El que fuera subdirector general de Calidad de los Medicamentos y los Productos Sanitarios, Carlos Lens, que ejerce ahora como consultor privado, ha participado en una jornada de Fuinsa, titulada 'Financiación de medicamentos: criterios clínicos vs criterios económicos', mostrando su opinión contraria a algunas de las medidas propuestas en el Spending Review de la Airef (ha citado concretamente las subastas), por no tener en cuenta el cambio en la coyuntura económica.
Y es que, según Lens, para abordar la cuestión de la financiación de los medicamentos "el primer análisis que hay que hacer es el referido a la coyuntura económica y de la proyección de la economía". En su opinión, "esto tiene que determinar tanto las políticas tributarias como las presupuestarias". A este respecto, ha subrayado que "nada tiene que ver" el contexto actual "con el del año 2010-2011, con España al borde del rescate". Muestra de ese cambio de escenario sería, ha apuntado, "que el gasto farmacéutico se situaba en cotas del 1,9% sobre PIB, mientras que el año pasado cerró en un 1,386%".
"Me hubiera encantado que el Spending Review hubiera hablado más de esto, en vez de hablar de subastas para los medicamentos antihipertensivos. Sería algo sobre lo me gustaría llamar la atención a los autores de este informe de 340 páginas", ha concluido.
El ex subdirector de Calidad de los Medicamentos ha proseguido realizando una crítica a las políticas que se basan "simplemente en el precio", a las que considera "un poco simplistas". Sobre este particular, aunque ha admitido que es "indiscutible que hay que poner precio a las cosas", ha defendido apartarse de él como único criterio. En este punto, ha hecho una dura crítica al sistema de precios de referencia, al que ha acusado de ser "la principal causa de desabastecimientos de fármacos clásicos".
"De tanto forzar el sistema, se está haciendo que muchos medicamentos caigan en situaciones de inviabilidad", ha afirmado, una situación que podría verse agravada, ha dicho, por los costes en los que están teniendo que incurrir los laboratorios para adaptar sus líneas de producción a los nuevos requerimientos en materia de verificación. "El incremento de costes derivado de la verificación, si tenemos en cuenta los medicamentos en precio de referencia, que no pueden repercutirlo en el precio, ponen al fabricante ante el dilema de si mantener o el medicamento en el mercado con menor margen o pérdida, o retirarlo y dedicar la unidad productiva a otros más rentables", ha señalado, y ha advertido del impacto en la deslocalización de plantas que ya afecta a Europa, la cual, ha dicho, "ha cerrado los ojos y ha dejado que eso ocurra".
Volviendo a la cuestión de la financiación de los medicamentos, aunque sin apartarse de su visión sobre el marco a aplicar en materia farmacéutica, Lens ha establecido varios elementos como claves: lo primero, ha dicho, "escuchar mucho y tener los pies muy en el suelo". Además de eso, ha remarcado la relevancia de ofrecer "seguridad jurídica" y ha llamado a los reguladores de mercados intervenidos, como el del medicamento, a "dar información sobre cómo se toman las decisiones", y a que no introduzcan "cambios continuos y sin avisar".
La visión de la industria
Para aportar la visión de la industria, ha participado en el debate Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, quien ha eludido hacer comentarios sobre el Spending Review de la Airef, a la espera de que se haga público y sea oficial, y ha centrado su discurso en la necesidad de incorporar el valor social que aporta la innovación terapéutica al análisis sobre su financiación.
De cara a estas decisiones, ha defendido que, además de los criterios clínicos, se tengan en cuenta, como dice el artículo 89.1.c de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, "el valor terapéutico y social del medicamento". Para Sánchez, esa perspectiva social del análisis del valor terapéutico debe incluir la toma en consideración de "los efectos externos" que provocan los fármacos para el sistema sanitario, por costes evitados, principalmente, así como "para el conjunto de la población", dimensión en la que ha situado los ahorros de costes para los propios pacientes y la mejora de la productividad.
En su opinión, si se pierde esta perspectiva y la única que se aplica es "la del coste", se estarán dejando de lado cuestiones incluidas en el marco legal. En este sentido, se ha referido también a la "racionalización del gasto público destinado a prestación farmacéutica e impacto presupuestario en el Sistema Nacional de Salud" a la que se añade en el apartado d del citado artículo, ya que obviando el impacto social supondría dejar de lado medidas que, a la larga, van a reducir el impacto presupuestario.
Sánchez ha concluido su intervención apelando, en materia regulatoria, a los principios que establece la OCDE, que llama a la industria a "producir beneficios que justifiquen los costes" y al regulador a "considerar efectos económicos, sociales y medioambientales". Asimismo, en materia de gobernanza esta organización abogaría por "prevenir la influencia indebida y mantener la confianza". Y es que, ha opinado el director de Estudios de Farmaindustria, "la independencia es clave, pero no sólo en relación con el vendedor, sino también con respecto al comprador", ha declarado.
La búsqueda del equilibrio
Cabe destacar, también, la intervención de Emilio Vargas, jefe de Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínico San Carlos, quien ha puesto el foco en la diferencia de intereses que subyace al proceso, con unos pacientes y unos médicos que quieren "lo mejor" en términos clínicos, unos gestores que "tienen que cumplir un presupuesto", y una Administración que busca un "equilibrio" entre ambos. Planteó, además, la cuestión de si transitar hacia un concepto de valor podría contribuir a afinar un poco más a acercar más las diferentes posiciones, o si habría que poder tener en cuenta el coste de producción y el coste de desarrollo de los medicamentos en todo este proceso. Sobre este particular, el representante de Farmaindustria consideró que hay cifras, procedentes de estudios, que dan pistas sobre el coste de desarrollar los medicamentos, teniendo en cuenta que el desarrollo es lo que más pesa, aunque considera que esta variable "no sirve para determinar los precios".
Habló también en términos de búsqueda de equilibrios José Luis Baquero, director y coordinador científico del Foro Español de Pacientes, quien opinó que en la decisión sobre precio y financiación "no deben prevalecer criterios económicos sobre los clínicos, ni al contrario". En su opinión, lo que debe tenderse es a la aplicación de "modalidades que combinen ambos, y dejar de pagar los medicamentos al peso". Como fórmulas posibles, se refirió a compartir riesgos, con pago por resultados, o al establecimientos de unos costes por enfermedad.