El rechazo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 y la consiguiente convocatoria de elecciones generales el próximo 28 de abril va a suponer para la Sanidad un nuevo parón de importantes consecuencias solo nueve meses después del anterior, a consecuencia de la moción de censura.
El impacto sobre la Sanidad se puede diferenciar en varias partes. Por un lado, las consecuencias de no aprobar los presupuestos, por otro la ralentización legislativa y regulatoria para los próximos tiempos y, por otro, el parón operativo que se producirá en el Ministerio de Sanidad y los organismos anexos como la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) o el Consejo Interterritorial del SNS (CISNS).
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En cuanto al impacto por la caída de los PGE, se producen varias consecuencias, de las que la más relevante es que no se modificará la regulación del copago, por lo que los pensionistas y familias con hijos con menos recursos seguirán haciendo frente al copago. Esta cuestión, según el Ministerio de Sanidad, tendría un impacto de 392 millones de euros.
Además, la modificación que los PGE incluían en la Ley de Cohesión, con los cambios en la aplicación de copagos a la cartera suplementaria y el paso a la cartera básica del transporte sanitario no urgente, se queda lógicamente en el tintero.
En lo que se refiere a la tramitación de regulaciones que se quedarán sin aprobar muy probablemente serán la regulación de la verificación unitaria, de la que hay en marcha varios reales decreto que modifican el Real Decreto 1345/2017, de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente, así como la regulación del Nodo SNSfarma, con el consiguiente retraso en su puesta en marcha.
Además, se verán paralizados los procedimientos de aprobación del RD de publicidad de medicamentos y productos sanitarios; el RD de financiación y precio de productos sanitarios o el RD de estudios observacionales con medicamentos.
Parón en la CIPM y la CPF
Otra cuestión que preocupa de forma importante a la industria farmacéutica es el parón que se producirá en la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos. El impacto de la convocatoria de elecciones generales y autonómicas puede hacer que no haya reuniones de la CIPM desde abril hasta pasado el verano, con la consiguiente acumulación de expedientes y los retrasos en la puesta en el mercado de las innovaciones terapéuticas que estén al llegar.
Igualmente, algunos procedimientos como los que se siguen en la Comisión Permanente de Farmacia (CPF), como es el diseño de Valtermed; el Plan de abordaje de la terapia celular que se enmarca en el Plan Estratégico de Medicina de Precisión del SNS; o la nueva configuración que se quiere dar a los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPT), de manera que constituyan “un documento de referencia indiscutible para la gestión clínica en las comunidades autónomas. Es decir, que aporten la información necesaria para la adecuada toma de decisiones en el momento de la financiación, de la evaluación fármaco-clínica y de la utilización del medicamento”, según se recogía en el proyecto de PGE, también quedarán paralizados durante los próximos meses.
La homeopatía, beneficiada
Uno de los sectores que más se beneficiarán de la caída de los PGE y la convocatoria de elecciones será la homeopatía. Peor no les podía ir hace unos pocos días y hoy respiran aliviados. Por un lado, la caída de los PGE implica que las tasas por registro de sus medicamentos, que llegaban a multiplicarse hasta por nueve, no entrarán en vigor y, por tanto, los más de 2.000 registros que harán en los próximos meses, se realizarán con las tasas antiguas, mucho más económicas.
La homeopatía también se ve beneficiada por el parón regulatorio. No hay que olvidar que estaban en marcha varias modificaciones de reales decreto que ponían en aprietos a estos productos, tanto con cambios en sus procedimientos de registro, como en la información que se ofrece a los usuarios. Igualmente, la totalidad del Plan de Pseudoterapias queda en suspenso.
Otro ámbito que se beneficia también es la sanidad privada. La no aprobación de los presupuestos deja en suspenso la Comisión para el estudio de la situación de las privatizaciones en el sector sanitario, que en seis meses tenía el encargo de definir líneas y estrategias de actuación con el fin de garantizar el carácter gratuito y público del sistema sanitario.