El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ya está trabajando en la versión 2.0 de su Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed), al que se han adherido más de 9.000 oficinas, con alertas en tiempo real, geolocalización y mayor integración con otros sistemas de información. La colaboración con las administraciones regionales ya está en marcha en Castilla La-Mancha y Galicia, ha contado Sonia Ruiz Morán, directora de Internacional del CGCOF, en un encuentro organizado por la Asociación Europea de Distribución GIRP sobre los problemas de suministro en Europa.
Cismed ha demostrado enorme utilidad durante la pandemia, pero su potencial está aún por desarrollar, apuntó.
El impacto de la Covid-19 en términos de problemas de suministro se ha dejado sentir con particular impacto en las áreas terapéuticas de sistema nervioso central y respiratorio, con 33% y 17% de las incidencias, respectivamente. “Los ansiolíticos y los antidepresivos fueron los medicamentos que más faltaron, y eso da una idea del estado de salud mental de la población durante estos duros meses”, indicó.
Entre sus sugerencias, apuntaba la conveniencia de incorporar la información sobre suministros a los sistemas de prescripción electrónica para facilitar a los facultativos la búsqueda de alternativas. Asimismo, considera que será crucial la colaboración con las compañías de distribución, ya que la información combinada de ambas aportará aún más valor.
Adelantarse a los problemas
El director general de Fedifar, la patronal de la distribución farmacéutica, que también participó en el encuentro, se mostró de acuerdo en su valoración de CISMED como herramienta “muy sólida” para el análisis de los suministros, a lo cual añadió que la información aportada por la distribución puede contribuir de manera sustancial a anticipar los problemas. “Si podemos hacerlo, aunque solo sea con un margen de un par de semanas, eso facilitaría de forma significativa la respuesta de la Aemps para solventar problemas. Ese es el plan que estamos decididos a poner en marcha”, indicó.
Los distribuidores han iniciado un proyecto en el cual se comparan los informes semanales para detectar variaciones relevantes en la actividad. Se trataría de complementar esa información con la de CISMED para ganar eficacia, apuntó.
Un esfuerzo europeo
Todos los participantes se mostraron de acuerdo en la necesidad de que las oficinas de farmacia y los distribuidores de toda Europa compartan datos para mejorar la información y la respuesta a los problemas de suministro.
Michael Dammann, de la asociación alemana de mayoristas Phagro, presentó su análisis sobre las incidencias de suministro de su país, con énfasis en la colaboración con IQVIA. Según Dammann, “los cambios en la disponibilidad a nivel de mayorista son un excelente indicador de problemas presentes o potenciales en el suministro de medicamentos”.
Phagro va a proporcionar soporte a la agencia alemana de medicamentos, BfArM, en el desarrollo de un instrumento que detecte incidencias en el suministro de fármacos necesarios para tratar a pacientes con Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos. “Ese apoyo es vital, ya que ahora mismo hay 54 medicamentos (aproximadamente 2.500 unidades de almacenamiento o ‘SKU’) afectados por un incremento en la demanda dentro de los que se utilizan para tratar a pacientes Covid graves”, declaró en el encuentro.
Todos los miembros de Phagro informarán sobre disponibilidad de SKU en sus almacenes (111 en total) a IQVIA, que analizará los datos recopilados semanalmente para que los utilice la BfArM.
Datos armonizados, análisis desagregado
Per Troein, vicepresidente de Strategic Partners de IQVIA, presentó un análisis de los problemas de suministro y subrayó que las diferencias entre países son “extremadamente interesantes”.
En general, el suministro más problemático es el de los fármacos genéricos o sin protección de patente. No obstante, “hay que limpiar los datos para ofrecer una visión más precisa de lo que sucede en cada país”, matizó.
Con la mirada en las soluciones, recordó que la generación de información útil para la adopción de decisiones eficaces es determinante. “Por ejemplo, en esos países en los que la ley limita la sustitución de un medicamento por una alternativa, habría que abordar esa dificultad de antemano”, sugería.
De acuerdo con la necesidad de que la información se adelante a las incidencias, matizó que en cada país las señales de advertencia son diferentes.
Su planteamiento enlazaba con la presentación de Monika Derecque-Pois, directora general de GIRP, que detalló los hallazgos de su informe sobre falta de suministro en Europa entre abril de 2019 y abril de 2020.
Aunque las dificultades en la fabricación fueron la causa más frecuente en todos los países en 2019 y en 2020 (53,72% y 65,73% respectivamente), los países mostraban diferencias considerables.
La diferencia de precios, en la categoría de “motivos comerciales” explicaba el 75,1% de las incidencias en Rumanía, mientras que en Alemania solo representaba el 0,6% de las interrupciones, también según información de las agencias de cada país.