Terapéutica

La atención farmacéutica, clave para conciliar medicamentos y conducción

Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) destacan la importancia de una dispensación informada, a la que contribuyen proyectos como el del Servicio de Farmacia del Arnau de Vilanova-Lliria para mejorar la identificación de los riesgos.
Miembros de los servicios de Farmacia del Hospital Arnau de Vilanova y el de Lliria.

El Subdirector Adjunto de Investigación e Intervención de la Dirección General de Tráfico, Juan Carlos Luque, firmaba recientemente un editorial en la Revista de la Organización de Farmacéuticos Ibero-latinoamericanos, en el que bajo el título 'Fármacos y seguridad vial', analizaba la problemática de los accidentes durante la conducción bajo los efectos del alcohol, las drogas y de los medicamentos.

En relación con éstos últimos, destacaba la importancia de mantener el equilibrio entre la necesidad de evitar la ingesta de determinados medicamentos al volante y la de mantener el tratamiento para controlar enfermedades, como la apnea obstructiva del sueño, la diabetes o los trastornos psicóticos, que pueden ocasionar, mal tratadas, la pérdida del control sobre el vehículo. Superada esta diatriba, alertaba de los riesgos del autoconsumo de fármacos y señalaba la prescripción obligatoria como una medida de seguridad.

Vistos los principales riesgos, se refería a las oficinas de farmacia y los servicios de farmacia de los hospitales, con su consejo en el acto de la dispensación de medicamentos (incluidos aquéllos que no precisan receta médica), como "herramientas clave en la información acerca de los potenciales efectos secundarios que afectan la conducción, en evitar el consumo simultáneo de alcohol u otras drogas, o para reducir la conducción en los primeros días del tratamiento", en los que aumentan las posibilidades de que la medicación afecte a la capacidad de atención.

Como muestra de este papel que asigna la Dirección General de Tráfico a los profesionales farmacéuticos, cabe mencionar un trabajo realizado por el Servicio de Farmacia del Hospital Arnau de Vilanova-Lliria, liderado por el farmacéutico especialista Sergio García y en el que también se ha implicado Enrique Soler, jefe del Servicio. Concretamente, ha consistido en identificar los medicamentos de DHa (fármacos de uso hospitalario, medicamentos de diagnóstico hospitalario sin cupón precinto, medicación extranjera y, aquellos incluidos en la resolución del Director Gerente de la Agencia Valenciana de Salud con fecha 17 de noviembre de 2009) dispensados entre 2016 y 2017 y que tengan algún efecto sobre la conducción de vehículos. Se incluyeron tanto aquellos medicamentos en los que aparecía en su cartonaje el pictograma de conducción, como en los que aparecía en el apartado de 'Condiciones de Prescripción y Uso' del Centro de Información de Medicamentos de la Aemps (CIMA).

Una vez identificados, se hizo una revisión pormenorizada del resumen de las características incluidas en ficha técnica y el prospecto de cada uno de los 50 productos, y se revisaron los efectos adversos, valorando, fundamentalmente, los muy frecuentes (≥1/10) y frecuentes (≥1/100 a <1/10). También se analizó el tipo de reacción adversa que puede afectar a la capacidad de conducción de vehículos.

Clasificación de los riesgos para el conductor

Vistos los riesgos, se procedió a su categorización, para lo que se ajustaron a la metodología propuesta en el proyecto Druid (Driving Under the Influence of Drugs, Alcohol and Medicines), puesto en marcha por la Comisión Europea en 2006. Esta clasificación incluye cuatro categorías: 0, si el principio activo no presentaba efectos sobre la conducción; I: si el principio activo presentaba como máximo dos efectos adversos (frecuentes y/o muy frecuentes) en dos grupos diferentes de la clasificación de órganos y sistemas; II, si el principio activo presentaba más de dos efectos adversos (frecuentes y muy frecuentes) en más de dos grupos diferentes, y III si, cumpliendo los criterios de la Categoría II, en la sección específica de 'Efectos sobre la capacidad de conducir y utilizar máquinas', advertía de la peligrosidad de conducir. A cada una de ellas se le asignó un color similar a los del semáforo (siendo el rojo el riesgo mayor, y el verde la ausencia de él) para ayudar a la comprensión.

De los resultados del estudio, los autores destacan la existencia de discrepancias entre la lista de medicamentos que incorporaban el pictograma en la caja del medicamento y la del CIMA. Éstas se encontraron en un total de siete medicamentos: cuatro de ellos (temozolamida, dasatinib, topotecan e interferón beta 1-b) no incorporaban el pictograma en el cartonaje y en otros tres casos (sofosbuvir, sofosbuvir/ledipasvir y dronabinol/cannabidiol) no aparecía el pictograma en el CIMA.

Asimismo, la distribución resultante entre categorías de los 50 medicamentos identificados con algún riesgo resultó en 29 fármacos clasificados en la categoría I (58%), 18 medicamentos en la II (36%) y tres medicamentos en la III (6%). En cuanto a las reacciones adversas de estos medicamentos que podrían afectar a la conducción, destacan los trastornos neurológicos (en 36 medicamentos), trastornos psiquiátricos (en 20), trastornos oculares (en 18), trastornos auditivos (en 14) y trastornos metabólicos (en dos).

Soler explica que el trabajo ha ido acompañado del diseño de un cartel que se ha colocado en las consultas a pacientes externos. También han tomado la medida de incluir el pictograma, con su color correspondiente, en todas las fichas de medicamentos de dispensación hospitalaria que puedan afectar a la conducción. El sistema, no obstante, deberá ser adaptado a las necesidades de cada hospital, ya que "el trabajo sólo incluye los que dispensamos en nuestro centro", subraya.

Una vez generada la información, la clave estará en que los farmacéuticos se apropien de ella y la apliquen en su trato con el paciente, haciendo a éste consciente de los peligros asociados a la medicación que toma. "Es importante que seamos capaces de ir más allá de la comunicación de un posible efecto adverso, profundicemos, y traslademos al paciente el nivel de riesgo al que se enfrenta", concluye.

 

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Diana Rodríguez Hurtado M.D Medicina Interna
Diana Rodríguez Hurtado M.D Medicina Interna
7 años

Interesante este artículo sobre "Fármacos y Seguridad vial".
Sobre todo, tener cuidado en Adultos Mayores que conducen autos, pues algunos de ellos están bajo la polifarmacia . Debemos tener en cuenta la interacción de drogas y los eventos adversos relacionados a los medicamentos.

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