El Círculo de la Sanidad alerta del riesgo que supone para los pacientes el retraso de los tratamientos oncológicos como consecuencia de la saturación de los recursos sanitarios provocada por la pandemia de covid, que lleva ya cerca de dos años monopolizando el sistema.
Así lo ha dado a conocer este jueves el Círculo de la Sanidad coincidiendo con la conmemoración, el próximo viernes, 4 de febrero, del Día Mundial contra el Cáncer, una fecha que se aprovecha especialmente para reivindicar más actuaciones relacionadas con la prevención y control de esta enfermedad de la que, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se diagnosticarán cerca de 300.000 nuevos casos en 2022.
En este sentido, el Círculo de la Sanidad ha mostrado su preocupación por el estado de los pacientes con cáncer ya diagnosticados que están sufriendo retrasos en sus tratamientos, pero también por la demora en los nuevos diagnósticos que no se pueden atender por el colapso que sufre actualmente el Sistema Nacional de Salud (SNS).
“Entendemos que la pandemia lo ha trastocado todo y que es una prioridad, pero ya van casi dos años en esta situación y no podemos olvidarnos de las otras patologías ya existentes, entre ellas, el cáncer, una lacra que afecta cada año a más y más personas”, ha subrayado el presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente.
Por este motivo, desde la entidad hacen un llamamiento a que se refuerce el Sistema Nacional de Salud (SNS) para poner al día las listas de espera en estas patologías, “como mínimo hasta los niveles previos a la pandemia que, si bien ya estaba resentida, nada tenían que ver con el agravante actual que ha propiciado la covid”, ha explicado Puente. En este sentido, ha pedido que se tenga en cuenta la colaboración público-privada como herramienta “que ha demostrado ser muy eficaz en la gestión de la pandemia y de otros problemas a los que se ha enfrentado el SNS”.
Y es que, desde la entidad consideran que se han dejado atrás no solo los tratamientos de las personas diagnosticadas, sino también la investigación de aquellos tipos de cáncer todavía considerados raros o poco frecuentes, para los que no se están destinando apenas recursos y en los que la colaboración pública privada puede jugar un papel fundamental en la promoción de la investigación de nuevos tratamientos y pruebas de diagnóstico precoz.
“Después de dos años de covid en los que la colaboración público-privada ha sido uno de los salvavidas del SNS, parece que todavía nos cuesta entender que la Sanidad es de todos y el sistema solo uno y para mantenerlo y hacerle recuperar, por lo menos, las ratios anteriores al estallido de la pandemia, tenemos que poner a su disposición todas las herramientas disponibles, entre los que este tipo de colaboración ha demostrado ser muy eficaz y no debemos caer en el error de dejarla ignorada”, ha concluido Puente.