Ángel Carracedo, coordinador del Grupo de Medicina Genómica de la Universidad de Santiago de Compostela y director de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica (Sergas) ha participado junto con Uwe Schoenbeck, director científico, External Research and Development Innovation y vicepresidente senior de Worldwide Research and Development de Pfizer; Sergio Rodríguez, director general de Pfizer España; y Maite Hernández, directora de Comunicación de Pfizer para el sur de Europa, en la primera sesión divulgativa de una serie organizada por la compañía. El encuentro se ha centrado en la revolución que ha supuesto la aplicación de la tecnología basada en ARN mensajero (ARNm)
Para Ángel Carracedo, la industria se encuentra ante el reto de mejorar continuamente los medicamentos respecto a los que ya están disponibles y, en el marco de enfermedades muy heterogéneas, la medicina de precisión ofrece la posibilidad de emplear biomarcadores para avanzar en la clasificación de las enfermedades y ganar en eficacia cuando se combaten. También ha destacado su empleo en la predicción de la variabilidad en la respuesta a los medicamentos y en la prevención personalizada.
En países como Estonia y Reino Unido la identificación de perfiles de riesgo específico ya se emplea en programas preventivos. “Es un aspecto de la medicina personalizada de precisión que cobra cada vez más importancia, pero es crucial ponerlo en marcha bajo estrictos marcos éticos y normativos”, ha declarado.
En España hay un programa piloto de este tipo, ligado a los programas de cribado de cáncer de mama, pero su implantación será paulatina y escrupulosa en cuanto a la evidencia científica que lo respalda y ese respeto a los aspectos éticos y legales, insistía.
Por su parte, Uwe Schoenbeck valoraba que en los últimos dos años se han realizado avances equivalentes a los de décadas de conocimiento y declaraba su fe en la tecnología de ARNm para extender las indicaciones de la vacuna frente al Covid a nuevas variantes y poblaciones, para avanzar en vacunas para otras enfermedades infecciosas y como instrumento con utilidades en otras áreas terapéuticas que ya se están explorando, incluyendo patologías enfermedades raras, autoinmunes y en patologías más prevalentes, como las inflamatorias, cardiovasculares y oncológicas. Calificaba el momento actual como ilusionante por la posibilidad de ofrecer mejores terapias a los pacientes y por el clima de colaboración entre académicos, autoridades y demás actores.
“En Pfizer estamos trabajando de manera pionera con esta tecnología para aprovechar todas las oportunidades que presenta. Contamos con una gran experiencia en la tecnología de ARN mensajero, hemos desarrollado un profundo conocimiento de la biología de las enfermedades en nuestras cinco áreas terapéuticas, y tenemos sólidas capacidades de fabricación que nos permiten desarrollar ARNm a gran escala y a la velocidad necesaria para lograr un impacto en los pacientes”, concluía.