Hace quince años la hormona de crecimiento humana recombinante o somatropina, era aprobada en la Unión Europea, desde entonces hasta ahora se han comercializado 63 medicamentos biosimilares de 17 principios activos diferentes y una penetración en el mercado del 28%.
En España, se han aprobado 54 biosimilares de 16 principios activos, de los cuales 42 están disponibles en el mercado. Del total de principios activos para los que existe competencia biosimilar, solo cinco se dispensan en el ámbito de la farmacia comunitaria, lo que indica que es un mercado con gran concentración hospitalaria en nuestro país.
El uso de los medicamentos biosimilares en España ha ido creciendo de manera constante y más acusada en los últimos años. Su penetración global, a fecha de septiembre de 2020, es del 28% (expresado como porcentaje de envases de biosimilar respecto al total de principio activo), siendo su uso mucho más intensivo en el ámbito hospitalario (62%) que en atención primaria (14 %).
Los biosimilares tienen un valor social que va mucho más allá del precio. Si bien es cierto que “con su entrada en el mercado se produce una disminución del gasto farmacéutico” (un ahorro total de 914 millones de euros en 2021), su aportación “excede a la de la sostenibilidad de los sistemas sanitarios permitiendo que un mayor número de pacientes acceda a tratamientos biológicos”.
La directora general de BioSim, Encarnación Cruz, asegura que “es claro que los biosimilares son una herramienta más de sostenibilidad, pero no debemos olvidar el resto de oportunidades que ofrece el sector de los biosimilares”. Según Cruz, “fomentar estos medicamentos es, en definitiva, apostar por un sector industrial de alto valor como es el biotecnológico que, por una parte, contribuye a la sostenibilidad financiera, pero además concentra mucho conocimiento, innovación, contribución al PIB y mano de obra altamente cualificada.”
Por su parte, Joaquín Rodrigo, presidente de BioSim, sostiene que “si el biosimilar se encuentra hoy donde está es gracias al trabajo y esfuerzo de administraciones, profesionales sanitarios e industria, que han visto en él grandes posibilidades de eficiencia, acceso y sostenibilidad”.
Según el presiente de la asociación, “los ciudadanos europeos pueden estar orgullosos de que la Unión Europa abogase por un marco común de evaluación, riguroso y exigente, que se ha traducido en que hoy, quince años después, millones de pacientes se han beneficiado del acceso a terapias biológicas eficaces y seguras, y que ha sido pionero y referente a nivel mundial”.
“Pero hay que seguir avanzando. - ha añadido Rodrigo-. El futuro presenta retos y oportunidades para el sector sanitario en general y el de los biosimilares en particular. La situación sanitaria actual y la pandemia de la covid-19 ha supuesto un reto en la gestión de los recursos. Mantener la calidad asistencial y optimizar el gasto sanitario pasan sin lugar a duda por el fomento de los medicamentos biosimilares.”