El acceso a la innovación, un reto global que requiere de información

El acceso a la innovación farmacéutica es un reto que no solo afecta a España y otros países, como Grecia o Portugal, con dificultades económicas. Todos los países desarrollados están en pleno análisis y desarrollo de políticas que permitan abordar el reto que supone la incorporación de las novedades terapéuticas que se avecinan. Así se puso de manifiesto durante la mesa de debate ‘Valor terapéutico y criterios para la fijación de precios y financiación de medicamentos innovadores’, que ha tenido lugar en el 36 Symposium de la Asociación Española de Farmacéuticos de la Industria (AEFI).

Para tratar de dar respuestas adecuadas a las incertidumbres y la falta de información, en el ámbito europeo se están “poniendo las bases para avanzar en algo que podría ser un informe de valor europeo, similar al IPT y que ponga de acuerdo a nivel europeo”, explicó el Jefe de Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos (Aemps), César Hernández.

Según este experto, “la evaluación se ha fraccionado en exceso y ahora es necesario volver a buscar ideas comunes a nivel europeo, y hay que continuar porque el método de prueba y error que se ha desarrollado hasta ahora no es satisfactorio para nadie”. Por ello, ya existen algunas estrategias que buscan gestionar toda la información disponible para que se encuentre agrupada en un contenedor único en el que encontrar todo el conocimiento del medicamento a lo largo de todo su ciclo de vida.

Hernández, además, señaló la importancia de la evaluación en el ámbito de los medicamentos. Tal y como indicó en el momento de comercializar un medicamento existen una “asimetría de la información. Esta diferencia de información hace difícil distinguir entre gasto e inversión”. Además, expuso que existen incertidumbres que se producen al inicio del uso de un medicamento, que hay que manejar. En este sentido, explicó la necesidad de conciliar la utilización en momentos con incertidumbre frente a  esperar a que estas se despejen y que haya gente que haya perdido la oportunidad de beneficiarse de las innovaciones.

Según el representante de la Aemps, el posicionamiento terapéutico busca dar valor a un producto para que la gente que tome la decisión sobre si un medicamento es o no una inversión lo haga informada.

Esta es precisamente una de las cuestiones más relevantes a discernir. El subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay consideró que los medicamentos “tienen una vertiente de inversión importante”. Según indicó “la adquisición de medicamentos por las administraciones satisface la necesidad inmediata de un paciente, pero al mismo tiempo aporta ganancias a largo plazo para la sociedad. Por ello, es parte gasto y parte inversión”.

Además, el representante de Farmaindustria señaló que ante el reto de la evolución demográfica y el envejecimiento, la innovación farmacéutica puede ser un elemento que ayude a “mantener la productividad y reducir el abandono prematuro del mercado laboral”, lo que en un entorno con pocos activos por cada pensionista puede ser muy relevante.

Dado ese reto demográfico, Urzay reclamó además que la inversión en Sanidad en España se mantenga en cifras próximas al 6% del Producto Interior Bruto. De ese modo, el incremento anual de inversión hasta 2018 se situaría en cifras próximas a los 2.300 millones.

Por su parte, el Jefe de Área de Estabilidad Presupuestaria, de la Subdirección General de Análisis Presupuestario y Organización Institucional del Sector Público Autonómico del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, César de la Fuente, consideró que a pesar de las múltiples medidas puestas en marcha en los últimos años para buscar la sostenibilidad del sistema, “es preciso forjar el futuro del SNS apostando por cambios que incrementen la equidad y la eficiencia”.

Tras reseñar las medidas que se han puesto en marcha en coordinación con la Comisión Europea, de la Fuente criticó que “el modelo de negocio de la industria ha derivado hacia otro que podría hacer que no se consiga el objetivo de la sostenibilidad”. Por ello, llamó a reflexionar sobre si los precios de la innovación “son justos” o si podemos permitirnos pagar lo que la industria pide por las innovaciones.

Con él coincidió el representante de la Aemps, que señaló que hay que plantearse “si lo que cuestan los medicamentos es lo que deben costar”. En este sentido, consideró necesario que el desarrollo de un medicamento “sea más barato” al tiempo que plantearse métodos más sencillos que no generen costes.

La mesa se cerró con la ponencia de la Asesora en la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos, del Ministerio de Sanidad, Elena Casaus, que explicó el funcionamiento de la Comisión de Precios y sus procedimientos, y señaló la importancia que tienen los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPT) a la hora de evaluar el medicamento para su financiación y precio ya que “valora objetivamente los resultado en salud independientemente de los costes”.