El 44% de la inversión de las compañías farmacéuticas en I+D se destina a proyectos con hospitales, universidades y centros de investigación españoles, asegura la patronal en las XIV Conferencia anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica.
La colaboración público-privada “se erige como la vía crítica para” seguir avanzado en investigación biomédica, asegura la industria para el país tras la pandemia de covid.
“Desde Farmaindustria entendemos que la mejor forma de seguir avanzando en investigación biomédica es a través de modelos colaborativos y público-privados. De hecho, ya el 44% de la inversión de nuestras compañías en I+D se destina a proyectos de investigación con hospitales, universidades y centros de investigación”, subrayó Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, en la inauguración de las jornadas.
Esta convicción se viene reflejando en uno de los proyectos estrella de la Plataforma Tecnológica de Medicamentos Innovadores: el Proyecto BEST, que nació en 2006 “para hacer de España uno de los líderes mundiales en investigación clínica, explotando las ventajas en los terrenos regulatorio y de infraestructura sanitaria”, recordó Arnés. Actualmente, el BEST integra a 60 compañías, 52 hospitales, 13 comunidades autónomas y seis grupos de investigación independiente.
“Desde hace años se están abordando diferentes experiencias de colaboración para hacer avanzar el desarrollo de medicamentos innovadores desde los laboratorios de los centros públicos de investigación hasta la etapa en la que puedan entrar en fase de ensayos clínicos en humanos. Y son la mejor prueba de que la innovación abierta es un modelo de éxito”, afirmó la responsable de la Plataforma Tecnológica de Medicamentos Innovadores, Amelia Martín Uranga.
Los buenos resultados del Proyecto BEST son fruto del esfuerzo conjunto de administraciones, gestores e investigadores e industria. Ahora bien, después de 15 años “es momento de introducir mejoras para mantener el avance de España en investigación clínica en un contexto internacional de fuerte competencia”, reflexionó el director general de Farmaindustria.
Para ello, “nuestro país ha de hacer apuestas importantes, como son digitalizar los procesos de la investigación clínica, impulsar la monitorización remota o propiciar la entrega de la medicación en la casa del paciente. Hoy la tecnología digital debe permitir que ciertas tareas de un ensayo clínico se lleven a cabo en el domicilio del paciente o en la consulta de un médico, en lugar de hacerlo todo en el hospital. Debemos también introducir herramientas de medicina de precisión y fomentar nuevos diseños de ensayos clínicos para optimizar los tiempos de desarrollo clínico. Por otro lado, es importante hacer un esfuerzo por garantizar la cohesión territorial, mediante el impulso de la investigación clínica en todas las comunidades autónomas, aprovechando las potencialidades de sus profesionales y centros sanitarios en beneficio de sus ciudadanos”, añadió.
Y es que es un hecho el papel de liderazgo que juega España en investigación clínica, gracias a la existencia de un sólido sistema sanitario, al prestigio de sus investigadores y médicos, a una infraestructura logística e investigadora bien desarrollada, a una Administración sensible y una legislación pionera en materia de investigación clínica, a unas organizaciones de pacientes cada vez más implicadas y a una industria comprometida con la I+D.
Hoy, los investigadores y centros sanitarios españoles participan ya en uno de cada tres ensayos clínicos que se desarrollan en la Unión Europea. A esto hay que sumar que, para algunas de las grandes compañías investigadoras, España es ya el segundo país del mundo en investigación clínica, solo por detrás de Estados Unidos.
La cooperación, también en preclínica
“Este protagonismo español en investigación clínica es una oportunidad para atraer mayor inversión internacional al sistema sanitario. También es una oportunidad para los pacientes y para el conjunto de la sociedad, puesto que la participación en un ensayo puede ser la única salida para ciertos pacientes graves, si es que los tratamientos disponibles no han respondido. Por tanto, es una mejora de la calidad de la prestación sanitaria, porque estamos en la vanguardia científica en este aspecto”, destacó Martín Uranga.
Por otro lado, la colaboración público-privada en el ámbito de la investigación preclínica tiene su máximo exponente en el Programa Farma-Biotech. Como sostiene el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, desde hace once años, esta iniciativa “impulsa la investigación biomédica en España a través de la colaboración de empresas emergentes y equipos de investigación de centros públicos o privados con compañías farmacéuticas y, además, acelera la traslación de nuevos medicamentos de estas pequeñas compañías y grupos a la práctica médica”.
“Es cierto que existe un gran desafío en la transferencia de conocimiento en las fases tempranas de la investigación biomédica, por eso Farma-Biotech intenta poner en evidencia buenas oportunidades para el aprovechamiento de la investigación española biomédica en términos económicos concretos”, añade Urzay.
La XIV Conferencia Anual de las Plataformas Tecnológicas de Investigación Biomédica ha reunido estos días a investigadores, autoridades sanitarias y representantes de compañías farmacéuticas, biotecnológicas y de tecnología sanitaria, entre otros, en una edición que, por primera vez, se ha desarrollado íntegramente de forma telemática y que ha abordado asuntos de futuro como la gestión de datos en el proceso de la I+D de los nuevos medicamentos, modelos de investigación de vanguardia o las iniciativas internacionales de colaboración en investigación biomédica.