Los profesionales de enfermería desempeñan un papel clave en la concienciación del adulto sobre la vacunación, debido a su contacto con el paciente y labor educativa. Así lo ha explicado Ángel Gil, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Comunidad de Madrid, durante la XIV Jornada de Actualización en Vacunas organizada por el Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra.
El encuentro ha contado con numerosos y prestigiosos ponentes del ámbito de la universidad y durante su celebración, además del papel de la enfermería, se ha recordado que algunas vacunas, como la antineumocócica, y al contrario que la antigripal, se puede administrar en cualquier momento del año.
Durante su ponencia, Gil ha señalado de forma específica los aspectos más relevantes que deben tenerse en cuenta desde la enfermería a la hora de informar sobre la vacunación antineumocócica en el adulto. “Un dato muy importante que hay que transmitir al paciente es que la vacuna antineumocócica conjugada da inmunidad duradera y sólo es necesaria una dosis en adultos”, ha resaltado.
Tal y como se ha puesto de manifiesto en la jornada, la edad o padecer una enfermedad de base aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad neumocócica. Junto a ello, los expertos también subrayan el impacto que, de padecerla, tiene la infección sobre la patología de base. “En pacientes crónicos, como diabéticos o hipertensos, una enfermedad neumocócica puede descompensar su patología de base. Vacunando evitamos esa descompensación y las posibles hospitalizaciones asociadas”, ha explicado este experto.
Por otro lado, los expertos abogan por combatir cualquier posible confusión sobre el momento de administración de la vacuna antineumocócica desde las consultas de enfermería, a las que habitualmente acuden los pacientes a resolver sus dudas. En este sentido, recuerdan que la infección por neumococo no es estacional.
“Cuando llega la temporada gripal, en octubre, noviembre e incluso diciembre, además de administrarse la vacuna frente a la gripe se aprovecha también para poner la del neumococo, pero esta vacuna se puede poner durante todo el año. Por lo tanto, los profesionales de enfermería tienen que tener esa capacidad de captar al paciente en enero, febrero, marzo, abril… cuando sea, puesto que no hay que esperar a ningún momento concreto”, ha detallado el catedrático.
Asimismo, otro de los aspectos que se han destacado de la vacunación antineumocócica conjugada ha sido su capacidad para disminuir el estado de portador nasofaríngeo de la bacteria del neumococo. “Estas bacterias, cuando nos afectan, se quedan en nuestra nasofaringe. Sin embargo, con esta vacuna las eliminamos, disminuyendo así la capacidad de transmitirlas al resto de la población. Esto es muy importante para el entorno familiar”, ha concluido Gil.