros productos”, en referencia a los genéricos.

El director general de Aeseg también considera que esta interpretación, que buscaría ahorros utilizando marcas en el segmento de medicamentos sin patente para ahorrar con las devoluciones de los laboratorios “es cortoplacista y muy simplista y destruye el concepto del genérico y sus valores: ahorro y acceso”.

Por todo ello, Rodríguez de la Cuerda ha asegurado que van a hablar con el Ministerio de Sanidad, el de Hacienda y las comunidades autónomas ya que no pensaban “que los genéricos pudieran verse afectados” por el acuerdo de Farmaindustria. “Sonaría a una situación ventajista” asegura Rodríguez de la Cuerda. Además, el representante de Aeseg quiere que las administraciones "sean conscientes" de que el convenio "está afectando al desarrollo del genérico de una forma no muy clara".

Compensaciones por bajo crecimiento del gasto

Una cuestión que respaldaría la visión del director general de Aeseg y la propia Farmaindustria se encuentra en los incentivos que el propio convenio establece que se podrían adoptar en caso de que el gasto no alcance la tasa referencial de crecimiento del PIB medio plazo. En concreto, se hace referencia a que los incentivos se establecerían en relación al Real Decreto-ley 8/2010. Tal y como detallan Farmaindustria y el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, se concretarían en relación a las deducciones del 4%, 7,5% y 15% que se aplican a medicamentos que no están sometidos al Sistema de Precios de Referencia, es decir, aquéllos que no tienen competencia de genéricos.

Por ese motivo, no sería lógico que una parte del convenio, la de la contabilización del gasto, afectara a todos los medicamentos de marca, independientemente de su situación de competencia frente a genéricos y, en lo que se refiere a las compensaciones, excluya de su posible beneficio a los medicamentos que están compitiendo con los genéricos.

¿Originales no genéricos?

La confusión surge de la definición que el acuerdo realiza acerca de los medicamentos que están sometidos al control del gasto. Según se especifica, los límites en relación al PIB se tendrán en cuenta para “el gasto farmacéutico público total del Sistema Nacional de Salud en el segmento de medicamentos originales no genéricos”. La distinción de genéricos y el resto está clara, pero no queda definido qué se considera medicamentos originales ni tampoco se establece ninguna cuestión acerca de la vigencia de su patente.

La situación, en caso de llegar a realizar una interpretación demasiado literal y estricta de esta definición, podría llegar a ser tan absurda, pero factible, como para excluir de ese control del gasto farmacéutico a licencias o extensiones de línea por no ser el medicamento original. Es más, ¿alguien conoce un medicamento original genérico (que no sea Adiro)?

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