Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma
La semana pasada Sandoz anunció el lanzamiento de un omeprazol 20 mg que no requiere de receta médica para su dispensación. El medicamento tiene una indicación reducida, consistente únicamente en “el tratamiento de los síntomas de reflujo (por ejemplo, ardor, regurgitación ácida) en adultos”, según su ficha técnica. Además de eso, el precio es de 2,95 euros, es decir, superior al equivalente que está afectado por el Sistema de Precios de Referencia y está fijado en 1,26 euros. Otra característica es que al no estar financiado con fondos públicos y no requerir de receta médica, se autoriza la publicidad dirigida al público.
Pues bien, muchísimos farmacéuticos han mostrado su perplejidad y disconformidad en las redes sociales ante este lanzamiento ya que, por un lado piensan que les va a traer problemas frente a los pacientes por dispensar un medicamento más caro, mientras que otros consideran que debe seguir siendo de prescripción o, incluso que con la cantidad de omeprazoles existentes no era necesario lanzar uno nuevo.
Por todo ello, creo que es necesario realizar una labor pedagógica y de convencimiento tanto entre los profesionales como entre los pacientes.
Creo que primero es necesario dejar claro que el hecho de que dos medicamentos compartan principio no quiere decir que sean iguales. Incluso a pesar de que compartan dosis. Puede haber diferencias en sus indicaciones, en su financiación o, como es el caso, en la necesidad de receta o no. Casos hay muchos. Viagra y Revatio (ambos sildenafilo) aunque uno de ellos indicado en disfunción eréctil y no financiado y el otro autorizado para hipertensión pulmonar siendo, además, medicamento huérfano. Otro similar es el de Propecia-Proscar. Otros casos como el que nos ocupa se han dado, por ejemplo con el orlistat: Xenical con receta y Alli sin ella. Eso sí, ninguno de los dos estaba financiado. O, sin ir más lejos, también hay pantoprazol con y sin receta. La misma situación.
De este modo, los farmacéuticos van a poder dispensar ante su criterio clínico y solo para reflujo, un medicamento de indicación farmacéutica. Cualquier otra necesidad clínica del paciente, como ha sido siempre, debería ser atendida por un médico para la dispensación del medicamento con receta. Sé que no es lo habitual y que hay determinados medicamentos como ibuprofeno o paracetamol que se dispensan muchas veces especialidades que tienen receta de dosis en las que hay productos que no la requieren. También está el caso de dosis superiores a las autorizadas sin receta, o este caso de omeprazoles que se dispensan habitualmente sin prescripción. Pero creo que eso tiene que empezar a cambiar por seguridad jurídica y legalidad, por desarrollo profesional del farmacéutico y por cuestión económica.
A nadie se le escapa que un medicamento que requiere receta no se debería dispensar sin ella. Sin ánimo de ser más papista que el Papa y sabiendo que la atención en el mostrador es muy difícil, y más si se trata con pacientes acostumbrados a obtener muchos medicamentos sin receta, creo que es momento de empezar a reclamar receta cuando sea necesario y, también, a dispensar el medicamento que no requiera receta cuando se solicita sin ella, aunque tenga un precio superior.
Dos medicamentos con la misma composición no tienen porqué ser iguales. Su situación administrativa puede ser distinta. Es lo que ocurre con los ejemplos puestos anteriormente del sildenafilo, orlistat, pantoprazol o ahora con el omeprazol. Y esa situación administrativa diferente lleva aparejadas indicaciones, condiciones de dispensación y precios diferentes para cada caso. Igual que son diferentes las situaciones administrativas de dos pacientes con niveles de copago distinto. ¿A algún farmacéutico se le ocurriría aplicar un copago distinto al que tenga asignado un paciente porque tenga la misma enfermedad, esté tratado por el mismo médico y con el mismo medicamento que otro paciente con menor copago? Seguro que a nadie. Pues este caso es el mismo. La situación administrativa del medicamento otorga al farmacéutico unas capacidades de manejo u otras.
Una vez puestos encima de la mesa los motivos por los que creo que el omeprazol con receta y el omeprazol sin receta son medicamentos son diferentes, creo que es necesario convencer a los farmacéuticos de que están ante una oportunidad y no ante un marrón.
Algunos profesionales se quejaban en las redes sociales de la responsabilidad que suponía no conocer si el paciente está en tratamiento con otros productos incompatibles. Además de ser la misma situación de ahora, creo que es una oportunidad para que la profesión reclame el acceso al historial farmacoterapéutico del paciente. Y no solo eso, el farmacéutico, por el bien del paciente, debe poder dar de alta en el sistema medicamentos que, como es el caso, es relevante para el médico tener constancia de que el paciente lo está tomando.
Además, creo que el farmacéutico debe aprovechar para potenciar su desarrollo profesional. Si la administración no confiara en su papel, no dejaría en sus manos el manejo de estos medicamentos. Por lo que debe ser aprovechado y debe servir para reclamar mayores espacios de competencia, especialmente en el ámbito de los síntomas menores.
Por último, pero no por ello menos importante, creo que es un paso, pequeño es cierto, para la sostenibilidad de la farmacia. El medicamento financiado cuesta 1,26 euros, mientras que el OTC 2,95 euros. Es cierto que algunos pacientes podrán quejarse, pero la farmacia tiene y debe empezar a concienciar e instruir a los pacientes en el uso adecuado de los medicamentos. En este sentido, más pronto que tarde los medicamentos podrán tener precios diferentes en dispensaciones al SNS o en dispensaciones privadas, caso similar a este. Además, en este caso, tiene la excusa legal y cierta de que sin receta debe dispensar el medicamento que no la requiere. Sé que es difícil, pero si nunca se empieza, nunca se conseguirá y la farmacia, lejos de aprovechar las oportunidades que se le brindan, las dejará pasar.
Por todo ello, yo doy la bienvenida a este nuevo medicamento. Me alegra que la Agencia Española de Medicamentos haya dado este paso y creo que es una oportunidad para la farmacia que no debe desaprovechar. Que vengan muchos más.
hace años recuerdo una situacion similar con Pantoloc 20mg 7 y 14 comp (pantoprazol susceptible de publicidad y sin receta medica). La realidad fue que fracasó. Los motivos, no lo se, quiza el laboratorio tenga su analisis particular de situación. En la farmacia mía, el resultado fue devuelto por caducidad y jamas se supo más.
Esto se acabaría con los códigos QR y una gestion informatizada de recetas privadas.