La directora de la asociación europea de laboratorios farmacéuticos innovadores, Nathalie Moll, ha ofrecido un resumen de las principales lecciones extraídas por el sector hasta la fecha de la gestión de la pandemia durante su participación en el XX Encuentro de la Industria Farmacéutica, y ha opinado que se ha hecho más patente, si cabe, la necesidad de una Estrategia Farmacéutica Europea que sirva para "apoyar el liderazgo de la industria europea en innovación biomédica y asegurar que los pacientes acceden a los medicamentos que necesitan".
Antes de eso, hizo un repaso por las principales del sector durante la pandemia. En primer lugar, cumpliendo con lo que mejor sabe hacer, como es la provisión de los medicamentos necesarios y, en paralelo, la investigación de nuevos tratamientos y vacunas, especialmente importantes para frenar la Covid-19. A juicio de Moll, "ha habido una movilización de recursos sin precedentes" y los laboratorios han hecho "un esfuerzo grande".
Uno de los grandes retos, ha reconocido, ha sido el de evitar los desabastecimientos. Se ha referido, en este punto, a algunas situaciones en las que se han revelado algunos comportamiento insolidarios de acaparamiento, situaciones que ha calificado como "errores del pasado" que espera que no se repitan. Para ella, uno de los grandes aprendizajes ha sido que "tener instituciones europeas que trabajan coordinadas es muy útil para hacer frente a los retos".
A este respecto, ha hecho públicos contactos semanales de la Efpia con comisarios de Mercado Interno, Salud Pública y Gestión de Crisis, y también con la EMA, la HMA, y la Dirección General de Salud Pública, en el marco del Grupo de desabastecimientos, entre otros.
De cara al futuro más cercano, ha apuntado como retos principales la necesidad de reconsiderar los presupuestos sanitarios, el cambio de mentalidad obligado de algunos países para integrarse en la adquisición conjunta, o la propia reorientación de las políticas de I+D. Como oportunidades, ha subrayado la relacionado con la reinvención de los propios sistemas sanitarios, la dotación de una mayor resiliencia a la cadena de suministro, la reducción de la complejidad regulatoria, y fomentar la colaboración en el ámbito de la I+D, un enfoque, éste último, que se ha visto muy reforzado para la búsqueda de medicamentos y vacunas para la Covid-19.
La respuesta a algunos de estos retos y oportunidades deberían quedar integradas, en su opinión, en la nueva estrategia que, ha dicho, "es muy importante para el futuro de Europa, y no solo en términos de salud". Moll tiene claro que las instituciones europeas deberían apostar decididamente por la creación de "un ecosistema de I+D en la Europa posCovid", en paralelo al impulso de la transformación digital en salud. Todo ello, opina, serviría de base para la "recuperación económica".
Se ha referido también, de forma específica, a algunas modificaciones regulatorias en el ámbito de la I+D, como es la incorporación de los datos de vida real a los dosieres para la autorización de medicamentos. "Pensamos que se podrían hacer modificaciones reglamentarias, a través de guías o recomendaciones, para no tener que esperar cuatro o cinco años para proceder a una modificación regulatoria más profunda". "En la actualidad, no hay mucha flexibilidad con respecto a este tema, y ya hay países donde se está avanzando, como EEUU o Japón, y tenemos que aprender de ellos", ha concluido.