El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Castellón, Sergio Marco, acude a las elecciones a la presidencia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), que se celebran el próximo 5 de mayo, “abierto al diálogo”, y un programa basado en lograr consensos para “solucionar realmente nuestros problemas ante las Administraciones Públicas”.
En ese sentido, Marco, considera que el que CGCOF debe “trabajar activamente” las relaciones con el Ministerio para exponer y negociar soluciones “ante los verdaderos problemas de los farmacéuticos y se refuerce su importancia como los profesionales sanitarios más cercanos al paciente”.
Igualmente apuesta por mantener “un camino claro de integración de los servicios farmacéuticos en la cartera de servicios de la Administración pública y de las entidades privadas, de forma concertada y remunerada, con un plan de acción común para todas las provincias, sin pilotajes eternos y escogidos, dando la posibilidad a todos los colegios de desarrollar los proyectos de acuerdo con sus posibilidades, con objetivos claros y donde obtengamos resultados medibles que podamos presentar a las distintas Administraciones”.
Además, Marco se compromete a “informar del estado de los proyectos, de sus resultados, de sus estudios” y que el Consejo “se nutra de la riqueza de los conocimientos y perspectivas de todas nuestras organizaciones, tanto científicas, empresariales, médicas, como de nuestras universidades, adecuando la formación de nuestros futuros profesionales a la práctica asistencial y colegial”.
De la misma manera, también apuesta por defender el modelo español de farmacia y se compromete a aportar soluciones “necesarias y urgentes” para la farmacia rural, para la Farmacia comunitaria, para la industria, la distribución, e-commerce, entre otros; soluciones que, indica, “demandan desde hace mucho tiempo todos estos farmacéuticos, gracias a los cuales la Cruz Verde sigue estando encendida”.
Comunicación con otros profesionales
El candidato a la presidencia del CGCOF considera otro punto clave de su programa el que todos los farmacéuticos puedan tener integrado en el sistema de receta electrónica un canal de comunicación profesional con el resto de los profesionales sanitarios (médicos, enfermeros) tanto de Atención primaria como de hospital, para poder coordinar y solucionar los problemas de los pacientes de manera ágil y rápida, donde “el farmacéutico pueda aportar al resto de profesionales sus conocimientos sobre los medicamentos, sobre los que es especialista y se ponga de esta manera en valor nuestro trabajo”.
La farmacia comunitaria y la intervención farmacéutica ocupan también un importante papel en los planteamientos de Marco, quien defiende un Consejo que promueva la integración de la farmacia comunitaria y la intervención farmacéutica
Esta integración se debe dar “en los planes y estrategias del Ministerio y las distintas consejerías, tanto a nivel de prevención de enfermedad, incluyéndonos en todas las estrategias de Salud Pública, como en adherencia, conciliación y seguimiento farmacoterapéutico”.
También trabajará por recuperar la dispensación de medicamentos veterinarios, “principalmente de pequeños animales ayudando a una implantación rápida e inmediata de la receta electrónica veterinaria, que muchos colegios llevan demandando desde hace mucho tiempo e impedir así que estos medicamentos salgan de nuestro canal”.
Además, aboga por participar activamente por parte del Consejo en la realización de una planificación sanitaria “seria y estudiada”, basada en que los distintos colegios realicen sus aportaciones y donde “se priorice una cobertura farmacéutica de la población, por medio de una Oficina de Farmacia viable, que no dependa de subvenciones”.
Marco considera que en el desarrollo de la farmacia social es preciso “proponer acciones determinadas, adaptadas a la situación socio sanitaria de los pacientes, donde la posibilidad de desarrollar servicios profesionales farmacéuticos puede ser muy necesaria”.
Atención Farmacéutica Domiciliaria
En el mismo sentido se pronuncia sobre la atención farmacéutica domiciliaria que considera “algo necesario e imprescindible para muchos pacientes, que no pueden por su situación acceder a su farmacia, creando un modelo válido, consensuado y exportable para todas las comunidades, incidiendo en la importancia de que sea el farmacéutico quién realice esta labor esencial, para no privar al ciudadano de este profesional sanitario fundamental para su salud”.
Y por último, Marco aboga por “una reforma prioritaria de los estatutos del Consejo”, adaptándolos a la realidad actual en todas sus dimensiones, “para que sirvan de herramienta para impulsar la profesionalidad, la ética, el desarrollo y la pluralidad tanto de la profesión como de los profesionales”. Estatutos que “no sirvan como excusa para anclarnos y retrasarnos, sino que sean realmente útiles para el buen funcionamiento de nuestro mayor organismo de representación”.