Una rotunda mayoría de los profesionales sanitarios (87%) destaca las bondades de la innovación terapéutica para la mejora de los pacientes, por encima, incluso se su coste incremental, según la ‘Encuesta sobre valor y acceso a la innovación en salud’ realizada por Hiris de la Sanidad.
El objetivo de este trabajo es ofrecer una visión de la sanidad española tal como la perciben profesionales médicos de todas las especialidades y directivos de toda España. En lo referente a la innovación farmacéutica, el grado de satisfacción con el acceso a medicamentos y tecnologías innovadores en España ha sido de un 6,33 sobre diez, para los participantes en el estudio.
Por otro lado, los profesionales sanitarios apuntan algunas barreras de acceso a la innovación en salud, como la falta de financiación sanitaria suficiente (6,62 sobre diez), la falta de equidad entre territorios y entre centros del mismo territorio (6,59) o la variabilidad en la práctica médica, lo cual genera que la prescripción esté condicionada por el médico que atiende al paciente, no solo por la necesidad del paciente (6,21).
Como principales consecuencias de la falta de acceso oportuno a los medicamentos innovadores, de acuerdo con los resultados obtenidos, los profesionales sanitarios subrayan que “muchos pacientes pierden una oportunidad única para modificar el curso de su enfermedad” (63,8%) y, por otro lado, que “puede verse afectada la calidad de vida de los pacientes” (50,2%).
La valoración que realiza el colectivo participante en el estudio sobre los plazos actuales para poder prescribir las tecnologías y medicamentos innovadores en España, en relación con los 12 meses previos, es que un 30,6% considera que se han incrementado ligeramente y un 15% considera que se han incrementado notablemente.
Aportación de la innovación
Sobre la aportación de la innovación a la salud de la población, los conceptos con mayor puntuación han sido: “son tecnologías que han cambiado el curso de muchas enfermedades”, y “son tecnologías costosas, pero la mejora de los resultados para los pacientes justifica sus costes”. Sólo el 13% considera que “el impacto de las nuevas tecnologías y medicamentos tiene un resultado incierto”.
La valoración global de la innovación terapéutica -nuevos medicamentos, nuevos dispositivos y equipos médicos, nuevas soluciones tecnológicas aplicadas a la salud-, ha obtenido una puntuación media de 7,06 (en una escala de uno a 10) por parte de los profesionales entrevistados.
En cuanto a los posibles beneficios de la innovación terapéutica, los más valoradas han sido la aportación al conocimiento y la ciencia médica (7,72 sobre diez) y la mejora de los resultados clínicos del paciente -supervivencia, seguridad, mejoras funcionales, etc.- (7,64), seguidos de la mejora de la calidad de vida de los pacientes (7,37) y la generación de empleo y crecimiento de la economía (6,83).
Una rotunda mayoría de los profesionales sanitarios (87%) destaca las bondades de la innovación terapéutica para la mejora de los pacientes. En concreto, las dos afirmaciones, sobre la aportación de la innovación a la salud de la población, con mayor puntuación han sido: “son tecnologías que han cambiado el curso de muchas enfermedades”, y “son tecnologías costosas, pero la mejora de los resultados para los pacientes justifica sus costes”. Sólo el 13% considera que “el impacto de las nuevas tecnologías y medicamentos tiene un resultado incierto”.
Como medidas para mejorar el acceso de los pacientes a la innovación, los profesionales sanitarios encuestados priorizan la reducción de los plazos para decidir su inclusión en la Cartera de Servicios (45,6%), la adecuación de los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPT) y guías farmacoterapéuticas a las recomendaciones de las Sociedades Científicas (43,3%), y la necesidad de considerar todos los costes -sanitarios y sociales- de la enfermedad para evitar conclusiones equivocadas sobre el valor de los medicamentos y tecnologías innovadores (35,8%).
A su juicio, la mayoría de los profesionales sanitarios (72,6%) considera que hace falta un proceso de evaluación sistematizado y transparente que permita identificar el verdadero valor de los medicamentos y tecnologías innovadores considerando los años de vida ajustados por calidad -AVAC-. Además, muchos de ellos (57,7%) opinan que sería necesario contar con una Agencia Española de Evaluación de Tecnologías, independiente y con decisiones vinculantes, tipo el NICE inglés.
Fuentes de información
En cuanto a las mejores fuentes de información sobre la innovación, los profesionales sanitarios depositan su confianza, mayoritariamente, en las Guías de Práctica Clínica de las Sociedades Científicas Médicas (56,4%), seguido de los recursos digitales referenciados en internet, como PubMed o Cochrane (40,1%), y las Agencias de Evaluación tecnológica nacionales (33,9%), o Internacionales (28,3%).
Por otro parte, los profesionales entrevistados consideran que la posibilidad de aplicar su criterio médico en la prescripción de medicamentos y tecnologías innovadoras, en una escala de 1 a 10, es de 6,59 puntos.
De acuerdo con los resultados obtenidos, la opinión más frecuente respecto de los Programas de Apoyo para Pacientes relacionados con la innovación -programas de ayuda a la adherencia, mejora de los autocuidados, información de salud al paciente, apoyo psicológico y coaching, etc.-, es que son una ayuda muy importante para mejorar el acceso y la adherencia de los pacientes a los tratamientos (33,2%). Si bien, por otro lado, un 28,3% manifiesta que hasta el momento no han tenido pacientes incluidos en este tipo de Programas.
Con relación a los biosimilares, el mayor grado de acuerdo, entre los profesionales entrevistados, se establece en que pueden generar ahorros al SNS sin afectar a la eficacia y seguridad del tratamiento farmacológico (57,7%), en segundo lugar, que el intercambio de un biológico original a un biosimilar solo debería realizarse con acuerdo del médico prescriptor (47,9%).
La encuesta se ha realizado a 307 especialistas hospitalarios y de atención primaria de todas las provincias de España y especialidades médicas, incluyendo también farmacéuticos hospitalarios y personal directivo de los servicios sanitarios. Las entrevistas se realizaron entre el 30 de abril y el 20 de mayo de 2021, utilizando un cuestionario estructurado online de 16 preguntas; 15 preguntas cerradas, donde dos de ellas son dicotómicas y el resto contienen 75 ítems de valoración o selección, y una pregunta abierta.
Nicolas Gonzalez Casares: