El Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau ha desarrollado un nuevo medicamento de inmunoterapia CAR-T y, junto al Hospital Universitario Virgen del Rocío, acaba de empezar a administrar como ensayo clínico a pacientes con algunos tipos de cánceres del sistema linfático (linfoma B difuso de célula grande, linfoma folicular, linfoma de células del manto) que no han respondido a otros tratamientos.
Se trata del segundo medicamento de terapia avanzada académico, producido y desarrollado íntegramente en Sant Pau en colaboración con la unidad de Hematología del Virgen del Rocío, en el marco de la Red de Terapias Avanzadas (RICORS). Este nuevo CAR-T se caracteriza por estar enriquecido en linfocitos T de memoria, más duraderos en el tiempo, con el objetivo de tener una mayor eficacia contra la enfermedad.
En la fase actual del ensayo (Fase I) se reclutarán 10 pacientes. El objetivo es incluir a 30 más en la fase II, con lo que se pretende tratar a unos 40 pacientes en total en los próximos dos años.
La propuesta terapéutica de Sant Pau aborda más del 80% de todos los linfomas. Actualmente no existe tratamiento de inmunoterapia CAR-T aprobado y comercializado disponible en España para linfoma folicular ni para para linfoma de células del manto en los pacientes refractarios al menos a 2-3 tratamientos convencionales.
El medicamento de terapia avanzada producido en Sant Pau y en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla se basa en seleccionar un tipo específico de linfocitos T, denominados linfocitos T de memoria, que son poco numerosos, pero extremadamente eficaces. Estas células se generan como mecanismo de defensa del organismo ante una infección primaria y son las encargadas de mediar en la defensa contra en infecciones sucesivas de un mismo patógeno. Es decir, se acuerdan de él. Además, se sabe que poseen un poderoso efecto contra las células tumorales.
Según explica Javier Briones, director del grupo de Investigación de Inmunoterapia Celular y Terapia Génica del IIB-Sant Pau y responsable clínico del proyecto: “Seleccionamos estos linfocitos T de memoria del propio paciente y los entrenamos para que cada vez que detecten a una célula tumoral, la eliminen. Así, de forma duradera, en el cuerpo del paciente quedaría un «detector y eliminador» de cualquier célula del linfoma que volviera a aparecer. En definitiva, es la modificación genética de los linfocitos T del propio paciente para que éstos ataquen células cancerosas”.
José Antonio Pérez Simón, director de la unidad de Hematología del Hospital Virgen del Rocío, ha querido destacar, por su parte, “la oportunidad tan importante que supone para nuestros pacientes poder colaborar en este nuevo proyecto, que tan buenos resultados nos está dando hasta el momento”.
Tanto el Hospital Universitario Virgen del Rocío como Sant Pau son dos centros acreditados en España que cuentan con autorización para utilizar medicamentos CAR-T, por parte de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia que depende del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Este centro dispone de instalaciones de primer nivel, así como de profesionales altamente cualificados y especializados, lo que le permite desarrollar proyectos de inmunoterapia CAR-T únicos en Europa. Ambos disponen también de salas blancas para la manipulación de estas líneas celulares.
El linfoma es el cáncer de sangre más frecuente en España, tal como recoge el informe anual de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que estima que durante el 2023 se diagnosticarán casi 10.000 nuevos casos de linfomas no Hodgkin. Se trata de una enfermedad oncológica del sistema linfático que contribuye principalmente a formar y activar las defensas del organismo. La mayoría de los pacientes consiguen eliminar por completo la enfermedad después de someterse a ciclos intensivos de quimioterapia y, a menudo, a un trasplante de médula ósea. Sin embargo, muchos de estos pacientes recaen al cabo de un tiempo y, cuando esto sucede, disponen de muy pocas opciones terapéuticas.
En este proyecto, que ha recibido una ayuda de 2 millones de euros por parte de la Fundación ‘La Caixa’, colaboran también el Instituto de Salud Carlos III, el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y el Banco de Sangre y Tejidos de Cataluña.