Belén Diego, colaboradora de Diariofarma ha recogido este jueves el galardón de los Premios de Periodismo AseBio, con el que se reconoce a la mejor cobertura realizada de Biospain 2023, evento de referencia del sector biotecnológico en España celebrado el pasado mes de septiembre en Barcelona. Junto a Belén también ha sido galardonado por el mismo motivo, el periodista Miguel Sanmartín, fundador de Capital Radio y conductor del programa "Biotecnología Capital".
En el caso de la periodista de este medio y corresponsal de APM Health Europe en España y Portugal el galardón se ha correspondido con su pieza, publicada en Diariofarma, centra su atención en la definición de las necesidades médicas no cubiertas en el marco de la nueva normativa farmacéutica europea.
“En los últimos años hemos visto cómo Biospain crecía hasta el punto de que los periodistas del ramo lo marcábamos en el calendario meses antes, sabiendo que no nos lo podíamos perder”, ha manifestado Belén, que además ha añadido que “sólo puedo dar las gracias porque el jurado haya pensado que, entre todos ellos, el trabajo de Diariofarma merecía esta distinción”, ha declarado la redactora.
Por su parte Sanmartín ha señalado, que “recibo este premio como reconocimiento de una labor iniciada hace ya más de 10 años en los que se ha buscado dar una ventana a las empresas muchas de ellas pequeñas o lo que ahora se llaman ‘startups’, para que contaran sus proyectos, sus ilusiones y también sus problemas o dificultades, sobre todo de financiación en una primera instancia”.
Biospain 2023, organizado en colaboración con Biocat, el Ajuntament de Barcelona y la Generalitat de Catalunya, ha sido epicentro de las últimas tendencias e innovaciones en áreas como la salud, la agroalimentación, la transformación industrial o la transición verde. Las más de 60 sesiones que conformaron su programa pusieron de relieve cómo la biotecnología se erige como una deep tech que está transformando el mundo, y da respuesta a cuestiones fundamentales a través de tecnologías como las terapias avanzadas, la alimentación de precisión, el CRISPR, el ARN mensajero, el microbioma o la revalorización de residuos, bioplásticos y biomateriales.
“Trasladar los avances científicos a la sociedad de forma comprensible es uno de los grandes retos de la comunicación, por su complejidad y el rigor con que deben ser transmitidos. Durante la pandemia vimos como la biotecnología fue protagonista de los medios, despertando el interés de buena parte de la población. Por eso, reconocer la labor del periodismo científico de excelencia nos ayuda a visibilizar el papel tan importante que desempeña, comunicando a la población general los últimos avances en la innovación para el cuidado de la salud y del planeta”, ha destacado durante la presentación la presidenta de AseBio, Rocío Arroyo.
En este escenario y, con el objetivo de reconocer las mejores piezas periodísticas elaboradas por los profesionales de la comunicación que realizaron la cobertura del evento, entre el 26 de septiembre y el 15 de octubre de 2023 se abrió el plazo de recepción de las candidaturas. Una vez finalizado el jurado de los Premios de Periodismo AseBio ha valorado minuciosamente todas las candidaturas recibidas hasta elegir a los dos periodistas ganadores.
Comunicación científica
En los últimos años las informaciones científicas han copado los medios de comunicación, los debates políticos y las conversaciones sociales como consecuencia de la Covid-19.
La comunicación científica ha pasado de ser una información de nicho y dirigida a un público especializado a despertar el interés del público general. Una transición que plantea importantes retos y a la vez grandes oportunidades, así como un horizonte prometedor. Con el objetivo de analizar la fotografía que observamos de la comunicación científica en la actualidad se ha celebrado tras la entrega de los Premios de Periodismo AseBio un interesante debate al respecto.
Communications & Corporate Brand Director de Zendal y miembro del jurado de los Premios. “Una comunicación científica precisa y efectiva es causa y consecuencia de progreso social. Sin innovación y ciencia no hay progreso y a su vez su divulgación es esencial para entender y abordar los desafíos desde una perspectiva multilateral”, ha expuesto.
Lluis Montoliu, investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), ha destacado en su participación que "una parte muy importante de la investigación científica que desarrollamos los investigadores es trasladar a la sociedad nuestros logros, de una forma comprensible por todos. Y no solamente los éxitos, sino también las dificultades y los retos a los que nos enfrentamos y para los cuales todavía no hemos podido encontrar una solución”.
En este sentido Montoliu ha incidido en que “la ciencia que cuenta es la que se cuenta”, especialmente “desde los centros públicos de investigación, financiados por todos, debemos hacer un esfuerzo adicional para explicar usando un lenguaje asequible todo aquello en lo que investigamos y lo que tenemos el privilegio de descubrir o resolver”.
Una opinión con la que ha coincidido Belén Diego: “El de la comunicación científica es un sector en el que el trabajo es precioso, pero también significa vivir pegados a los diccionarios médicos. En un mundo perfecto, en lugar del diccionario tienes expertos que transmiten conocimiento con claridad y te hacen más fácil contarlo. Eso no pasa siempre, pero sí que ocurre, y cada vez más”.
“La comunicación científica juega un papel muy importante en la difusión de los avances científicos, de la investigación y la innovación en salud o de los desafíos globales a los que nos enfrentamos como sociedad, en un contexto en el que los desarrollos tecnológicos se producen a una gran velocidad y, a menudo, generan diversas connotaciones éticas”, ha compartido por su parte Silvia Labé, directora de Marketing, Comunicación e Inteligencia Competitiva de Biocat, que ha incidido en que “la introducción de las nuevas tecnologías revolucionará y, previsiblemente, optimizará el proceso y el impacto de la comunicación científica, asegurando y facilitando una mejor comprensión de los conceptos y reduciendo brechas entre la comunidad científica y la sociedad”.
Miguel Sanmartín ha expuesto que “el gran reto de la comunicación científica es que sea comprensible, que con un lenguaje que no tiene por qué ser ‘infantil’ nuestras abuelas, con todo el respeto, sean capaces de entender qué estamos contando. Y ahí hay un reto en las dos direcciones. En la del periodista qué debe preocuparse de hacer accesible el lenguaje e intentar que las propias cuestiones se comprendan. Por otro lado, el reto del científico que debe tener una visión diferente según sea el medio o el público objetivo al que se dirija. No es lo mismo publicar en una revista científica que en un medio generalista. Aunque en ambos el reto es conseguir que sea lo más sencillo posible lo que no significa caer en la simplificación excesiva”, señala.
Por su parte, Pilar López, ha matizado que uno de los principales retos a los que se enfrenta la comunicación en el ámbito científico desde su experiencia es la captación de la atención por parte de la ciudadanía sin artificios. “Un gran reto es captar la atención de los ciudadanos hacia temas de actualidad científica sin tener que recurrir a sensacionalismos carentes de rigor, contextualizando los mensajes científicos para que puedan ser comprendidos de manera fluida por los diferentes segmentos de la población. Provocar, especialmente entre los más jóvenes, el desarrollo de ese pensamiento crítico tan necesario para desenvolverse en un mundo cada vez más dominado por la incertidumbre”.