Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma.
Con motivo de los 20 años de genéricos en España Diariofarma ha organizado, con la colaboración de Cinfa, Kern Pharma y Stada, una jornada de debate para analizar qué se ha avanzado hasta ahora, cual es la situación y qué hay que hacer de aquí en adelante en relación a estos medicamentos. La jornada, celebrada el pasado lunes 24 de abril, ha resultado ser muy interesante. Contamos con la participación de expertos de muy diverso perfil técnico y profesional que nos permitió ver la realidad sobre la percepción existente sobre los genéricos.
A la vista de todo lo hablado durante el pasado lunes creo que hay algunas cuestiones que son necesarias de acometer. Por un lado, creo que son imprescindibles la realización de nuevas y continuas campañas de formación y concienciación en relación a los medicamentos genéricos, y, en ello coincidieron los participantes de la mesa de gestores y políticos, así como los profesionales de la industria y otros agentes del sector. También hubo consenso en la necesidad de que los genéricos tengan la posibilidad de diferenciarse de las marcas a través del precio como única herramienta de impulso a su prescripción, dispensación y solicitud por los pacientes.
En relación a la concienciación y formación, uno de los asuntos recurrentes siempre que se habla de genéricos es la bioequivalencia y la isoapariencia. En relación a la importancia que se achaca a la bioequivalencia, los representantes de la industria de genéricos dejaron claro que las diferencias existentes entre dos personas con complexión diferente es mucho más relevante que la diferencia en la biodisponibilidad. En este sentido, señalaron que en pocas ocasiones se tienen en cuenta aspectos fisiológicos para la elección de un medicamento u otro.
También pusieron de manifiesto las dificultades de requerir isoapariencia. Desde que más de la mitad de los medicamentos genéricos que llegan a nuestro país proceden de registros a nivel europeo, tal y como explicó el Jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps, César Hernández; a las mejoras que los genéricos han introducido en la galénica de múltiples medicamentos. Dos ejemplos que puso el consejero delegado de Kern Pharma y presidente de Aeseg, Raúl Díaz-Varela: La eliminación de la lactosa como excipiente en muchas presentaciones, a pesar de que se trata de uno de los mejores productos para su función; y la reducción de tamaños en muchos fármacos, como por ejemplo, el paracetamol. Algo que con isoapariencia obligatoria no se habría podido lograr.
Más allá de todo esto, también quedó claro que el mercado de genéricos está en dificultades. Según los datos de QuintilesIMS, en el primer trimestre ha entrado en pérdidas del 3,6%. Estos datos, junto con la limitada penetración que están teniendo estos medicamentos en los últimos tiempos, que se sitúa en cifras próximas al 10%, ponen en riesgo el desarrollo de versiones genéricas en el futuro.
Las cuentas no salen para muchos productos tras descontar el 40% de mercado por la reducción obligatoria de precios. Si a ello se suma una penetración baja y tener que repartir el mercado entre los múltiples competidores genéricos, a veces ni se cubren los costes. Por ello, las compañías de genéricos tiran cada vez más de calculadora a la hora de decidir, con dos años de antelación al lanzamiento, si apuestan por una molécula o no.
De este modo, de cara a incrementar la penetración de estos productos, consideran imprescindible la existencia de algún tipo de incentivo para los genéricos. No tiene ni siquiera que ser directo. Ellos piden que haya diferencial de precio con las marcas como incentivo a su prescripción y dispensación. Se trata de una medida existente en todos los países de Europa. O, dicho de otro modo, en ningún otro país se obliga a las marcas a situarse en el precio del genérico. Si no hay diferencia, ¿qué incentivo hay para la elección del genérico?
Los participantes en la mesa de gestores y genéricos, José Martínez Olmos, Antonio López, María Jesús Merayo y Carlos Lens también coincidieron en que había que hacer algo para impulsar los medicamentos genéricos ya que estaba en juego la sostenibilidad.
El senador socialista mostró su apuesta por situar a estos medicamentos en primera línea, al incorporar su impulso al Pacto de Estado por la Sanidad y reclamar del Gobierno la explicitación de su política de genéricos. Por su parte, el representante del Ministerio explicó algunas medidas que podrían impulsar este mercado y limitar algunos efectos indeseados del sistema de precios de referencia. Eso sí, para cambiarlo hace falta consenso político puesto que es necesario modificar leyes.
En resumen, se trató de una interesante jornada que puso encima de la mesa aspectos muy importantes para asegurar que los genéricos pueden seguir ejerciendo su actividad como regulador de precios, de facilitador de acceso a medicamentos eficientes, pero también como industria que crea valor.