María Estela Moreno, Joan Vinent, Carmen Muñoz y María Josep Carreras, farmacéuticos de los servicios de Farmacia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, del Hospital Sant Joan de Déu, del Institut Català d’Oncologia-Hospitalet y del Hospital Vall d’Hebron, respectivamente, han publicado un artículo en la Revista Farmacia Hospitalaria de la SEFH, en el que, bajo el título 'Funciones y responsabilidades del farmacéutico de hospital con los medicamentos CAR-T', analizan el valor que pueden aportar los FH en todo el proceso.
Los autores concluyen que la llegada de los medicamentos CAR-T supone "un nuevo reto" para estos profesionales, "muy especialmente", dicen, para los que han optado por la especialización en el paciente oncohematológico. "Es de vital importancia conocer todas las responsabilidades e implicaciones que debe asumir durante las diferentes fases comprendidas en un tratamiento con CAR-T", aseguran, para lo cual, una de las claves, según los autores, es "integrarse y formar parte de forma activa del equipo clínico multidisciplinar encargado del manejo y seguimiento de los pacientes tratados con CAR-T". Igual de importante es, estiman, que sus funciones queden bien establecidas en los correspondientes procedimientos y guías locales de cada hospital.
Precisamente, uno de los aspectos más destacados del artículo es la lista de 'Responsabilidades del farmacéutico', confeccionada a partir del documento que publicó la SEFH y al que ya hicimos referencia en este periódico, así como otros elaborados por otras sociedades científicas.
Destacan, a este respecto, las que tienen que ver con la selección y adquisición de los medicamentos, donde incluyen la participación en la selección como miembros de la Comisión de Farmacia, y también en la elaboración de la guía con indicaciones y criterios de tratamiento; la presencia en los trabajos para obtener la acreditación (del Ministerio de Sanidad) y la cualificación (del titular de comercialización) para poder administrar CAR-T, o la actividad relacionada con la valoración de candidatos a recibir tratamiento, junto con la solicitud de autorización a la CCAA y la orden de compra del producto. También deben garantizar la correcta recepción e integridad del medicamento, así como asegurar una correcta conservación de las células.
Igualmente, a los FH se les confiere una labor destacada en lo que tiene que ver con el acondicionamiento quimioterapéutico y la linfodepleción, y, más concretamente, en la validación de la prescripción, preparación y la dispensación del protocolo de acondicionamiento de acuerdo a los criterios clínicos y la fecha prevista de recepción e infusión y en la verificación de disponibilidad de tratamientos de soporte, como son los dirigidos a contrarrestar el síndrome de liberación de citoquinas.
Claves en farmacovigilancia y seguimiento
Finalmente, cabe destacar las responsabilidades que se les atribuyen en lo que respecta a la farmacovigilancia y el seguimiento, donde deben estar muy pendientes de la aparición, en los primeros 10 días, de signos o síntomas del síndrome previamente citado, registrar todas las toxicidades aparecidas, y realizar el seguimiento del paciente tras el alta.
En relación con los efectos adversos que se asocian a estas terapias, los autores incluyen al final del artículo un desglose con los que se han descrito hasta ahora, a los que asocian una serie de recomendaciones, entre ellas la aplicación de tratamientos de soporte, como el tocilizumab en el caso de la liberación de citoquinas, que pueden ayudar a revertirlos. Esta información está basada en un documento de la Sociedad Americana de Transfusiones y Transplantes de Médula, así como en el 'Protocolo farmacoclínico del uso de tisagenlecleucel en la leucemia linfoblástica aguda de células B en el Sistema Nacional de Salud', editado por la Dirección General de Cartera Básica de Servicios y Farmacia.