Diversos expertos españoles coinciden en la necesidad de la convivencia entre una estrategia preventiva como la vacuna y un arma terapéutica como los tratamientos para generar “evidencias diagnósticas, terapéutica y preventivas frente a la pandemia”.
Junto a ello, diversos expertos españoles han puesto de manifiesto la necesidad, además, de contar con fármacos eficaces que reduzcan el número de días de ingreso para disminuir la presión hospitalaria, así como expuesto la necesidad de continuar investigando nuevos tratamientos para combatir el SARS-CoV-2 además de seguir avanzando en la vacunación de la población global.
“La realidad es que, cuantas más personas tengamos vacunadas menor será el número de pacientes infectados que precisen de tratamiento para la covid-19. Pero probablemente siempre necesitemos de tratamientos antivirales para mejorar el pronóstico de esta infección”, Carlos Dueñas, jefe de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Clínico de Valladolid.
Dueñas señala que “actualmente tan solo disponemos de dos fármacos aprobados por las agencias reguladoras que son remdesivir y dexametasona. Cada uno tiene en la actualidad indicaciones en situaciones de la enfermedad distinta” y “los que estamos acostumbrados a tratar infecciones víricas, tenemos claro que cuanto antes se consiga bajar la carga vírica, mayor será la probabilidad de una infección más leve y un mejor pronóstico”.
Luis Maíz, especialista en Neumología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, destaca que, a nivel epidemiológico, “hay que incrementar los rastreos de los contactos, intensificar las medidas preventivas ya conocidas que han demostrado su eficacia (lavado frecuente de manos, mascarilla naso bucal protectora, confinamiento de las personas infectadas, etc.) y mejorar las técnicas de detección del virus, haciéndolas asequibles a la población que lo necesite y abaratando el coste”.
Por su parte, Álex Soriano, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, quien acumula un extenso conocimiento al ejercer en una de las ciudades más impactadas por el covid-19 y defiende la importancia de tratar a los pacientes infectados por coronavirus en la fase viral de la enfermedad, ya que “si interrumpimos la replicación viral de forma precoz evitaremos la respuesta inflamatoria. La experiencia con la gripe nos ha enseñado que cada día de retraso en la administración del antivírico aumenta la mortalidad”.
Y es que el principal objetivo que tenemos en estos momentos iniciales, tal y como señala la Rosario García, directora de la unidad de Urgencias del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, “es frenar la replicación del virus y disminuir de esa forma su capacidad infectiva y reducir la mortalidad. Además, hay que mejorar el pronóstico del paciente y disminuir la estancia media hospitalaria”. De hecho, en el caso particular de remdesivir, la doctora afirma que “es el único antiviral que ha demostrado su eficacia contra la covid, mejorando el pronóstico de los pacientes. En el servicio de urgencias se usa de forma precoz, siempre y cuando las condiciones clínicas del paciente así lo permitan”.
Además, la necesidad de liberar recursos hospitalarios es un aspecto esencial en un contexto en el que las cifras de presión hospitalaria y de camas UCI, así como de incidencia acumulada, continúan siendo altas en todo el mundo.
En este sentido, José Luis Poveda, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe, comenta que "la gestión de los recursos específicos para controlar la presión hospitalaria generada por el covid-19 ha necesitado de una permanente toma de decisiones. La situación ha sido muy cambiante y ha afectado de modo desigual a los diferentes tipos de pacientes. Ahora bien, liberar recursos hospitalarios cuando es posible instaurando tratamientos para el SARS-CoV-2 que contribuyan por ejemplo a la disminución de la estancia hospitalaria, es una ventana de oportunidad para pacientes COVID -19 y para el resto de los pacientes que el sistema sanitario, sin duda, necesita".