Una vez conocidas las calificaciones de la prueba FIR 2018-2019, Diariofarma ha querido conocer a Juan Vicente Valor, estudiante alicantino en Madrid que ha conseguido el número 1 en esta edición. Más allá de la satisfacción de prueba superada y de conseguir ser el mejor de los aspirantes, Diariofarma se ha interesado por el antes, el durante y el después de la prueba para Valor, así como los motivos por los que optó a realizar el FIR, las herramientas para conseguirlo y sus expectativas de futuro.
Pregunta. En primer lugar, nos puede contar un poco su trayectoria, ¿Por qué decidió estudiar farmacia?
Respuesta. Viene un poco de la inquietud de mi padre, que siendo él boticario, veía en la farmacia una oportunidad de brindar a mis hermanos y a mí, un futuro que podía permitirnos vivir mejor (mi abuelo fue labrador). Así, tendría una puerta abierta en caso de que otras aspiraciones que tenía, como la de músico clarinetista, fracasasen. Confieso que les agradezco mucho que sembrasen en mí esa semilla, porque estoy muy contento y satisfecho de haber estudiado farmacia.
P. Una vez obtenido el grado, ¿qué motivos le llevaron a tomar la decisión de optar al título de farmacéutico especialista?
R. Supongo que en esa decisión confluyeron varias circunstancias. De hecho, en un primer momento parecía que todo iba encaminado hacia un doctorado en la universidad, pero, al final, acabé decantándome por la Formación Sanitaria. Es posible que parte de esa decisión se forjara durante las prácticas tuteladas de la carrera en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid, donde vi aspectos clínicos de la farmacia que me atrajeron, y que no se pueden ver fuera de un hospital. Además, cuento con una hermana mayor que es especialista en Farmacia Hospitalaria y que siempre habló bien de su paso por esta etapa.
P. Respecto a la prueba y su preparación ¿Es la primera vez que se presentaba al examen?
R. Sí, esta es la primera vez que me presento.
P. ¿Cuánto tiempo ha dedicado a la preparación?
R. Empecé el día 27 de agosto, con un curso preFIR de químicas de una semana que ofertaba GoFIR, la academia con la que estudié. Aquello supuso un verdadero impacto, porque pasé de una mentalidad de vacaciones de verano a estar en clase 10 horas diarias. Luego, empezaron las cinco horas de clases con el resto de materias y trataba de sacar una media de 11 a 12 horas de estudio, incluyendo las clases. Lo cierto es que nunca me controlaba el tiempo total que estudiaba, pero me ponía alarmas para bajar a comer y cenar y, entre medias, trataba de estudiar todo lo que podía.
P. ¿Nos puede contar el día a día de su preparación….?
R. Tras el curso del preFIR, los tres siguientes meses, desde septiembre hasta noviembre, tenía clases de 16:00 a 21:00. Por la mañana me levantaba sobre las 09:30 y estudiaba unas 4,5 horas. Después de comer iba a clase, y al volver, cenaba y por las noches sacaba entre 2 y 3 horas de estudio. Solía irme a dormir sobre las 02:00. Y al día siguiente, vuelta a empezar. Luego, llegado el mes de diciembre y hasta la fecha del examen, el único cambio que se produjo fue que las horas de clase se transformaron en horas de estudio. La verdad es que no había domingos de descanso ni fiestas. Tal vez, el mayor sacrificio que hice fue el de no bajar a casa por Navidad, ya que estaba estudiando en Madrid y soy de Alicante, aunque no me resultó tan catastrófico como pueda parecer porque ya estaba enfrascado en una rutina de estudio. El único día que me tomé algo de asueto fue el de Nochevieja, aunque a la 01:00 estaba durmiendo.
P. ¿Recomienda la preparación del FIR a través de una academia? ¿Es posible hacerlo por libre?
R. Creo que es fundamental preparar el FIR con una academia, porque los profesores guían el estudio y te ayudan a rentabilizar las horas y la materia. Imagino que es posible hacerlo por libre, pero yo no lo concibo. La academia marca una pauta de estudio y un ritmo que son una importante orientación para sacar adelante el examen. Digamos que tiran del carro. En concreto, GoFIR tiene unos apuntes muy completos y una aplicación muy práctica para hacer preguntas online. Además, mete mucha, mucha caña, lo cual crea un hábito de estudio que se forja desde el principio y eso me parece muy importante.
P. Una vez realizado el examen, y a la vista de los resultados obtenidos, ¿Qué aconsejaría al resto de los aspirantes para tener posibilidades de optar a la plaza deseada?
R. De manera resumida, estudiar, estudiar, estudiar y estudiar. Considero que las horas de estudio realizadas pueden marcar una importante diferencia. La preparación del FIR es como una carrera de fondo: el que más entrena tiene más posibilidades de llegar más lejos.
P. Algunos consejos prácticos….
R. Hacer muchas preguntas, al menos una hora y media desde diciembre hasta el examen, usar reglas mnemotécnicas que proporcione la academia y las que puedan surgirle a uno, así como esquemas y resúmenes que puedan elaborar.
P. ¿Existen otros factores que se deben tener en cuenta?
R. Efectivamente, hay otros factores que, en mi caso, pudieron influir en el resultado. En primer lugar, la educación de mis padres que me ha permitido dar mucho valor al esfuerzo y al trabajo diarios. Así, tenía la ventaja de que no me resultaba muy complicado pasar horas frente a la mesa. En segundo lugar, contar con un apoyo para los momentos de decaimiento o ‘bajón’, que los hay. Yo contaba con los ánimos de mi novia, que también estaba estudiando el FIR, y de mis padres. Si alguna vez necesitaba descargar la tensión, porque el día no había ido bien o porque no tenía más ganas de estudiar, hablaba con ellos y eso me relajaba y me ayudaba a continuar adelante. Y, por último, no menos importante, la guinda la pone la academia. Hay muchos datos que memorizar y la academia facilita mucho el estudio, con los apuntes, las preguntas propias y las reglas mnemotécnicas.
P. Respecto al examen, ¿considera que la complejidad del mismo ha sido adecuada?
R. Sí, creo que ha sido un examen en la línea de otros años, con algunas preguntas asequibles, aunque otras se salían de la normalidad, como es habitual en los exámenes FIR.
P. Personalmente, ¿qué materias ha echado en falta en las preguntas? Y por el contrario, cree que estas han incidido en alguna materia que no hubiera sido necesaria…..
R. Por lo general, me ha parecido un examen en el que el peso de preguntas por asignatura era equilibrado. Tal vez, destacaría las asignaturas de legislación, en la que el número de preguntas y su dificultad era superior a otras convocatorias (de las 5 o 6 que hubo, fallé 4) y después las de fisiología.
P. Dentro de las especialidades a las que se puede optar, análisis clínicos, bioquímica clínica, farmacia hospitalaria, microbiología y parasitología clínicas, inmunología, farmacia Industrial y galénica, radiofarmacia, cual es la que más le atrae. Tiene claro, ¿qué especialidad escogerá, depende de algún motivo en concreto? Y en concreto, qué le atrae de la especialidad que has elegido…
R. La especialidad que más me llama es la de Farmacia Hospitalaria. Me gusta la parte más clínica de la farmacia y los medicamentos en particular, aunque también el resto de aspectos relacionados con la Farmacia Hospitalaria y de cara a un futuro considero que es la especialidad que más podría complementar mi formación.
P. ¿Qué ámbitos le atraen más para desarrollar en un futuro tu profesión (investigación, galénica, clínica, evaluación, atención primaria, farmacocinética, nutrición, atención farmacéutica….)?
R. Hay un abanico de aspectos en los que me gustaría profundizar, fundamentalmente la clínica y la atención farmacéutica. Recuerdo que, durante mis prácticas tuteladas, las sesiones clínicas, leer y ver cómo eran tratados los pacientes en relación a sus enfermedades, me gustaba mucho, de hecho no descarto estudiar medicina en un futuro. También me gusta la parte de elaboración de medicamentos y nutriciones parenterales y la de gestión de los medicamentos.
P. Una vez se publiquen las listas oficiales, ¿tiene claro qué centro elegirá? ¿Por qué?
R. Aún no tengo claro el centro que elegiría porque no los conozco. Esperaré a las jornadas de puertas abiertas o a visitar los hospitales para tomar una decisión. Pero si tuviera que dejarme llevar por lo que he oído y leído de otros números 1, elegiría La Paz, el Gregorio Marañón de Madrid o La Fe de Valencia.