Desde que comenzó la invasión de Ucrania, hace tres semanas, la industria farmacéutica se fijó como máxima prioridad garantizar que los pacientes ucranianos y rusos, y los de países vecinos, sigan teniendo acceso a los medicamentos que necesitan.
Para ello, a través de la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (Efpia) se lanzó un llamamiento a autoridades y organismos internacionales para que los medicamentos, principios activos y cualquier otra materia prima necesaria para fabricarlos queden excluidos de sanciones comerciales y otro tipo de represalias internacionales. “Es preciso garantizar el paso seguro de medicamentos y vacunas para que lleguen a quienes los necesitan”, resume Efpia.
En el contexto nacional, las compañías farmacéuticas innovadoras asentadas en España “han vuelto a responder con el máximo compromiso y solidaridad ante esta nueva crisis humanitaria”. El envío de medicamentos esenciales, el apoyo a ONG sobre el terreno y la aportación de donaciones económicas son las principales contribuciones que están realizando en auxilio de la población ucraniana y de todas aquellas personas que se puedan ver afectadas por la guerra.
Analgésicos, antibióticos, broncodilatadores, insulinas, vacunas infantiles, antiinflamatorios, anticoagulantes, anestésicos, antiepilépticos o fármacos para la artritis reumatoide son algunos ejemplos de los tratamientos que están enviando las compañías a centros sanitarios y hospitales ucranianos, y a cualquier punto de atención a pacientes que estén sufriendo las consecuencias de este ataque en el seno de Europa.
Tanto el procedimiento para la donación de estos medicamentos esenciales como el listado de las prioridades desde España se está organizando según los requisitos fijados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), con la que Farmaindustria está colaborando de manera estrecha para la coordinación de los envíos, que deben realizarse con todas las garantías y calidad que requiere un producto singular como es el medicamento. Farmamundi o Farmacéuticos Sin Fronteras, organizaciones con experiencia en la ayuda farmacéutica a países menos favorecidos y en situación de crisis, se están encargando en nuestro país de tramitar buena parte de estas donaciones de medicamentos.
Sumado a esta contribución, y según un sondeo de Farmaindustria entre sus compañías asociadas, se están volcando con el apoyo a las ONG que trabajan sobre el terreno, como Cruz Roja, Unicef, Save the Children, Direct Relief, CARE o el Proyecto HOPE, entre otras. Las donaciones económicas y de materiales están permitiendo hacer llegar a Ucrania y a los países fronterizos agua potable y alimentos; herramientas de comunicación, como baterías portátiles; ropa para combatir el frío; protección personal frente a la Covid-19; kits de higiene, menstruales y otros productos no alimentarios, o artículos médicos estériles, botiquines y kits médicos para traumatismos.
No sólo son aportaciones materiales: las compañías están ofreciendo su soporte a las organizaciones de ayuda humanitaria en tareas de auxilio psicológico y psicoemocional a los niños y a sus familias; protección de la infancia (prevención de la separación familiar en los desplazamientos, creación de espacios seguros, continuidad de la educación…), o refugio.
Efpia, que está centralizando la información sobre esta ayuda humanitaria por parte de las compañías farmacéuticas, cifra las aportaciones de estos primeros días en más de 4,7 millones de dosis de medicamentos esenciales y más de 28 millones de euros en apoyo financiero a diferentes ONG.
A estas cantidades hay que sumar las aportaciones que están realizando los empleados de las compañías asociadas a Farmaindustria a título particular, que en muchas ocasiones se están viendo igualadas por las propias empresas. Del mismo modo, se están ofreciendo las plantas de producción ubicadas en nuestro territorio para la recogida de materiales de primera necesidad en coordinación con ayuntamientos, entidades municipales y empresas de la zona.
En relación con los ensayos clínicos que se venían realizando en la zona de conflicto, Farmaindustria ha pedido instrucciones a la Aemps para los casos en los que algunos de estos pacientes pudieran trasladarse en España.
La respuesta de la Agencia ha sido favorable, y se ha comprometido a hacer todo lo que esté en su mano para facilitar el acceso de estos pacientes a los ensayos clínicos autorizados en España, poniendo especial atención en la cuestión del idioma con estos pacientes (para que estén en igualdad de condiciones de información) y que las pólizas de seguro les cubran aun siendo no residentes oficiales. De este modo, se garantiza que los pacientes de las zonas en conflicto no pierdan la oportunidad, ni la esperanza en muchos casos, que les brinda la participación en un ensayo clínico.
Para las compañías, la protección de los empleados residentes en Ucrania y sus familias también es un asunto de máxima prioridad. Muchos están trabajando incansablemente durante los últimos días para brindar ayuda en el seno de sus comunidades. En este sentido, se les está ofreciendo apoyo en la evacuación, alojamiento en los países vecinos y acciones especiales en los casos necesarios.
Habida cuenta de la inestabilidad de la situación, la industria farmacéutica en Europa insiste en que éstas y otras acciones se irán adaptando a las necesidades de la población para mantener el compromiso del sector con los pacientes, independientemente de dónde vivan. Las compañías comparten con la comunidad internacional la profunda preocupación por los trágicos acontecimientos y condenan el daño y el sufrimiento que está causando a los ucranianos y países del entorno. Esperan un cese inmediato de las hostilidades y una resolución pacífica de esta crisis lo antes posible, por lo que todas las acciones de la industria farmacéutica innovadora están guiadas por este propósito.