En el marco del 66 Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y durante el Campus Vacunas organizado por Pfizer, se ha debatido por los especialistas en pediatría las principales novedades que se se han producido en el último año en el campo de la vacunología. Los dos temas centrales del encuentro han sido el aumento del arsenal disponible para luchar frente al meningococo y la necesidad de mejorar la concienciación sobre la vacunación del niño mayor.
Los expertos han señalado que los niños mayores y los adolescentes son un grupo importante para la vacunación frente al meningococo, tanto por el número de infecciones causadas por este microorganismo a estas edades como por su letalidad.
A este respecto, Fernando Sánchez, jefe de servicio de pediatría del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid), ha destacado que “En Europa, según datos de 2017 del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) European Center for Disease Prevention and Control, la tasa más alta de mortalidad por enfermedad meningocócica se da en pacientes de 15 a 24 años. Para esta franja de edad, la letalidad es del 13,5%”.
A pesar de ello, durante el encuentro se ha expuesto que, tanto padres como el propio colectivo médico bajan un poco la guardia sobre la necesidad de la vacunación a medida que el niño se hace mayor. “En los primeros 2 años de vida, se agrupan el 90% de las vacunas que tiene que recibir un niño. A partir de esa edad, disminuye el número de vacunas que se ponen y da la sensación de que el niño ya está protegido de todo. No es cierto, las vacunas son para todas las edades”, destacó Sánchez.
En el debate se abordó por los pediatras, como novedad, la reciente llegada a las farmacias españolas de Trumenba, vacuna frente al meningococo B. Vacuna que se encuentra indicada para la inmunización activa de individuos de 10 años de edad y mayores, y está diseñada para ofrecer amplia cobertura frente a diversas cepas del meningococo B.
Valentí Pineda, de la unidad de Infecciosas pediátricas de la Corporación Sanitaria Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) afirmó que “la vacuna contiene dos variantes de la proteína fHbp que se expresan en más del 90% de los meningococos B, con lo cual se prevé que pueda tener una eficacia alta en la prevención de esta infección”.
Asimismo, respecto a la edad para la que está indicada la nueva vacuna, durante el encuentro se ha destacado que entre los 14 y 18 años se produce el segundo pico de incidencia de la enfermedad meningocócica. “El estilo de vida del adolescente, de contacto íntimo, determinaría un grupo de riesgo claro a estas edades”, subrayó Pineda.
Por último, durante el encuentro los expertos señalaron que el meningococo se transmite de persona a persona a través del contacto con las secreciones respiratorias o de la garganta de portadores asintomáticos o, excepcionalmente, por contacto directo con pacientes con enfermedad meningocócica. Por ello, el contacto estrecho que se da durante la adolescencia en alojamientos compartidos, residencias universitarias o en campamentos favorecería la transmisión de esta enfermedad.