Política

“Controlando el gasto farmacéutico enderezaríamos el presupuesto de Sanidad”

José Juan Zaplana, portavoz de Sanidad del Partido Popular en la Comisión de Sanidad de las Cortes Valencianas apuesta por el apoyo a la farmacia rural y la implicación de la oficina de farmacia en una comunicación bidireccional con Atención Primaria para el seguimiento del paciente.
José Juan Zaplana, durante una intervención en las Cortes valencianas.

José Juan Zaplana, portavoz de Sanidad en las Cortes Valencianas asegura que que el crecimiento de plazas sanitarias prometido por la consejera no se refleja en los Presupuestos de la Comunidad y augura que los 6.000 profesionales contratados para hacer frente a la pandemia, pueden perder sus contratos el 31 de diciembre.

Pregunta. ¿Me podría hacer una valoración de los Presupuestos de Sanidad de la C. Valenciana?

Respuesta. Las circunstancias en las que ha planteado la Consejería su intervención para explicar los Presupuesto es una tomadura de pelo al decirnos que se van crear 6.000 plazas estructurales cuando en la Comunidad Valenciana, ni económicamente, ni a nivel de plazas dentro de los presupuestos aparecen esas 6.000 plazas. Nos da la sensación que lo que intenta es de ahora en diciembre acaban 6.000 personas los contratos del Covid, y  ha intentado hacer una trampa con los números y hablar de 6.000 nuevas plazas. Económicamente no están esa plazas, y además este año, en Torrevieja se incorporan los servicios públicos, con lo cual esas 1.600-1.800 personas son el incremento que se ve en el Presupuesto, no son plazas de nueva creación. Son las plazas del departamento de Salud de Torrevieja que ahora han pasado a lo público.

P. ¿Qué deberían haber incluido estos presupuestos?

R. En estos presupuestos, el gasto corriente baja 160 millones de euros. Estamos hablando de cuestiones como la luz y el gas por ejemplo,  pero no solamente en eso, si no que el gasto corriente compone todas las necesidades asistenciales, como las reposiciones de cualquier tipo de material. Esto supone un gran índice de recortes en la atención sanitara: en el año de la reconstrucción por covid, un año que debería de ser de cambio y transformación; de cambio de protocolos, de refuerzo de plantillas, de nuevas formas de Atención Primaria, que está directamente colapsada en la Comunidad, con quince días de demora para una cita, pues en lugar de eso, tenemos un presupuesto con 160 millones menos en capítulo 2.  Y en el caso de personal, el único incremento de personal que figura en los Presupuestos  es la incorporación del departamento de Salud de Torrevieja; no hay más. Y el 31 de diciembre hay 6.000 profesionales que se van a la calle si no se les a renuevan los contratos. En el fondo lo que se observa en los presupuestos es un déficit de personal.

P. ¿Qué alternativa plantean desde el Partido Popular?

R. Obviamente hemos preparado enmiendas para corregir esta situación; el último día de plazo de presentación es el día 30. Pero hay que tener en cuenta que tenemos una limitación, porque solamente podemos hacerlas entre partidas del mismo presupuesto. Nos gustaría eliminar la Consejería de Transparencia y recoger el dinero que allí no sirve para nada, para llevarlo a políticas activas sociales: bienestar social, educación y Salud. Lo que haremos será intentar desviar de un sitio a otro, pero dentro del área de Sanidad. Lo que decimos es que el presupuesto de Sanidad es insuficiente. El presupuesto de Sanidad de este año a 30 de septiembre está ya ejecutado por encima de lo que se ha presupuestado para el próximo año y en el último presupuesto liquidado, que es el de 2020, el gasto en Sanidad fue 1.400 millones más que el que se ha presupuestado para 2022. Aunque evidentemente vamos a modificar el presupuesto de sanidad, lo que vemos evidente es que hacen falta recursos. Y en esta cuestión el Gobierno de Pedro Sánchez nos debe 1.000 millones en concepto por atención a desplazados y por la parte el gasto farmacéutico, que está totalmente desbordado

P. ¿Por qué dice que está desbordado el gasto farmacéutico?

R. Posiblemente, con un control en las políticas y con un control del gasto farmacéutico, podríamos sacar el dinero que es necesario para enderezar el presupuesto de Sanidad. En la Comunidad Valenciana no hay una política farmacéutica ni en el ámbito de la Farmacia Hospitalaria ni en la Farmacia Comunitaria. Ni una sola medida de eficiencia para el control de este gasto. Y ello se debe a que el colapso es tan grande en Atención Primaria, que los médicos están desbordados y acaban haciendo aquello de, paciente que pide receta; receta que se le da. Esto cada año va incrementando su dimensión en 100, 200 millones. Al final este gasto fagocita lo que le pongan por delante.

P. ¿Y qué creen que es preciso hacer?

R. Lo que el Partido Popular está pidiendo es un control efectivo del gasto. No se trata de que no se recete. Lo que se pide para que ese control exista es que es que al final los profesionales AP y AE tengan tiempo suficiente para detectar cuales son los problemas que tiene la ciudadanía. Una vez recuperada la ‘medio-normalidad’, la situación requiere de planes específicos. Por ejemplo, en el caso de la salud mental, los problemas son crecientes. Al final el profesional de turno termina recetando un ansiolítico o un antidepresivo por ejemplo, como una medida de choque, porque no le puede dar una cita con el especialista porque a lo mejor tarda seis meses. Ese gasto farmacéutico se hace sin control, es como un paliativo a la espera de recuperar la normalidad algún día.

P. ¿Y han planteado alguna iniciativa?

R. El Partido Popular ha planteado y ha puesto ya sobre la mesa, dos cuestiones específicas para abordar esta cuestión. En primer lugar hemos planteado un plan específico para la farmacia rural, que durante lo más duro de la pandemia estuvieron dando la cara. Hemos trabajado con el Colegio de Valencia un proyecto que ellos van a presentar a la diputación y la Consejería y nosotros vamos a presentar a través de enmiendas, para crear un plan de apoyo específico a la farmacia rural La otra cuestión es plantear la capacidad de las farmacias para hacer más cosas. En la pandemia ya pedimos que las oficinas se incorporaran a la realización de pruebas PCR, y lo hicimos porque sabemos que están en todos los sitios y con un horario más amplio que el del centro de salud. Por eso, respetando competencias de cada profesión, planteamos una comunicación bidireccional de la Atención Primaria con la oficina de farmacia.  Si en las oficinas de farmacia se puede tomar la tensión, que puede hacer control de diabetes, o del colesterol, que esa información pueda adscribirse al historial del paciente para que su profesional le pueda hacer un seguimiento, para saber si hay una adherencia al tratamiento, la evolución de sus constantes etc… y así el profesional de Primaria  podría ver la situación en un momento. Lo hemos presentado a la Consejería y por ahora nos han dicho que no. Pero vamos a seguir insistiendo porque creemos que ese es el camino y el futuro de esta atención sanitaria post Covid.

P. ¿Ve problemático el acceso desde la oficina de farmacia al historial del paciente?

R. Salvando las limitaciones de lo que marca la norma, y la seguridad y la confidencialidad, lo que pedimos, no es un acceso total a todo el historial, sino que el farmacéutico, dentro de las posibilidades que establezca la norma, pueda anotar. Si se ha habilitado a través del SIP el tratamiento crónico que pueda tener un paciente, por qué el farmacéutico no puede anotar en esa ficha la prueba que le han realizado en la farmacia. Es el caso de los antígenos, que se comercializan en las farmacias, es la persona la que tiene que ir al médico a decírselo y sin embargo el farmacéutico que ha realizado esa prueba no lo puede comunicar. Sin entrar al historial completo, debería existir una posibilidad de comunicación de farmacia y médico de forma directa. Esta propuesta se la hemos planteado a los tres colegios provinciales y lo ven bien; pero desde Consejería dicen que no.

P. ¿Cuáles son a su juicio las principales cuestiones que debe abordar el sistema de salud de la C. Valenciana tras la pandemia?

R. Hay dos ámbitos importantes, por un lado la recuperación de la normalidad que ya era anormal en la situación previa a la pandemia, porque ya había un déficit de profesionales muy importante. Es fundamental el que la Atención Primaria haga una reestructuración post Covid. Hemos visto que muchas actuaciones de Primaria no se resuelven porque el médico tiene una saturación de trabajo importante. Por otro lado, en la Comunidad Valenciana todavía no se han recuperado las citas con el especialista. Para intentar contener la lista quirúrgica, lo que se ha hecho es cerrar las agendas de especialistas. Actualmente hay agendas de Urología, Hematología, que están cerradas, porque están intentando sacar todas las citas que tenían pendientes. Ello lleva a se está intentando maquillar las listas a través de no meter personas en el sistema. La gente está llegando muy ‘pasada’ porque no se le están haciendo las pruebas. El tercer problema es de coordinación. El covid ha puesto encima de la mesa una serie de disputas en el ámbito de la Consejería, entre Salud Pública, Farmacia, Asistencia Sanitaria y no está resuelto. Cada uno intenta sacar su trabajo, en medio de la descoordinación generalizada.

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