Tras dos años desde la entrada en vigor del Real Decreto 870/2013, que regula la venta on line de medicamentos no sujetos a prescripción médica, las farmacias españolas autorizadas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) para realizar esta actividad alcanzan las 421, es decir, aproximadamente el 2% del total de farmacias.
Durante el primer año, se dieron de alta algo más de la mitad de farmacias que actualmente constan en la plataforma creada por la Agencia, Distafarma, que disponen del sello europeo para poder tener una tienda digital de OTC. Desde entonces, el número de acreditaciones aumenta lentamente. El principal motivo por el que no cuaja la venta on line de medicamentos es “la lejanía que tiene aún el sector con la digitalización”, según expresa Fernando Sánchez Olivera, CEO de la empresa especializada en diseño de webs Grupodw.es.
Sin embargo, la oficina de farmacia está obligada a adaptarse a los nuevos patrones de compra y subirse a la transformación digital, que además le permitirá situarse cerca del cliente, opina Amapola Munuera, adjunta de la farmacia Campoamor, en Orihuela (Alicante), la primera en darse de alta en Distafarma. De hecho, esta farmacéutica considera que la integración de la farmacia en el Sistema Nacional de Salud pasa inevitablemente por la digitalización.
Expectativas no cumplidas
Según Munuera, con el inicio de la venta a distancia de medicamentos, se generaron unas expectativas respecto a sus posibilidades de rentabilidad que no se han visto cumplidas. Entre los motivos que lo explican se encuentra la falta de conocimientos de los farmacéuticos en este ámbito. Opina que muchas farmacias on line lo tienen difícil para diferenciarse porque, con una escasa inversión basta para contratar el diseño de una web basado en plantillas iguales, lo que configura comercios digitales de aspecto similar.
Munuera opina que la formación es una de las asignaturas pendientes en este terreno. A su parecer, aún hay mucho camino que recorrer en la atención farmacéutica que puede prestarse a través de la red.
Más frenos
Para la mayoría de farmacias, la venta on line aún no es una prioridad ni ven una rentabilidad en esta actividad, por lo que “es lógico que no exista un impulso masivo hacia el desarrollo de proyectos web para la venta de medicamentos sujetos”, explica Sánchez.
Otro de los factores que influyen en la lentitud con la que se están incorporando a la venta digital de OTC es que el contexto técnico es complicado, según explica Boris Arroyo, de la empresa especializada en páginas web y e-commerce en el sector farmacia, AMC Gestión. En su opinión, el mecanismo de solicitud de la certificación sigue sin estar bien resuelto técnicamente. Para el CEO de Grupodw.es, el proceso es sencillo al menos si uno se deja asesorar por expertos.
Aun así, considera que el desconocimiento de la norma ha sido uno de los frenos al impulso de la venta digital de OTC. “El Real Decreto resulta algo contradictorio en algunos aspectos y en cada Comunidad Autónoma la legislación está siendo interpretada de un modo distinto, lo que crea confusión”, apunta Sánchez.
Más difícil diferenciarse con la venta de OTC
Además, con la web de medicamentos, hay menos posibilidad de diferenciación, puesto que la regulación es más restrictiva y no es posible destacar en lo que se refiere al catálogo, clasificación de productos, precio o promociones, estando permitidos los descuentos de los productos hasta un 10% como máximo, señala Arroyo de AMC Gestión. “Las parafarmacias pueden promocionarse sin problemas”, recuerda Munuera, pero las farmacias no pueden hacer publicidad, lo que supone una desventaja competitiva.
Aclarado que la venta on line de medicamentos no supone grandes beneficios para las farmacias, sobre todo en comparación a los productos de parafarmacia, ¿por qué apostar por esta opción? Una de las razones es que supone una oportunidad para posicionarse como marca, explica Sánchez. Arroyo coincide con él, al afirmar que disponer del sello mejora la imagen de la farmacia y genera confianza.
Aunque esta actividad no pueda verse como negocio, sí puede considerarse un complemento y un “plus a la digitalización de su farmacia”, afirma Sánchez. Germán Jiménez, de Farmacia Jiménez Andreu, en Barcelona, explica a Diariofarma que, en su caso, es una forma de captar nuevos clientes, aunque no estén en la zona geográfica de la farmacia. En su caso, la venta on line de OTC ayuda a compensar las ventas que se pierden hacia otros canales como supermercados y parafarmacias.
En esta farmacia están percibiendo una fidelización de clientes, y algunos de ellos compran a través de su e-commerce únicamente medicamentos. ¿El secreto? Dedicar tiempo a trabajar la web, lo que comporta un buen posicionamiento en Google, y apoyarse en redes sociales. Además, ofrecen un servicio de entrega en 24 horas. Jiménez explica que los usuarios que compran fármacos a través de la web adquieren diversas unidades, para disponer de ellas durante un tiempo, o para completar el botiquín. El hecho de poder hacer un 10% de descuento puedes resultarles un ahorro interesante.
La experiencia, el mejor valor
En el caso de la farmacia Campoamor, tiene una larga trayectoria en el mundo digital, con la cre
ación de una empresa de venta de productos de parafarmacia en 2010, separada de la web de la farmacia y una de las mejor posicionadas en España, y por esta razón les resultó más sencillo el proyecto de la farmacia digital. Su farmacéutica adjunta entiende la farmacia física y la on line como un todo, de modo que el e-commerce es una forma de ampliar la cartera de servicios.