“El texto actual de la legislación farmacéutica revisada sabotearía irremediablemente una industria que contribuye más al superávit comercial de la UE que cualquier otro sector de alta tecnología, que sustenta 2,5 millones de puestos de trabajo en todo el e invierte 42.000 millones de euros cada año en I+D europea”, así ha manifestado la Efpia, su parecer en relación al texto de la nueva legislación farmacéutica europea, que deberá ser presentado el próximo 3 de marzo..
La directora general de Efpia, Nathalie Moll, ha asegurado que, “esta legislación propuesta será extremadamente dañina para la competitividad de la industria europea y para la autonomía estratégica de nuestra región”. En su opinión, “tendrá un impacto negativo en el empleo, la inversión, el ecosistema de investigación europeo, el crecimiento, el acceso de los pacientes a nuevos ensayos clínicos y la disponibilidad de los últimos tratamientos en las próximas décadas”.
Las principales empresas de Europa informan sobre dificultades para investigar y desarrollar medicamentos y vacunas en Europa y su intención de llevar esa investigación a EE. UU. y Asia. Estas no son reacciones instintivas, sino que reflejan la creciente preocupación de que la Comisión no esté aprovechando la oportunidad única en una generación de desarrollar propuestas legislativas que pongan a los pacientes europeos a la vanguardia de los nuevos tratamientos, creen empleos de alto valor, impulsen el crecimiento y hacer que Europa sea más resistente”.
“Ahora es el momento de decidir qué tipo de futuro queremos para Europa. Si queremos mantener nuestro papel en la innovación médica, solo podemos lograrlo a través de un marco regulatorio orientado a la innovación y preparado para el futuro, y un ecosistema de propiedad intelectual sólido, predecible y de clase mundial. Al mismo tiempo, tenemos que encontrar e implementar acciones que mejoren la importante variación en el acceso a nuevos medicamentos en toda Europa. Desde la perspectiva de la industria, ese proceso ha comenzado con el compromiso público ya en 2022 de solicitar la fijación de precios y el reembolso en todos los Estados miembros dentro de los 2 años posteriores a la obtención de la aprobación y la documentación del progreso en un portal. Dado que la prestación de atención médica sigue siendo responsabilidad de los gobiernos nacionales, la transformación del acceso para los pacientes europeos no se puede lograr a través de la legislación de la UE, sino que requiere nuevas formas de trabajo y asociación con los pacientes, los sistemas de atención médica, la industria y los Estados miembros”.