El Grupo de Farmacia Oncológica de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (Gedefo-SEFH) ha organizado su tercera reunión anual, centrada, en esta ocasión en la investigación, la integración en equipos multidiciplinares y la inmunooncología. También se abordó la posibilidad de aplicar escalas de beneficio clínico sobre las nuevas alternativas que se van lanzando al mercado, un proyecto en el que trabajan la SEFH y la Sociedad Española de Oncología Médica desde 2017, cuando firmaron un convenio de colaboración.
Para ello, se creó un grupo, conformado por tres oncólogos (Álvaro Rodríguez, Martín Lázaro e Ignacio Durán) y tres FH (Irene Mangues, María Dolores Fraga y Gerardo Cajaraville), que busca "una manera de complementar la Escala de ESMO con dos grados o matices, uno de ellos basado en el precio del medicamento (ya que la escala ESMO no incorpora el componente económico) y otro en la robustez o validez interna y externa de los ensayos evaluados", explicó Cajaraville, farmacéutico especialista del Oncologikoa Hospital de San Sebastián, que espera poder realizar nuevos avances, en este sentido, en la reunión que tienen prevista para febrero de 2019.
Y es que, añadió, Cajaraville, "los nuevos medicamentos oncológicos se asocian con un precio alto, una toxicidad que debe ser considerada y manejada, y una eficacia variable, y en bastantes casos marginal". Por eso, subrayó la necesidad de medir su beneficio clínico, así como por el impacto sobre la calidad de vida del paciente.
La aportación de los FH
Además, el encuentro sirvió para anunciar el cambio en la coordinación del Grupo, que pasa a Estela Moreno en sustitución de Irene Mangues. Precisamente, Mangues, farmacéutica especialista del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida, ha subrayado que, en materia de investigación, existe una línea en el Plan Estratégico Gedefo 2020, que tiene como objetivo "aumentar las aportaciones científicas de los farmacéuticos oncohematológicos". De hecho, en esta tercera reunión se habrían presentado dos de estos estudios, explicó, "uno de toxicidad del docetaxel y otro de estratificación del paciente oncohematológico".
Por su parte, Mª Josep Carreras, farmacéutica especialista del Hospital Universitari Vall d'Hebron de Barcelona, puso en valor la integración del farmacéutico oncológico en el equipo asistencial con responsabilidades específicas en diferentes ámbitos, también en el docente e investigador, algo que, dijo, "contribuye a la mejora de los resultados en salud de los pacientes". Pero para ello, apuntó, "ha sido una base fundamental el alto nivel de especialización adquirida mediante programas de formación específica como las becas BPS impulsadas por Gedefo y la SEFH”.
En lo respecta a la integración del FH en equipos asistenciales en Oncología, se aprovechó el encuentro para presentar experiencias en el tratamiento de soporte del paciente, como en la optimización de las pautas de prevención y tratamiento de las náuseas y vómitos asociados a quimioterapia, el uso de una herramienta informática para el cribado de los pacientes con mal control antiemético y en la medida de los resultados obtenidos una vez ajustada la pauta antiemética, o en el cribado y soporte nutricional al diagnóstico.
Prevención de toxicidades
También se habló en la reunión del importante papel del farmacéutico oncológico en la prevención de toxicidades graves y limitantes, como la monitorización terapéutica de niveles de meotrexato, ajuste de la dosis de folinato y otras medidas de soporte con el fin de prevenir la toxicidad de este tratamiento cuando se utiliza a altas dosis.
También se presentaron actividades relativas a la determinación de factores farmacodinámicos o farmacocinéticos que pueden condicionar la efectividad del tratamiento, y se ha expuesto el papel del FH en la revisión de la serología y estado vacunal de los pacientes al debut y la adecuación de la misma según la pauta de quimioterapia que van a recibir.